Alfaro evocar¨¢ la figura de Goethe en Alemania
Tres ciudades germanas exhibir¨¢n un centenar de obras sobre el poeta tras la muestra de Roma
Los dibujos y esculturas de Andreu Alfaro son uno de los platos fuertes de la celebraci¨®n del 250? aniversario de nacimiento del poeta, dramaturgo y fil¨®sofo Johann Wolfgang Goethe, con el impulso del Gobierno alem¨¢n a trav¨¦s de los Arbeitskreises Selbst?ndinger Kultur-Institute. Desde finales de marzo, y hasta mediados de septiembre, la Casa di Goethe de Roma exhibe los dibujos de Alfaro inspirados en las Eleg¨ªas romanas, un libro escrito por Goethe en Italia. Luego, esta misma exposici¨®n incorporar¨¢ gran parte de las esculturas que el artista valenciano realiz¨® para la muestra De Goethe y nuestro tiempo, que acogi¨® la Fundaci¨®n Mapfre Vida en Madrid en 1989, y viajar¨¢ la primavera del a?o 2000 por Francfort, Weimar y Colonia, donde permanecer¨¢ hasta noviembre.
"Ning¨²n otro artista ha dedicado tantas obras al genio universal Goethe". As¨ª de tajante justifica la preferencia por el escultor valenciano el presidente de los Arbeitskreises Selbst?ndinger Kultur-Institute, Barthold C. Witte, para ofrecer la dimensi¨®n pl¨¢stica del intelectual alem¨¢n en la celebraci¨®n del 250? aniversario de su nacimiento. Ciertamente, el ciclo goethiano de Alfaro est¨¢ integrado por m¨¢s de 100 obras, a las que habr¨ªa que a?adir ahora las 20 litograf¨ªas de las Eleg¨ªas romanas, que conforman el grueso de la exposici¨®n Nel segno della libert¨¤: lo scultore spagnolo Alfaro e Goethe, que desde finales de marzo llena de sugerencias la Casa di Goethe de Roma como contribuci¨®n a esta efem¨¦rides.En el cat¨¢logo de esta exposici¨®n, Witte documenta de modo gr¨¢fico la idoneidad de la obra de Alfaro para homenajear al dramaturgo, pese a la distancia de ¨¦pocas y de estilos que hay entre ambos autores. Witte toma como ejemplo la escultura Goethe en la ventana de su casa romana, inspirada en la acuarela de Wilhelm Tischbein, para referir el juego de transposiciones del pasado al presente que hace el escultor del escritor, que transforma al "hist¨®rico Goethe" en un contempor¨¢neo de gran inter¨¦s.
En la exposici¨®n de Roma figuran s¨®lo algunas de las piezas que Alfaro realiz¨® a finales de los a?os ochenta. Entre ellas, la silueta de m¨¢rmol negro belgal de la cabeza de este intelectual alem¨¢n, elaborada en 1988 y titulada Johann Wolfgang von Goethe y que se ha convertido casi en un logotipo. Y tambi¨¦n la pieza Sobre la teor¨ªa de los colores de Goethe, de 1982. La parte suculenta de la muestra la constituye la exhibici¨®n por primera vez de las litograf¨ªas surgidas de las Eleg¨ªas romanas. Alfaro realiz¨® este trabajo en Cambridge en 1998, tras descartar el escenario de Lausana.
"Intenci¨®n naturalista"
Se trata de dibujos plasmados con "intenci¨®n naturalista" para acercarse m¨¢s a la esencia de los textos l¨ªricos de Goethe, de cuyo resultado Alfaro se encuentra bastante satisfecho. La llegada a la capital italiana de Goethe y su fuerte impresi¨®n ante el Foro romano, sus amantes siempre con notables pechos y pelo ligeramente ondulado, las noches como escenario amoroso y la felicidad que alcanz¨® el teut¨®n en la capital italiana son algunos de los motivos desarrollados por el elegante trazo del artista.Alfaro descubri¨® al autor alem¨¢n a finales de los sesenta, cuando ley¨® Wilheim Meister, aunque los motivos que m¨¢s mella hicieron en el escultor los encontr¨® en las Conversaciones con Eckermann, donde Goethe va relatando a su secretario impresiones y situaciones en las que se ve involucrado con un alto nivel de cr¨ªtica. En este libro Alfaro detect¨® la mentalidad "poco normal del personaje para su ¨¦poca". Goethe es un alem¨¢n at¨ªpico para Alfaro. No basa su literatura en el fracaso, como gran parte de los autores alemanes, para los que la victoria es la gran derrota. "H?lderlin va volando hacia el Sol hasta quemarse, como hizo Alemania con el III Reich", advierte. Por el contrario, Goethe es "un vividor muy latino", un "antih¨¦roe". "No es exactamente lo que los alemanes quisieran", apunta, y descarga: "Ya es sintom¨¢tico que el nazismo no lo utilizase". No encajaba: no fue afrancesado cuando muchos de sus amigos, como Schiller, lo fueron. Tampoco fue nacionalista cuando los afrancesados se refugiaron en el nacionalismo como reacci¨®n a Napole¨®n. Alfaro subraya la "gran modernidad" de la obra del escritor de Weimar, que ahora ya le interesa m¨¢s que el personaje que la escribi¨®. El escultor ve en este hombre fascinado por la naturaleza a un intelectual anticipado a su tiempo. A su juicio, Afinidades electivas es una novela casi freudiana, que se avanza en medio siglo a los tri¨¢ngulos amorosos que luego impregnar¨¢n la literatura. Herman y Dorotea es una "premonici¨®n del marxismo", y sin Werther "no se explica Madame Bovary".
La honda impresi¨®n causada por el escritor en el escultor fue determinante para que Alfaro incorporara a su obra a Goethe y su universo. "Siempre pens¨¦ que hab¨ªa que dedicar el trabajo que uno hace a gente que ha hecho otro trabajo antes", explica. En 1980 empez¨® a dibujar personajes de Goethe en sus libretas sin haber preconcebido ning¨²n ciclo al respecto. Charlotte von Stein fue su primer trabajo en escultura. Despu¨¦s forjar¨ªa las figuras de Werther, Lili Sch?nemann... y algunas piezas que se alejan de la galer¨ªa de interlocutores del fil¨®sofo para expresar ideas, como El Olimpo de Weimar. Unos a?os despu¨¦s, en 1989, el escultor ya estaba en condiciones de afrontar la exposici¨®n de homenaje de la Fundaci¨®n Mapfre de Madrid, que se complet¨® con un simposio acerca de la figura de Goethe. En aquella ocasi¨®n reuni¨® un total de 59 esculturas en hierro, acero inoxidable y m¨¢rmol, cuyos protagonistas fueron los amigos, amantes y personajes del escritor.
Hace un par de a?os, un representante del Gobierno alem¨¢n contact¨® en Weimar con Alfaro para proponerle que participase en el 250? aniversario del nacimiento del poeta con la realizaci¨®n de una escultura p¨²blica, aunque en aquella ocasi¨®n no fructific¨® la oferta. De entrada, Alfaro no sintoniz¨® con el motivo de uno de los actos previstos para el 250? aniversario: una exposici¨®n de j¨®venes artistas pl¨¢sticos alemanes contra Goethe.
Tras este distanciamiento, la directora de la Casa di Goethe de Roma, Ursula Bongaerts, escribi¨® al escultor con el mismo prop¨®sito y de aqu¨ª surgi¨® la exposici¨®n Nel segno della libert¨¤: lo scultore spagnolo Alfaro e Goethe. Estos materiales, junto a aquellas esculturas de la muestra De Goethe y su tiempo que no pertenecen a colecciones privadas, viajar¨¢n la pr¨®xima primavera hasta Francfort para ser expuestos en el Goethe-Museum entre el 12 de marzo y el 12 de junio del a?o 2000. El apretado calendario de trabajo del escultor no permit¨ªa realizar estas exposiciones dentro de 1999, por lo que los actos del aniversario han tenido que prolongarse hasta el a?o siguiente. Entre julio y agosto de ese mismo a?o, la muestra podr¨¢ ser visitada, con alguna innovaci¨®n, en los invernaderos de la distinguida Orangerie, de Weimar, y de septiembre a noviembre permanecer¨¢ en la Galerie Dreiseitel, de Colonia.
Babelia
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