Hillary Clinton pone en marcha su candidatura para el Senado
Tras meses de recibir invitaciones del Partido Dem¨®crata para que se lanzara al ruedo electoral, Hillary Clinton lo hizo ayer y anunci¨® p¨²blicamente la creaci¨®n de un comit¨¦ para impulsar su candidatura a uno de los dos sillones en el Senado de EEUU que corresponden a Nueva York. En declaraciones a la cadena ABC, Hillary Clinton inform¨® de este primer paso para las elecciones legislativas del 2000, que coincidir¨¢n con las presidenciales, y a?adi¨® que piensa compaginar su ¨²ltimo tramo en la Casa Blanca con estancias en Nueva York.
"Voy a pasar alg¨²n tiempo, mucho tiempo de hecho, en Nueva York escuchando a su gente", dijo la primera dama, a la que su papel de s¨®lido escudo p¨²blico de su esposo durante el caso Lewinsky ha convertido en una de las figuras m¨¢s populares de EE UU. Hillary Clinton se?al¨® que el mes pr¨®ximo formar¨¢ un comit¨¦ exploratorio con relaci¨®n a su candidatura para el Senado. La creaci¨®n de ese organismo, que permite recoger fondos electorales y organizar viajes de promoci¨®n, es el primer paso de cualquier aspirante a un cargo p¨²blico en EE UU.Desde el pasado enero, la posibilidad de que la esposa del presidente Bill Clinton comience en el a?o 2000 una carrera pol¨ªtica propia es la gran comidilla pol¨ªtica de EE UU. Hillary Clinton, cuyo apetito de poder es tan notorio como su inteligencia y capacidad de sufrimiento, cree que, tras aupar a su esposo a la Casa Blanca y mantenerlo all¨ª pese al caso Lewinsky, ahora ha llegado su momento. Sus correligionarios del Partido Dem¨®crata en Nueva York, una ciudad progresista para la media norteamericana, le han servido la oportunidad en bandeja de plata. El puesto que le ofrecen es el sill¨®n de senador que el a?o pr¨®ximo abandonar¨¢ el veterano pol¨ªtico dem¨®crata Patrick Moynihan. "Entre los electores neoyorquinos, no hay en estos momentos una figura m¨¢s popular que la primera dama", dice la l¨ªder dem¨®crata Judith Hope.
Renuncia a su favor
Todos los posibles candidatos dem¨®cratas a ese sill¨®n senatorial, desde Andrew Cuomo, actual secretario de Vivienda en el Gobierno de Bill Clinton e hijo del ex gobernador dem¨®crata de Nueva York, hasta la congresista neoyorquina Nita Lowey, le han comunicado a la primera dama que renuncian en su provecho.Lowey lo anunci¨® el jueves tras conversar con Hillary Clinton. "Est¨¢ claro", dijo, "que la primera dama va a ser candidata al Senado y le he ofrecido mi pleno apoyo". Pero la entrada en la liza electoral de Hillary Clinton, nacida en Chicago en octubre de 1947, abogada de profesi¨®n y madre de una hija, va a suponer tambi¨¦n el final del periodo de gracia de que disfruta desde que opt¨® por perdonar y apoyar a su esposo en el caso Lewinsky. Su gran rival en la lucha por el sill¨®n en el Senado va a ser Rudolph Giuliani, actual alcalde republicano de Nueva York. Giuliani, muy popular y al que se atribuye haber devuelto el orden, la limpieza y la prosperidad a Nueva York, ha advertido de que disparar¨¢ con munici¨®n gruesa contra Hillary Clinton. ?sta, que jam¨¢s ha vivido en Nueva York, va a ser atacada por Giuliani y los suyos como una aspirante lanzada en paraca¨ªdas sobre la ciudad por el aparato pol¨ªtico dem¨®crata.
Los asesores electorales de Giuliani adelantan que tambi¨¦n atacar¨¢n su ambici¨®n, su frialdad y su oportunismo, y recordar¨¢n su gran fracaso como promotora de la creaci¨®n de un sistema p¨²blico de salud en el primer tramo de la presidencia de Clinton. Pero, durante su larga asociaci¨®n personal y pol¨ªtica con Bill Clinton, la primera dama ha demostrado tener un est¨®mago de hierro.
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