"Espa?a no es un pa¨ªs de convivencia perfecta"
Pere Esteve es el nuevo hombre de Converg¨¨ncia Democr¨¤tica de Catalunya (CDC) para Europa. Sin que nadie se lo pidiera, un buen d¨ªa anunci¨® de improviso que estaba dispuesto a compaginar el cargo de eurodiputado y seguir llevando las riendas de su partido. Su deseo: hacer pedagog¨ªa en Bruselas y Estrasburgo sobre la Declaraci¨®n de Barcelona, la soberan¨ªa compartida y lo que denomina "nueva cultura pol¨ªtica".Pregunta. ?Qu¨¦ influencia tiene todav¨ªa Jordi Pujol en los resultados globales de Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU) en cualquier contienda electoral?
Respuesta. Es importante per se y por la manera de enfocarlo. De hecho, el liderazgo excepcional de CiU en la figura de Pujol est¨¢ absolutamente en plena vigencia pese a algunos pron¨®sticos en contra. En estos momentos se da la circunstancia de tener un l¨ªder indiscutible y un proyecto pol¨ªtico al alza. Adem¨¢s, van apareciendo personas dentro del partido que se autoimponen retos pol¨ªticos importantes. Si tenemos un l¨ªder, un equipo y un proyecto, evidentemente las cosas han de funcionarnos bien. Adem¨¢s, estas elecciones nos las hemos planteado en equipo, pero naturalmente dirigidos por Pujol.
P. Parece que usted es el ¨²nico candidato de CiU al que le sonr¨ªen las encuestas.
R. Bueno, todas marcan una situaci¨®n sustancialmente buena para mi candidatura. Pero el escenario contin¨²a abierto porque, aunque el ¨ªndice de participaci¨®n est¨¢ consolidado, el n¨²mero de indecisos es significativo. En conjunto, no veo ninguna raz¨®n por la cual CiU no pueda crecer tanto en las municipales como en las europeas. Y que el primer partido de Catalu?a crezca es significativo.
P. Las encuestas les dan tres eurodiputados, pero, en realidad, son dos m¨¢s uno porque los dos de Converg¨¨ncia se integran en el Grupo Liberal mientras que el de Uni¨® lo hace en el Grupo Popular, que as¨ª se denomina por mucho que usted se empe?e en llamarlo Grupo Democristiano.
R. Converg¨¨ncia no es un partido con una adscripci¨®n ideol¨®gica estricta, sino que reuni¨® en los a?os 70 elementos importantes del ¨¢mbito liberal, democristiano y socialdem¨®crata. Nosotros estamos vinculados a la Internacional Liberal -por cierto, nos acogi¨® sin ninguna reserva- a trav¨¦s de una fundaci¨®n creada por Ram¨®n Trias Fargas, Llibertat i Democr¨¤cia. Nuestras propuestas encajan a la perfecci¨®n en este grupo, que es el que tiene m¨¢s coherencia ideol¨®gica. No sucede igual con el Grupo Popular -algunos no se sienten c¨®modos con la actual denominaci¨®n- y con el Socialista, que buscan terceras v¨ªas, pero ¨²nicamente por el puro compromiso geom¨¦trico de derecha e izquierda. La ¨²nica tercera v¨ªa es el liberalismo y la doctrina del futuro ser¨¢ la liberal-social; sobre todo, si puede incorporar algunos de nuestros planteamientos, como el reconocimiento de los pueblos.
P. ?Pero c¨®mo se defienden los intereses de Catalu?a con tan s¨®lo tres eurodiputados y bajo la disciplina de voto?
R. La organizaci¨®n de las mayor¨ªas en el Parlamento Europeo dista mucho de las del Congreso o las del Parlamento catal¨¢n. Diecis¨¦is diputados de CiU han sido decisivos en Madrid. Y en Europa nuestros tres representantes pueden aportar m¨¢s ideas que los 28 del PP o los del PSOE. Y no digamos de sus eurodiputados catalanes, m¨¢s pendientes de lo que les digan Loyola de Palacio, Aznar, Rosa D¨ªez o Joaqu¨ªn Almunia.
P. Entonces se impone un nuevo reparto de grupos o la creaci¨®n de subgrupos; por ejemplo, de nacionalistas catalanes, vascos, escoceses, flamencos...
R. Entonces hablamos del nuevo concepto que se deriva de la Declaraci¨®n de Barcelona, que es el de la nueva cultura pol¨ªtica. Primero, hay que reconocer la realidad tal como es porque, en la actualidad, los Estados que forman Europa no son la representaci¨®n de la realidad. Lo son como consecuencia de acontecimientos hist¨®ricos, pero no en cuanto a la realidad de los pueblos. Y segundo, el reconocimiento de esta realidad significa enriquecimiento y ello nos hace m¨¢s fuertes. A la vieja cultura pol¨ªtica le preocupa la diversidad.
P. Esta nueva cultura pol¨ªtica es como un ente indeterminado. ?C¨®mo se traduce en la pr¨¢ctica?
R. No estamos hablando de votaciones ni de mayor¨ªas parlamentarias, sino de crear un estado de opini¨®n con vistas a la futura Constituci¨®n europea. Es decir, la organizaci¨®n y funciones del Comit¨¦ de las Regiones, de la Uni¨®n Europea en su conjunto o c¨®mo se articula la ampliaci¨®n. Pero, ante todo, hay que entender este concepto. Pondr¨¦ un ejemplo para que se vea que no es tan ut¨®pico. ?Por qu¨¦ Tony Blair devuelve la autonom¨ªa a Gales y Escocia y anula la circunscripci¨®n electoral ¨²nica? Y lo ha hecho un laborista, no un nacionalista. Si Blair hubiese sido como Su¨¢rez o Gonz¨¢lez habr¨ªa creado 17 circunscripciones o el caf¨¦ para todos. Nosotros hace a?os que reivindicamos una circunscripci¨®n electoral en las europeas y Aznar sigue empe?ado en su negativa. Supongo que hasta que le obliguen.
P. Alguna de sus propuestas sobre el Comit¨¦ de las Regiones no ha gustado en la Internacional Liberal. Parece que tenga que luchar usted contra Madrid y contra su grupo europeo.
R. Todos tendremos que luchar porque estamos en un momento din¨¢mico. Yo no estoy en posesi¨®n de la verdad. Pero lo que caracteriza a CiU es que est¨¢ integrada por gente que construye el futuro con mentalidad abierta. Creemos que Europa nos sirve para conseguir muchas cosas. En cambio, al PP y el PSOE Europa s¨®lo les interesa para lo que les conviene: las subvenciones, la estabilidad econ¨®mica, estar m¨¢s tranquilos. Esto les sucede porque no creen en Europa.
P. ?C¨®mo se debe organizar el Parlamento Europeo y el Comit¨¦ de las Regiones?
R. El Parlamento Europeo debe ser como cualquier otro: elecci¨®n del jefe de Gobierno y capacidad de control sobre el Ejecutivo. El Comit¨¦ de las Regiones debe tener capacidad vinculante en los asuntos cuya competencia recaiga en las regiones. Y reclamamos tambi¨¦n la presencia de Catalu?a en los organismos institucionales siempre que se discutan cuestiones que afecten a nuestras competencias.
P. Pero si no han conseguido algo tan simple como tener una representaci¨®n propia en la Unesco... Y ello, siendo decisivos en Madrid desde 1993.
R. S¨ª; evidentemente, tiene raz¨®n. Pero en el periodo socialista y popular nuestra fijaci¨®n era lograr la estabilidad necesaria para entrar en Europa en primera l¨ªnea. Y es precisamente este nuevo espacio el que nos permitir¨¢ desarrollar esta teor¨ªa de nueva cultura pol¨ªtica y soberan¨ªa compartida. Una vez conseguida cierta estabilidad, ahora toca primero hablar del modelo pol¨ªtico en Espa?a [nuevo pacto fiscal y m¨¢s poder en las competencias] y despu¨¦s en Europa. Con la ampliaci¨®n, Europa se encontrar¨¢ en un periodo preconstituyente y con 25 pa¨ªses necesitaremos una Constituci¨®n. ?sta ser¨¢ nuestra oportunidad.
P. En su partido se han levantado algunas voces que consideran exagerada su campa?a publicitaria, a menos que pretenda con ella catapultarse, por ejemplo, a Madrid.
R. ?Qu¨¦ especulaci¨®n es ¨¦sta? Tenemos un presupuesto similar al de 1994. La campa?a es de una disciplina espartana. Yo he optado por compaginar Europa con mi cargo de secretario general y quiero continuar haci¨¦ndolo.
P. Tres d¨ªas a la semana, lejos de la sede de CDC, entre Bruselas y Estrasburgo. Alguien en su partido debe de estar frot¨¢ndose las manos.
R. Durante muchos a?os Miquel Roca [ex secretario general de CDC y diputado] estuvo en Madrid y nadie en el partido se frot¨® las manos.
P. ?Considera a Javier Solana una persona id¨®nea para el puesto de mister PESC?
R. Desde CiU reconocemos su solvencia pol¨ªtica, su experiencia internacional. Pero, sobre todo, valoramos que Solana es un europe¨ªsta convencido.
P. El Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar no le apoy¨® hasta el ¨²ltimo momento.
R. El Gobierno de Aznar siempre ha tenido el viento a su favor. Y, cuando tiene que tomar una decisi¨®n o dar el do de pecho, siempre es el ¨²ltimo de la fila. Va lento. No se caracteriza por la agilidad o la iniciativa.
P. ?Contin¨²an reclamando un comisario europeo?
R. El problema no es que se plantee, sino la reacci¨®n que tuvieron el PP y el PSOE, que siempre es la misma, rasg¨¢ndose las vestiduras.
P. Entonces, ?s¨®lo lo plantearon electoralmente?
R. No. Pero aviso de que, cuando se pongan a elegir a los nuevos comisarios, tengan en cuenta que dos de los suyos tuvieron que dimitir. Y dimitir no deja de ser un mal paso pol¨ªtico. Esta comisi¨®n no pudo garantizar adecuadamente el control de una parte de los fondos europeos.
P. Todos los comisarios no estaban involucrados.
R. Da lo mismo Mar¨ªn que Oreja. Yo s¨®lo digo que la comisi¨®n tuvo que dimitir. P. Parece que se haya desviado de su promesa de hacer un discurso en positivo durante la campa?a.
R. No, en absoluto. No me he desviado ni un mil¨ªmetro.
P. Pero s¨ª ha recordado al PSOE todos los casos de corrupci¨®n.
R. Yo no he atacado a ninguna persona, sino que he nombrado casos. Si ellos dicen "haremos m¨¢s", que digan el qu¨¦. Porque, si no lo dicen, pueden referirse a hacer lo mismo que en el Banco de Espa?a o la Guardia Civil.
P. Con la soberan¨ªa compartida en Espa?a y Europa y un traspaso constante de competencias del Gobierno central hacia Bruselas: pol¨ªtica econ¨®mica y exterior, euroej¨¦rcito..., ?qu¨¦ le quedar¨¢ a Madrid?
R. Tienen tantas de momento que imaginar que puedan quedarse sin ninguna es prematuro. Prefiero responder a la pregunta ?qu¨¦ quedar¨¢ de Espa?a? Mucho, pero tenemos que cambiar de chip. Por circunstancias hist¨®ricas, siempre hemos visto las relaciones de Catalu?a-Espa?a en negativo y hemos de hacerlo en positivo. Tenemos muchas cosas en com¨²n. Creemos que Espa?a debe ser un importante espacio de solidaridad y de comunicaci¨®n y tenemos una lengua com¨²n.
P. Pero, seg¨²n dijo Jacques Parizeau [ex primer ministro de Quebec], todo nacionalismo necesita un enemigo. ?C¨®mo se puede ver en positivo al enemigo?
R. El nacionalismo defiende una naci¨®n no desarrollada en su plenitud. No s¨¦ si necesita al enemigo, pero seguro que lo tiene. Lo que propongo es que no tengamos adversario porque el futuro de Espa?a es de convivencia.
P. ?Y ahora no lo es?
R. Ahora no es una convivencia perfecta. Convivir quiere decir fundamentalmente compartir. Y si uno comparte lo comparte todo, entre otras cosas el poder. Eso es la soberan¨ªa compartida.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Elecciones europeas 1999
- Relaciones Gobierno central
- Declaraci¨®n Barcelona
- CDR
- Declaraciones prensa
- Pere Esteve
- CiU
- Candidaturas pol¨ªticas
- Adjudicaci¨®n contratos
- Elecciones europeas
- Parlamento europeo
- Contratos administrativos
- Catalu?a
- Elecciones
- Comunidades aut¨®nomas
- Derecho administrativo
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Partidos pol¨ªticos
- Gente
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Uni¨®n Europea
- Organizaciones internacionales
- Pol¨ªtica
- Relaciones exteriores
- Administraci¨®n p¨²blica