Ruido de paz en Argelia
Buteflika da un primer paso de reconciliaci¨®n tras el alto el fuego del 'ej¨¦rcito' del FIS
Tras un largo silencio de seis semanas, el nuevo presidente de Argelia, Abdelaziz Buteflika, parece haber puesto en pr¨¢ctica su promesa de reconciliaci¨®n nacional para poner fin a siete a?os de violencia en el pa¨ªs magreb¨ª. El alto el fuego definitivo anunciado el domingo por el Ej¨¦rcito Isl¨¢mico de Salvaci¨®n (EIS) es una buena noticia para un jefe de Estado cuya elecci¨®n qued¨® ensombrecida, el pasado 15 de abril, por la retirada en bloque de todos los candidatos de la oposici¨®n.El adi¨®s a las armas del EIS s¨®lo supone una relativa novedad -se trata de una guerrilla de unos 4.000 hombres que se encontraba en estado latente en el este y el centro del pa¨ªs desde su tregua unilateral del 1 de octubre de 1997-, pero su oficializaci¨®n, desde el poder y a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n estatales, abre la puerta para la soluci¨®n pol¨ªtica de un conflicto tan prolongado que en las universidades francesas ya ha originado tesis bajo el t¨ªtulo de La guerra civil argelina.
Con todas las salvedades que suscita el opaco r¨¦gimen argelino, en el que los militares se han acostumbrado a decir siempre la ¨²ltima palabra, la desactivaci¨®n del brazo armado del Frente Isl¨¢mico de Salvaci¨®n (FIS) -el partido m¨¢s votado en 1990 (municipales) y 1991 (primera vuelta de las legislativas) antes de su ilegalizaci¨®n a ra¨ªz del golpe militar de 1992- es al menos un signo de que Buteflika pretende dar alg¨²n paso hacia la reconciliaci¨®n nacional, el eje sobre el que gir¨® su campa?a electoral, su toma de posesi¨®n como presidente y su primer mensaje a la naci¨®n, el pasado 29 de mayo.
El discurso, retransmitido por televisi¨®n, presentaba en apariencia pocas novedades respecto al programa de su predecesor, el general retirado Liam¨ªn Zerual. Pero el comandante del EIS, Madani Mezrag, descifr¨® inmediatamente el mensaje y se apresur¨® a remitirle una carta dos d¨ªas despu¨¦s para pedirle que tomase la iniciativa antes de poder ofrecerle un alto el fuego definitivo. Es decir, en esencia, el jefe guerrillero solicitaba "una base legal y una cobertura pol¨ªtica" de la tregua de 1997. Y en un hecho informativo inusual en Argelia, la agencia oficial de prensa argelina APS y la televisi¨®n nacional airearon la misiva.
El propio Mezrag ha reconocido en un nuevo escrito, al confirmar el alto el fuego el pasado domingo, que su organizaci¨®n declara el cese de sus actividades armadas "de acuerdo con lo convenido con el mando militar y bajo la autoridad del Estado". Frente a la negociaci¨®n secreta que condujo hace dos a?os a la tregua, el r¨¦gimen argelino ha decidido hacer p¨²blicos ahora los detalles del proceso de pacificaci¨®n.
Sin perder el ritmo informativo, los medios de comunicaci¨®n oficiales confirmaban a ¨²ltima hora de la tarde del domingo el alto el fuego del EIS, despu¨¦s de que el presidente de la Rep¨²blica hubiese demostrado "la fidelidad a sus promesas". A¨²n no hab¨ªa transcurrido una hora, cuando un comunicado del jefe del Estado anunciaba que el Gobierno hab¨ªa recibido el encargo de adoptar un nuevo proyecto de ley "de amplio perd¨®n para los implicados [en acciones violentas] para resolver todos los problemas de seguridad y restaurar la estabilidad".
La nueva legislaci¨®n de indulto, que en principio excluir¨¢ a "quienes tengan las manos manchadas de sangre", deber¨¢ ser sometida al Parlamento "en el momento oportuno", seg¨²n el comunicado de la presidencia argelina, aunque fuentes oficiales y analistas pol¨ªticos revelaban ayer a la agencia Reuters que el legislativo la ratificar¨¢ r¨¢pidamente.
A pesar de las inc¨®gnitas que plantea, el proceso de reconciliaci¨®n abierto por Buteflika parece haber sido bien recibido por los dirigentes del FIS en el exilio, que esperan nuevos gestos desde el poder, como el fin de la detenci¨®n domiciliaria del l¨ªder hist¨®rico del partido islamista, el jeque Abasi Madani, recluido en su casa de Argel, y la mejora de las condiciones de detenci¨®n de su n¨²mero dos, el imam Al¨ª Benhadj, supuestamente encarcelado en el sur del pa¨ªs.
El ex candidato a la presidencia Ahmed Taleb Ibrahimi, a quien los analistas pol¨ªticos argelinos atribuyen el papel de nuevo l¨ªder del islamismo pol¨ªtico en Argelia, ya ha advertido de que el acuerdo entre el EIS y las autoridades "s¨®lo es un elemento para una soluci¨®n pol¨ªtica global de la crisis". Para Taleb Ibrahimi, la salida pol¨ªtica exige "la liberaci¨®n de los dirigentes del FIS detenidos, la anulaci¨®n de las sanciones judiciales y administrativas, el levantamiento del estado de excepci¨®n y una soluci¨®n para las v¨ªctimas de la tragedia nacional".
Pero no todos parecen recibir con esperanza el nuevo clima de reconciliaci¨®n. Varias asociaciones de familiares de v¨ªctimas del terrorismo y de grupos laicos han convocado una manifestaci¨®n de protesta el pr¨®ximo jueves en Argel. Como ya han apuntado algunos analistas, tal vez sea demasiado el ruido de paz y pocas las nueces de soluci¨®n pol¨ªtica en la tantas veces martirizada Argelia.
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