Los socialistas, pendientes de que "los peque?os" entren en el consistorio de Barcelona

La direcci¨®n del PSC cree que tiene a su alcance superar a CiU en las elecciones europeas, pero es el resultado que obtenga en la ciudad de Barcelona lo que marcar¨¢ el tono de la noche electoral. Y eso no lo sabr¨¢ hasta el ¨²ltimo minuto porque el hecho de que Joan Clos pueda revalidar como alcalde depende tanto de su resultado como del de sus socios de gobierno. Para este triunfo, el PSC est¨¢ pendiente de que Iniciativa per Catalunya-Verds (IC-V) supere el 5% en Barcelona.

Lo ¨²nico que perturba la tranquilidad con que los socialistas esperan la jornada del domingo es la incertidumbre sobre el aguante de sus actuales aliados en el Ayuntamiento de Barcelona: Iniciativa-Verds y Partit per la Independ¨¨ncia (PI). Para continuar como alcalde, el socialista Clos necesita que por lo menos una de estas fuerzas mantenga su representaci¨®n en el consistorio barcelon¨¦s. Esta incertidumbre no se despejar¨¢ hasta el recuento de votos, porque estos partidos se mueven en torno al 5% m¨ªnimo que la ley exige para obtener concejales. "Nos tocar¨¢ sufrir hasta el ¨²ltimo minuto", afirman los dirigentes socialistas. El equipo que dirige la campa?a de los socialistas dispone de un sistema de encuestas diarias que les permite conocer la evoluci¨®n del electorado y afinar su actuaci¨®n de acuerdo con ellas. Estas encuestas indican claramente, seg¨²n fuentes de la direcci¨®n socialista, un incremento del PSC en la ciudad de Barcelona, pero no lo suficiente como para alcanzar la mayor¨ªa absoluta. Tambi¨¦n indican que la candidata de IC-Verds, Imma Mayol, tiene una alta valoraci¨®n y que su expectativa de voto se ha colocado por encima del 5%. Si eso se confirma en la votaci¨®n del domingo, podr¨ªa reeditarse la coalici¨®n de gobierno progresista existente en el Ayuntamiento de Barcelona desde 1979. Pero con un margen muy justo. La campa?a ha mostrado, seg¨²n los socialistas, que el espacio electoral de IC-Verds sigue siendo consistente, tanto en la capital catalana como en la mayor¨ªa de las localidades del cintur¨®n de Barcelona, a pesar de haber sufrido la escisi¨®n de los anguitistas, que ahora concurren a las elecciones como Esquerra Unida i Alternativa (EUA). La evoluci¨®n del otro espacio pol¨ªtico que sufri¨® una divisi¨®n, el de Esquerra Republicana (ERC), se est¨¢ orientando de la misma forma que el de IC-Verds. Es decir, en el reparto de la expectativa de voto, el partido surgido de la escisi¨®n, el PI, se queda con la parte m¨¢s peque?a. Incluso a pesar de que cuenta en Barcelona con una candidata muy conocida, Pilar Rahola. La otra parte, ERC, con las siglas hist¨®ricas, est¨¢ tambi¨¦n justo en el l¨ªmite del 5%. Entre IC-Verds y el PI suman en el actual consistorio cinco concejales, y si en las elecciones del domingo ambos partidos quedaran por debajo del 5% y no obtuvieran representaci¨®n, estos concejales se repartir¨ªan entre los otros tres partidos. Pero s¨®lo con que uno de estos concejales fuera para el bloque de la derecha, el PSC, que ahora cuenta con 16 concejales, quedar¨ªa en minor¨ªa. Aunque siguiera siendo la lista m¨¢s votada. Por esta raz¨®n, los propios socialistas son conscientes de que su inter¨¦s en la batalla de Barcelona radica, en expresi¨®n de sus dirigentes, en que "los peque?os entren" en el consistorio. Y son conscientes tambi¨¦n de que, parad¨®jicamente, no les interesa que en la ciudad de Barcelona haya desplazamiento de voto ¨²til desde estos espacios al suyo. Situaci¨®n distinta es la que se da, por ejemplo, en Sabadell, donde el PSC ha concentrado sus esfuerzos para arrebatar la alcald¨ªa a la candidatura que se presenta como heredera de Antoni Farr¨¦s, que engloba a IC-Verds y a EUA. El objetivo de los socialistas es compensar con un ¨¦xito en Sabadell la probable p¨¦rdida de posiciones en Badalona, donde el alcalde, Joan Blanch, ex socialista, se presenta esta vez contra el que fue su partido.