El director del Kaiku pide control de EPO en el ciclismo aficionado
I?aki Juanicorena, de 47 a?os, director del equipo ciclista aficionado Kaiku, ha pedido a la Federaci¨®n Vasca de Ciclismo que en esa categor¨ªa se instauren tambi¨¦n an¨¢lisis de sangre para controlar el consumo de EPO (f¨¢rmaco que aumenta el porcentaje de gl¨®bulos rojos y aporta un mejor rendimiento deportivo). Juanicorena cree que el dopaje es pr¨¢ctica extendida tambi¨¦n en el ciclismo no profesional.
"Estoy convencido de que existe el uso de EPO (eritropoyetina) en el campo aficionado", asegura I?aki Juanicorena. De su club, el Kaiku, han saltado al profesionalismo m¨¢s de 70 corredores en sus 16 a?os de existencia, entre ellos Jes¨²s Montoya (segundo en la Vuelta de 1992), Abraham Olano (ganador de la pasada edici¨®n), Txente Garc¨ªa, Juan Carlos Dom¨ªnguez o Mikel Zarrabeitia. "He visto pasar delante de m¨ª a todas las figuras del pelot¨®n espa?ol y todos ellos manten¨ªan la regularidad, bien durante la temporada o bien al filo de cada a?o", comenta Juanicorena. "Lo que se ve ahora es algo inaudito, porque algunos se exhiben un d¨ªa y al siguiente se arrastran entre los mediocres. O se ponen en forma misteriosamente cuando les interesa y despu¨¦s no se les vuelve a ver". Sorprendido por estas anomal¨ªas, Juanicorena ha solicitado a la Federaci¨®n Vasca de Ciclismo que se instalen controles de sangre, como en el campo profesional, para detectar el consumo de EPO. "Demasiado caros", le han respondido. "S¨¦ que hay corredores que consumen este producto, pero no puedo demostrarlo. Se sabe qui¨¦nes son los camellos y que los productos prohibidos proceden de Portugal, pero no existen pruebas", se lamenta. El director del Kaiku, con m¨¢s de 20 a?os de experiencia, jam¨¢s se hab¨ªa enfrentado a una situaci¨®n que califica de "alarmante y peligrosa" para la salud del ciclismo. "A este paso, se cargan la categor¨ªa en dos a?os. Hay unos pocos listillos que han decidido tomar los atajos que todos conocemos pero que nadie ha querido nunca cruzar, y ellos son los responsables de lo que est¨¢ ocurriendo".
Otros testimonios corroboran sus aseveraciones. Un ex ciclista aficionado que prefiere permanecer en el anonimato (y que cuenta con una docena de triunfos en su palmar¨¦s), explica que, pese a no ser un profesional, viv¨ªa como si lo fuera: entrenamiento, descanso, masaje, paseo con la novia, cena y sue?o. As¨ª a diario, "menos cuando trabajaba la novia". Ese d¨ªa tocaba m¨¢s descanso. "Empezaba a competir a finales de febrero, preparado a tope. En junio dejaba de ser competitivo pese a tomar todo tipo de complejos vitam¨ªnicos. Y otros andaban toda la temporada a gran nivel. No entend¨ªa gran cosa hasta que en mi equipo me tendieron un tratamiento a base de EPO", un tratamiento gratuito para ¨¦l pero valorado en 350.000 pesetas. Rechaz¨® la oferta atendiendo a un sentido particular de la ¨¦tica: "Me hab¨ªa jurado que no tomar¨ªa nada hasta llegar a profesionales, porque todos sabemos que all¨ª nadie se salva".
En aficionados no existen los controles de sangre implantados en el profesionalismo el 10 de marzo de 1997, pero s¨ª los de orina, que, seg¨²n Juanicorena, "no sirven para casi nada".
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