Tropas rusas entran en la capital kosovar

La respuesta de Mosc¨² al fracaso de las negociaciones con expertos militares norteamericanos y finlandeses sobre la fuerza internacional en Kosovo fue ayer fulminante: tropas rusas estacionadas en Bosnia entraron en Yugoslavia y se desplegaron cerca de la frontera con el norte de Kosovo, a la espera de recibir la orden de cruzarla. Pasada la una y media de la madrugada, vehiculos blindados y carros de combate rusos hac¨ªan su entrada en Pristina, la capital kosovar, adelant¨¢ndose a las fuerzas de la OTAN. Inmediatamente se desplegaron en el centro y cerca del aeropuerto.

, Las tropas rusas fueron recibidas con muestras de alegr¨ªa por parte de la poblaci¨®n de origen serbio que todav¨ªa que en la ciudad. Miles de personas se lanzaron a las calles gritando: "?Serbia! ?Serbia!" y "?Rusia! ?Rusia!". Tambi¨¦n pudieron escucharse disparos efectuados al aire, informa . Horas antes, la muestra m¨¢s evidente del nerviosismo aliado fue que el subsecretario de Estado norteamericano, Strobe Talbott, que volaba hacia Bruselas, hizo dar media vuelta a su avi¨®n y regres¨® precipitadamente a la capital rusa. El contingente ruso que ayer entr¨® en Yugoslavia no es muy numeroso: unos 50 veh¨ªculos y entre 200 y 500 soldados, avanzadilla de los no m¨¢s de 10.000 que podr¨ªan llegar en los pr¨®ximos d¨ªas. Ya hay mil preparados, paracaidistas en su mayor¨ªa, en varios aeropuertos militares. Ayer qued¨® claro que ni el acuerdo redactado por el Grupo de los Ocho y aceptado por Belgrado, ni la resoluci¨®n de la ONU, ni el comienzo de la retirada militar serbia, ni siquiera el fin de los bombardeos han resuelto a¨²n la crisis. Como dijo el ministro ruso de Exteriores, ?gor Ivanov, tras reunirse con el presidente, Bor¨ªs Yeltsin, "s¨®lo se est¨¢ al comienzo de un largo camino". La disputa sobre el despliegue ruso es de largo alcance y refleja dos grandes temores. Uno, el de los aliados, a que ceder el control de una zona de Kosovo a las tropas rusas derive en una divisi¨®n de la provincia. El otro, el que comparten Mosc¨² y Belgrado, a que la provincia yugoslava, pese a las garant¨ªas en contrario, termine ganando en unos a?os la independencia plena sin que ni siquiera se salve la zona en la que se concentra la mayor¨ªa de la poblaci¨®n serbia. El movimiento de tropas ruso, que no tard¨® en ser seguido por otro similar de la OTAN, parece lanzar un mensaje claro: si, pese a no llegarse a un compromiso con Mosc¨², los aliados entran en Kosovo, los rusos har¨¢n otro tanto y se desplegar¨¢n en la zona fronteriza con Serbia. Otra cosa es que pueda mantener este desaf¨ªo una Rusia hundida econ¨®micamente y con un Ej¨¦rcito que su jefe de Gobierno admite que est¨¢ en situaci¨®n catastr¨®fica. Ivanov declar¨® ayer que su pa¨ªs debe ser tratado de igual a igual en la operaci¨®n pacificadora, como agente fundamental que ha sido en la conclusi¨®n del acuerdo pol¨ªtico. Y habla de colaborar con la ONU, el Grupo de los Ocho, la OSCE y el Consejo de Europa, pero no cita a la OTAN, aunque tenga muy claro que es el interlocutor principal. En los ¨²ltimos d¨ªas, dirigentes pol¨ªticos y militares se han hartado de repetir que ni un soldado ruso estar¨¢ bajo mando de la OTAN, si bien el general Leonid Ivashov, que preside la delegaci¨®n de expertos rusos en la negociaci¨®n de Mosc¨², reconoce que hay "ciertos aspectos" aprovechables de la f¨®rmula de despliegue en Bosnia. All¨ª, las tropas rusas obedecen al Alto Estado Mayor ruso, aunque operan bajo supervisi¨®n de la OTAN. Ivanov hab¨ªa intentado tranquilar a Occidente al negar que los soldados rusos fuesen a entrar ya en Kosovo y al justificar sus movimientos por la complejidad del despliegue de la fuerza internacional. Pero Ivashov, que interpreta con gusto el papel de halc¨®n, se?al¨® que Rusia quiere el control de la zona de Kosovo de mayor¨ªa serbia y que, si la OTAN no se lo cede, lo tomar¨¢ de todas formas, tratando directamente con Belgrado.