La noche feliz del Atl¨¦tico
El equipo de Antic se impone con bastante facilidad al Madrid, metido en una crisis galopante
El Atl¨¦tico cumpli¨® todos los objetivos frente a un pat¨¦tico Real Madrid: le venci¨®, le marc¨® tres goles, salv¨® cualquier problema con la promoci¨®n, hizo feliz a su hinchada y pareci¨® un equipo infinitamente mejor de lo que ha parecido hasta ahora. Muchos m¨¦ritos fueron suyos. Pero el Madrid le ayud¨® convenientemente con otra actuaci¨®n que obliga a pensar en una crisis de largo alcance. Puesto que el Atletico y el Madrid est¨¢n presos de defectos demasiado visibles, la l¨®gica demandaba un partido tirando a ca¨®tico, con algunas luces y muchas sombras, con los fallos defensivos de rigor en dos equipos sin ninguna firmeza para contener y con unos goles que se pudieron explicar desde los errores de los defensores y tambi¨¦n desde la precisi¨®n de los rematadores. Un partido, en fin, m¨¢s entretenido que bien jugado, quiz¨¢ porque los protagonistas no est¨¢n para grandes cosas.
ATL?TICO DE MADRID 3
REAL MADRID 1Atl¨¦tico: Molina; Serena, Geli, Torrisi, Toni; Aguilera, Bejbl (Juninho, m.78), Valer¨®n (Solari, m.65), Lard¨ªn (Mena, m.71); Juninho; y Jos¨¦ Mari. Real Madrid: Illgner; Jaime, Hierro (Guti, m.26), Iv¨¢n Campo, Roberto Carlos; Karembeu, Seedorf (Savio, m.65), Sanchis, Ra¨²l; Morientes y Mijatovic (Jarni, m.75). Goles: 1-0. M.8. Jos¨¦ Mari recibe en la frontal, se da la vuelta y ajusta con la zurda al palo izquierdo de Illgner. 1-1. M.30. Ra¨²l profundiza sobre Morientes, que supera a Molina por encima. 2-1. M.45. Lard¨ªn recoge un rechace, solo en el v¨¦rtice izquierdo del ¨¢rea, y volea con la zurda a la red. 3-1. M.76. Juninho monta un contragolpe y, tras los toques de Solari y Jos¨¦ Mari, tambi¨¦n lo culmina, con un quiebro a Jarni en la frontal y un tiro raso. ?rbitro: Bueno Grimal. Mostr¨® tarjeta amarilla a Lard¨ªn, Jaime, Serena, Bejbl, Ra¨²l, Sanchis, Toni y Molina. 45.000 espectadores en el Vicente Calder¨®n. Con esta victoria, el Atl¨¦tico se asegura la permanencia.
A la cuenta del desorden se apunt¨® Toshack, que al d¨ªa de hoy no sabe el equipo que quiere. Va de alineaci¨®n en alineaci¨®n, de dibujo en dibujo, de duda en duda. A falta de un partido para el final de la temporada, nadie puede conocer al equipo b¨¢sico de Toshack. A su falta de un criterio reconocible, Toshack a?ade una querencia conservadora. Se le ve el plumero cada vez que tiene que elegir a los jugadores, especialmente en el medio campo, donde privilegia a supuestos especialistas defensivos. Sanchis comenz¨® el partido como medio centro, cuando su naturaleza es la de central. Y de los buenos. Otra tendencia nefasta de Toshack es se?alar culpables despu¨¦s de las derrotas. Esta vez les toc¨® a Guti y Savio, relegados a la suplencia tras el fiasco de Mestalla. Pero el Madrid les necesita, o por lo menos el Madrid que qued¨® al borde del aplastamiento en los primeros minutos del partido. No pod¨ªa hacer f¨²tbol porque no dispon¨ªa de unos centrocampistas competentes, y no pod¨ªa defenderse porque no lo ha hecho a lo largo de la temporada. Sumados todos estos factores, Toshack parece empe?ado en complicarse la vida y enviar mensajes dudosos a su equipo. Su papel cada vez resulta m¨¢s cuestionable.
Antic hizo un equipo m¨¢s natural, dentro de las limitaciones del Atl¨¦tico, naturalmente. Lo de su l¨ªnea defensiva parece irremediable. Todos son parches para intentar disimular la fragilidad de una defensa siempre bajo sospecha. Pero con todos sus problemas, el Atl¨¦tico super¨® en todos los aspectos al Madrid. En el arranque del partido por el extraordinario juego de Valer¨®n. De uno de sus pases naci¨® el primer gol, perfectamente definido por Jos¨¦ Mari, que control¨®, se gir¨® y meti¨® un zurdazo tremendo. Todo esto con la anuencia de Iv¨¢n Campo y Hierro.
El Atl¨¦tico le sacaba un mundo al Madrid en intensidad. Llegaba antes al ¨¢rea, remataba con m¨¢s frecuencia, ganaba todos los balones divididos. Y Valer¨®n marcaba diferencias. Al Madrid se le aclar¨® algo el panorama con la lesi¨®n de Hierro, no tanto por su ausencia como por la remodelaci¨®n que signific¨® su baja. Entr¨® a jugar Guti, y jug¨® de veras a pesar de verse desplazado a la banda izquierda. En el efecto domin¨®, Seedorf multiplic¨® sus prestaciones. Lleg¨® el empate y pareci¨® que la cadencia del Madrid complicar¨ªa el partido al Atl¨¦tico. Pero el tanto de Lard¨ªn ante la mirada apacible de Karembeu, dio un giro definitivo al encuentro.
Toda la segunda parte fue manejada por el Atl¨¦tico. Con defensa y contragolpe. Y con el entusiasmado apoyo de su hinchada. El Madrid sac¨® a la superficie todos sus defectos. El desorden y la inconsistencia, los primeros. Cada uno de los contragolpes del Atl¨¦tico produc¨ªa graves da?os, a pesar de la inclinaci¨®n de Juninho por ofuscarse. Cuando no lo hizo, consigui¨® un gol formidable, con un quiebro delicioso a Jarni y el remate al rinc¨®n. Es lo que se esperaba de Juninho cuando le compraron. Enfrente, un Madrid espes¨ªsimo quedaba a expensas de la calidad de Guti y a un remate imponente de Roberto Carlos que fue descolgado con maestr¨ªa por Molina. Lo dem¨¢s no ten¨ªa sustancia. Fracas¨® Mijatovic, apenas apareci¨® Ra¨²l, Toshack se equivoc¨® en el castigo a Seedorf. Otra vez el equipo confuso y fr¨¢gil que se ha estrellado durante la temporada, un equipo capaz de dar al Atl¨¦tico una victoria feliz, de las que llevan al olvido todos los desastres anteriores.
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