?Y bien?
ADOLF BELTRAN Efectivamente, Zaplana est¨¢ que se sale. Ayer se sali¨® de la foto, gracias al estancamiento socialista, a la decadencia imparable de Esquerra Unida y a la debacle de Uni¨®n Valenciana (del en¨¦simo intento frustrado del Bloc para acceder al Parlamento m¨¢s vale no hablar). El PP logr¨® una holgada mayor¨ªa absoluta despu¨¦s de cuatro a?os de gobierno al frente de la Generalitat en los que ha primado una pol¨ªtia expansiva en imagen, plet¨®rica en prepotencia y h¨¢bil, muy h¨¢bil, en cuanto a la visi¨®n de la escenograf¨ªa, aunque muy pobre de contenidos y bastante sectaria en las actuaciones puntuales. ?C¨®mo lo ha conseguido? La pregunta es f¨¢cil de responder: ha jugado fuerte, despu¨¦s de detectar cu¨¢les eran sus opciones. Por ejemplo, Zaplana ha hecho la floritura de dejar a los regionalistas en la cuneta y al Bloc, en la misma cuneta pero con la miel en los labios. ?Por qu¨¦ lo ha conseguido? Hoy, en la resaca de las elecciones, se escuchar¨¢n esas justificaciones de consolaci¨®n de quienes ten¨ªan el objetivo de impedirlo y han fracasado, singularmente de los dirigentes socialistas. El aumento en esca?os y en algunos puntos porcentuales (ignorando que la distancia respecto a los populares se ha ensanchado) ser¨¢ uno de esos argumentos de consolaci¨®n. La verdad es que la izquierda pod¨ªa haber obtenido mejores resultados (lo revela claramente una abstenci¨®n doce puntos superior a las auton¨®micas de 1995 que incluye sin duda a muchos votantes progresistas). La derrota de la izquierda valenciana no era irreversible. Hace poco m¨¢s de dos meses, el partido socialista ten¨ªa un proyecto, una din¨¢mica vacilante pero renovadora. Prefiri¨® presentarse a los comicios con la bandera de la improvisaci¨®n y la mirada puesta en los ego¨ªsmos internos de partido. Por dejar, hasta dej¨® que en la campa?a Zaplana se apropiase de la tercera v¨ªa, que no es otra cosa que una de las expresiones provisionales de la modernizaci¨®n de la socialdemocracia en Europa, tan discutible como incitadora. De momento, la ¨²nica v¨ªa del socialismo aqu¨ª parece una v¨ªa muerta. ?Y bien?
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