El PP resiste la remontada del PSOE
Gran victoria de Zaplana en la Comunidad Valenciana y vuelco en Asturias, donde ganan los socialistas
Las elecciones celebradas ayer en 13 comunidades registraron una re?ida competencia entre los dos partidos principales, PP y PSOE, lo cual provoc¨® resultados m¨¢s ajustados que los de 1995 en varias de las autonom¨ªas convocadas a la renovaci¨®n de sus Parlamentos. El PP contiene a duras penas la acometida del PSOE, pero pierde el poder auton¨®mico en Asturias, no revalida la mayor¨ªa absoluta en Baleares y baja claramente en Canarias. El vicepresidente del Gobierno, Francisco ?lvarez Cascos, no se presentaba directamente a estas elecciones. Pero el escrutinio en Asturias afecta a su posici¨®n pol¨ªtica. Los datos provisionales atribu¨ªan anoche a los socialistas 24 de los 45 esca?os en juego en esa comunidad, con lo que alcanzan la mayor¨ªa absoluta. La disputa mantenida en esta comunidad por ?lvarez Cascos con el hasta ahora presidente del Principado, Sergio Marqu¨¦s, ha sido sancionada por las urnas con una factura que el PP no ha podido pagar.
El electorado tampoco ha mostrado mucho apoyo a Marqu¨¦s, cuyo invento electoral -Uni¨®n Renovadora Asturiana (Uras)- obtiene s¨®lo tres esca?os. El triunfador de la batalla asturiana es Vicente ?lvarez Areces, alcalde de Gij¨®n desde hace 12 a?os y l¨ªder de los renovadores socialistas.
Si el PSOE quiere hacer de Asturias el trampol¨ªn de su recuperaci¨®n, gracias a la divisi¨®n registrada en la derecha, el PP logra la operaci¨®n inversa en la Comunidad Valenciana. Bajo el liderazgo de Eduardo Zaplana, el PP obtiene una mayor¨ªa absoluta de 50 esca?os. Los ocho parlamentarios a?adidos por Zaplana a los que ya ten¨ªa impiden al PSOE sacar partido de su subida, de 32 a 34 parlamentarios, registrada tras el cr¨ªtico proceso interno de los meses previos a las elecciones, con la dimisi¨®n de Joan Romero como candidato a la Generalitat Valenciana y su sustituci¨®n por el ex ministro de Interior, Antoni Asunci¨®n. Un aspirante improvisado en la segunda federaci¨®n socialista espa?ola por n¨²mero de militantes, ahora dirigida por una gestora y abocada a un congreso extraordinario, no ha tenido posibilidades frente a Zaplana.
Tambi¨¦n el popular Juan Jos¨¦ Lucas repite mayor¨ªa absoluta en Castilla y Le¨®n, con 49 procuradores en las Cortes regionales, aunque cede uno sobre el resultado de 1995. El PP revalida las mayor¨ªas absolutas de las que ya dispon¨ªa en La Rioja y Murcia.
Un recuento particularmente lento en Madrid hizo que anoche se tardara varias horas en saber que el popular Alberto Ruiz-Gallard¨®n hab¨ªa logrado 53 esca?os, frente a los 54 de la legislatura precedente. El gran vuelco madrile?o se ha producido en el seno de la izquierda, donde la candidatura progresista encabezada por Cristina Almeida pasa de 32 a 41 parlamentarios, mientras IU se hunde desde 17 a 8.
En Navarra, la candidatura de Uni¨®n del Pueblo Navarro-Partido Popular avanza de 17 a 22 esca?os, en pleno descalabro del CDN liderado por Juan Cruz Alli y con un significativo progreso de Euskal Herritarrok, que ahora cuenta con 8 esca?os frente a los 5 de Herri Batasuna en la legislatura anterior.
Un resultado complejo se dibuja en la Comunidad Aut¨®noma de Arag¨®n. El avance de las candidaturas del PSOE y de la Chunta Aragonesista se contrapone a los resultados del PP, que progresa en un esca?o, y al del PAR, que baja de 14 a 10. Coalici¨®n Canaria reafirma su fuerza en el archipi¨¦lago canario con 23 diputados, uno m¨¢s que en la legislatura anterior; mientra su socio de gobierno, el PP, cae desde 18 a 15, provocando de inmediato la dimisi¨®n de Jos¨¦ Miguel Bravo de Laguna como presidente de los populares en las islas. Mientras tanto, en Baleares se produce un resultado insuficiente para el PP, que pierde la mayor¨ªa absoluta y aboca a las islas a un proceso de pactos tras la presentaci¨®n conjunta del PSOE con otras fuerzas de las islas.
En Cantabria, la desaparici¨®n de la UPCA, la fuerza pol¨ªtica encabezada por Juan Hormaechea, beneficia al PP, que roza la mayor¨ªa absoluta, mientras los regionalistas se sit¨²an como llave de cara al gobierno.
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