La llegada de las tropas aliadas saca de su escondite a miles de albanokosovares
ENVIADO ESPECIALBast¨® la llegada de cuatro veh¨ªculos de la OTAN para extraer de sus escondites a los albanokosovares de Podujevo, un fantasmag¨®rico pueblo a 30 kil¨®metros al norte de Pristina donde ayer ard¨ªan edificios incendiados por paramilitares serbios en fuga. Y tambi¨¦n fue suficiente la proximidad del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Kosovo (ELK), en los talones de las tropas norteamericanas, para acelerar el ¨¦xodo de civiles serbios y confirmar los peores temores de Belgrado: la nueva partici¨®n de Yugoslavia es un hecho, y al que no le guste, que se enfrente a los ca?ones de la OTAN.
Podujevo presentaba ayer el mejor ejemplo de la velocidad con la que est¨¢n cambiando las cosas desde el inicio de la ocupaci¨®n aliada, la madrugada del s¨¢bado. A dos kil¨®metros aguarda un batall¨®n de blindados brit¨¢nicos. A la entrada del pueblo, de mayor¨ªa albanesa, el control estaba a cargo de los soldados yugoslavos. Pero s¨®lo hasta ayer. Dentro de Podujevo, horas antes de la llegada de los cuatro todoterrenos del batall¨®n noruego de reconocimiento, los ¨²nicos sonidos que se escuchaban en las calles eran los ladridos de unos cuantos perros hambrientos y el crujir de las vigas quemadas que se desplomaban sobre el pavimento de la peque?a plaza triangular donde no hab¨ªa ni sombra. Muchos de los ¨¢rboles han sido quemados en las ¨²ltimas horas.
La alegr¨ªa de la llegada
"OTAN, OTAN, OTAN", gritaron los primeros habitantes que dieron la bienvenida a los noruegos. Les arrojaban flores, les mandaban besos en la primera manifestaci¨®n de alegr¨ªa que los socios de esta expedici¨®n de reconocimiento -otros cuatro jeeps de brit¨¢nicos- se perdieron por la obstinaci¨®n de los soldados yugoslavos. Un oficial serbio les inform¨® tajantemente de que, de acuerdo con el plan, los brit¨¢nicos s¨®lo pod¨ªan entrar despu¨¦s de las tres de la tarde. Se trataba, en suma, de un capricho que irrit¨® (sin llegar a mayores) a los scouts brit¨¢nicos, que tuvieron que pasar cuatro horas contemplando el paisaje kosovar donde alguien hab¨ªa comenzado a colocar letreros improvisados. En grandes letras negras, el mensaje era inconfundible: "Minas".
Podujevo fue hasta hace poco roca fuerte del ELK, pero ayer no hab¨ªa indicios de que los separatistas estuvieran en la vecindad. "S¨ª que est¨¢n", asegur¨® una se?ora que se ofreci¨® de gu¨ªa para un grupo de periodistas interesados en cerciorarse si, como afirmaban los rumores, el ELK estaba a punto de tomar el pueblo. Geva, una mujer rolliza y madre de un combatiente del ELK, condujo a los periodistas por estrechos caminos por los bosques de las colinas y, para sorpresa de todos, aparecieron un tanque del Ej¨¦rcito de Yugoslavia y una posici¨®n camuflada de la temible polic¨ªa militar serbia. Geva estaba al borde de las l¨¢grimas. Como muchas madres de Kosovo, teme que su hijo est¨¦ muerto dada la ferocidad con la que se combati¨® en estos parajes hasta la semana pasada. Su angustia fue mayor cuando el coche de los periodistas fue detenido por soldados serbios e intentaron detenerla a ella y a la int¨¦rprete, una ingeniera electr¨®nica llamada Xheva Berisha. Hora y media mas tarde y dado que una patrulla brit¨¢nica se hallaba en la vecindad, Geva y Xheva pudieron llegar a salvo a sus hogares.
Si el ELK es todav¨ªa invisible en Podujevo, ciertamente ya est¨¢ instalado en Vranjevac, un suburbio de Pristina, donde adolescentes con gorras de McDonalds e insignias rojas del movimiento separatista tomaron la escuela Zenel Hadjini, nombrada en honor de un h¨¦roe alban¨¦s de la Segunda Guerra Mundial. "No queremos autonom¨ªa", dijo una muchacha. "Queremos la independencia total de Kosovo".
M¨¢s temerario y peligroso para la misi¨®n de la OTAN en Kosovo es el r¨¢pido desplazamiento de combatientes del ELK hacia las proximidades de Pristina. En el pueblo de Zuva Reka, 35 kil¨®metros al sur de la capital kosovar, miembros del ELK, uniformados y fuertemente armados, ya han tomado el control de la carretera, aseguraron testigos de confianza. En Prizren, los milicianos del ELK entraron ayer y controlan barrios enteros, precisamente los que horas antes abandonaban los soldados serbios, informa France Presse. Una por una visitan las casas de los civiles serbios. "Recogemos las armas, interrogamos a los sospechosos, y los que tengan las manos manchadas de sangre ser¨¢n entregados a la fuerza internacional", explicaba Bachkim, un miliciano de 19 a?os.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- ELK
- Despliegue militar
- Misi¨®n paz
- Serbia
- Diplomacia
- Kosovo
- KFOR
- Yugoslavia
- Preparativos b¨¦licos
- Misiones internacionales
- Guerrillas
- Fuerzas internacionales
- Guerra Kosovo
- OTAN
- Pol¨ªtica exterior
- Guerra
- Organizaciones internacionales
- Relaciones internacionales
- Grupos terroristas
- Conflictos
- Relaciones exteriores
- Pol¨ªtica
- Terrorismo
- Defensa