En el pa¨ªs de los ciegos...

Dec¨ªa Marx que m¨¢s temible que las armas rusas es la diplomacia rusa. La paz de Yugoslavia s¨®lo viene a confirmarlo. Los aliados empezaron esta guerra reivindicando los Balcanes como perteneciente a su zona de influencia geopol¨ªtica. Dejaron atr¨¢s desde un buen comienzo a la ONU, al Consejo de Seguridad y, si se quiere, hasta a la opini¨®n mundial (ya que, por alguna raz¨®n, los pa¨ªses europeos y Estados Unidos denominan "comunidad internacional" a las decisiones de sus propios pol¨ªticos, ignorando que ciudadanos de muchos otros pa¨ªses no europeos tambi¨¦n tenemos una opini¨®n sobre el tema). La raz¨®n para ello fue que el Consejo de Seguridad, con Rusia y China, no dejar¨ªa pasar un bombardeo a Yugoslavia. Ahora, despu¨¦s de semanas de incursiones a¨¦reas contra un contrincante infinitamente inferior -y sin posibilidad alguna de triunfo-, la OTAN acepta que sea la ONU la que legalice la paz. Es decir, lo que los rusos propusieron desde el inicio: que se agotasen los medios de negociaci¨®n.

Y los rusos han demostrado, justamente, mediante un complicad¨ªsimo esquema de negociaci¨®n, que ello era posible. ?Qui¨¦n ha salido ganando entonces de todo esto? Seguramente, la diplomacia rusa y la pol¨ªtica rusa, envuelta en una crisis que les dificulta hasta mantener a los soldados que piensan enviar a la zona. Ello s¨®lo demuestra el grado de improvisaci¨®n de las potencias occidentales y su ignorancia en asuntos balc¨¢nicos.

?La guerra ha terminado porque Milosevic se ha rendido? O en realidad ha terminado porque ninguno de los dos bandos ve¨ªa una salida aceptable al conflicto: la continuaci¨®n de los bombardeos s¨®lo hubiese desgastado a¨²n m¨¢s la posici¨®n de la OTAN, comprometida con los refugiados, y la llegada del invierno. Y a Yugoslavia, porque, sencillamente, estaban destrozando el pa¨ªs.

La ofensiva terrestre, por otro lado, con el infierno que promet¨ªan los generales yugoslavos, se hubiese convertido en una carnicer¨ªa que no beneficiaba ni al orgullo nacional serbio ni a los aliados, con Estados Unidos a la cabeza.- .