La noche m¨¢s electoral
Canal 9 empez¨® la larga noche electoral a las siete y media de la tarde, pero como a esa hora no hab¨ªa nada que decir, dedicaron 30 minutos a asegurar que lo ten¨ªan todo a punto para cuando llegara la ocasi¨®n. A la misma hora empezaba en Tele Cinco el especial sobre las elecciones, pero con su astucia habitual alcanzaron las ocho de la tarde dando anuncios. A la hora prometida casi todas las cadenas se apuntaron a la letan¨ªa de los porcentajes obtenidos en las encuestas, y a partir de ah¨ª mucha gente supo que lo ten¨ªa ya todo perdido. Pero muy pocos candidatos se arredraron ante esa circunstancia, y todos insistieron en el car¨¢cter provisional de esos datos: los vencedores para no estallar de j¨²bilo y abandonar el plat¨®, los m¨¢s desfavorecidos para mostrarse militantes hasta el final. El final lleg¨® como todo el mundo sabe, pero hasta ese fatal desenlace Jos¨¦ Mar¨ªa Chiquillo se codeaba con un sonriente Antonio Lis asegurando sin pesta?ear que daban por seguro el mantenimiento de los votos obtenidos en la anterior campa?a electoral. Se ve que dispon¨ªa de informaci¨®n secreta. Secreta y falsa. Tambi¨¦n Enric Morera se mostraba confiado, quiz¨¢s algo m¨¢s de lo que aconsejaban los sondeos, y Miguel Maz¨®n apenas levantaba los pies del suelo. Esa primera oleada de datos de las ocho de la tarde sufri¨® el par¨®n habitual hasta algo m¨¢s de las diez de la noche, que es cuando el ministerio del Interior toma cartas en el asunto sobre voto ya escrutado, y la mayor¨ªa de las cadenas fueron a la misma programaci¨®n de todos los domingos, una mezcla apresurada de noticias generalistas y goles de la pen¨²ltima jornada de liga. Supongo que en ese momento aumentar¨ªan notablemente los ¨ªndices de audiencia. Tampoco es que se apresurase el ministerio en decir lo que sab¨ªa, de modo que durante mucho tiempo los que ya hab¨ªan perdido conservaban la esperanza que otorga la nimiedad del porcentaje escrutado. M¨¢s de uno entender¨ªa entonces en toda su extensi¨®n lo que significa desear un buen vuelco inesperado. A todo esto, las conexiones de Canal 9 iban un tanto locas. Lo mismo se adelantaban al ministerio en el recitado de cifras que se estancaban, llenando los innumerables puntos muertos de estas ocasiones conectando una y otra vez con no importa qu¨¦ lugar para a?adir bien poca cosa. Y el vuelco sin llegar. Con su peculiar sintaxis, David Hammerstein se entretiene lamentado lo injusto de la situaci¨®n para su formaci¨®n pol¨ªtica, mientras Ferm¨ªn Artagoitia sigue con el rictus de su forzado optimismo intentando sonre¨ªr. Los primeros espadas se reservan hasta que todo haya concluido, como es natural, y mientras tanto Canal 9 corta a una malhumorada Juana Serna para conectar con Madrid, aparece en pantalla Mayor Oreja mientras por el audio se escucha decir a alguien: "?I este qu¨¦ collons d¨®na ara, europees o auton¨°miques?". La situaci¨®n la resuelve el equipo de Fem Tele con el montaje de algunas de sus bromas habituales mientras se masca la tragedia. Ya consumada, me largo a la cama. Eran cerca de las dos cuando me despertaron los fuegos de artificio. El inicio del quinto a?o triunfal me pill¨® durmiendo. Vaya por Dios.
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