A vueltas con el FMI

La amable carta de contrarr¨¦plica de don Manuel Guiti¨¢n (EL PA?S del pasado 12 de junio) a mi carta de r¨¦plica (EL PA?S, 6 de junio) a su art¨ªculo sobre el FMI (EL PA?S, 2 de junio) me permite comprobar, con agrado, que mi cr¨ªtica principal (al triunfalismo y a la falta de esp¨ªritu autocr¨ªtico de los altos funcionarios del Fondo) no puede, claro esta, dirigirse al se?or Guiti¨¢n. Creo que estamos de acuerdo en, al menos, lo siguiente: 1. En que el hecho de que la crisis financiera internacional est¨¦ ya superada o siga coleando sea, en efecto, materia opinable. Si lo peor ha pasado ya, que dos a?os sean poco (como dice el se?or Guiti¨¢n) o mucho (habida cuenta del enorme coste social de la crisis) depende igualmente del criterio que se aplique.

2. En que el FMI cambi¨® de enfoque, en su asesoramiento a los pa¨ªses asi¨¢ticos en crisis, tras un a?o de propugnar una fuerte austeridad fiscal y monetaria (cuando el problema de origen no era ni de d¨¦ficit p¨²blico ni de inflaci¨®n). Que lo hiciera por introspecci¨®n o por las cr¨ªticas recibidas desde el Banco Mundial o desde un nutrido grupo de prestigiosos economistas estadounidenses carece, en lo que aqu¨ª interesa, de importancia.

En lo que conf¨ªo estemos de acuerdo es en que el FMI se equivoc¨® inicialmente en Asia tanto de diagn¨®stico como de cura. Que corrigiera ese error dice mucho en su favor, pero desde luego no elimina la equivocaci¨®n.- .