Benjam¨ªn Prado relata el fracaso de tres generaciones en su ¨²ltima obra
El escritor gana el Premio Andaluc¨ªa de Novela con "Zona roja"
Benjam¨ªn Prado gan¨® ayer el Premio Andaluc¨ªa de Novela con Zona roja. El jurado, presidido por el fil¨®sofo Emilio Lled¨®, hizo p¨²blico en Sevilla el nombre del ganador. Zona roja ser¨¢ publicada por la editorial Alfaguara dentro de su colecci¨®n de narrativa hisp¨¢nica. Zona roja cuenta una historia de frustraciones y fracasos a lo largo de tres generaciones. La imposibilidad del amor es una idea que recorre la novela como un r¨ªo subterr¨¢neo.
El galard¨®n, que celebraba su XIV edici¨®n, est¨¢ dotado con siete millones de pesetas y est¨¢ patrocinado por el BBV. El resto del jurado lo integraban las novelistas Rosa Reg¨¤s y Fanny Rubio, el poeta C¨¦sar Antonio Molina y el subdirector de Abc Jos¨¦ Antonio ?lvarez-Gund¨ªn. Las vivencias de los cinco miembros de una familia se entrecruzan en Zona roja hasta llegar a un territorio en el que la realidad no tiene nada que ver con lo que so?aron. Las fronteras entre la realidad y el deseo se han convertido en un abismo. El fracaso del matrimonio entre Samuel y Ruth parece marcar el destino de sus hijos, Marta y Maceo.
El abuelo, Truman, dej¨® sus sue?os truncados en Am¨¦rica Latina. "El nombre de la novela tiene que ver con ese indicador que avisa de que vamos muy deprisa o de que nos hemos quedado sin combustible. Es un indicador que, en cualquier caso, nos advierte de que estamos en una zona de peligro", explica Prado (Madrid, 1961) en una conversaci¨®n telef¨®nica.
El personaje del abuelo es como la espoleta que decide el rumbo de los dem¨¢s. "El abuelo es un exiliado al que sus padres enviaron a Am¨¦rica para protegerlo de la guerra civil. Recorre Costa Rica, Panam¨¢ y M¨¦xico. El abuelo Truman recuerda en la novela la vida de los exiliados espa?oles. En Costa Rica vive una historia de amor imposible con una chica de buena familia. Luego regresa a Espa?a", cuenta el escritor.
La enfermedad del nieto de Truman, Maceo, propicia una relaci¨®n en la que ¨¦ste se empapa de una memoria que, de otra manera, se hubiera perdido. "Maceo conversa con el abuelo, que le cuenta sus recuerdos. El chico es una met¨¢fora de esa necesidad de conservar la memoria".
La decepci¨®n empantana la relaci¨®n de los padres. "El marido, Samuel, destaca en su juventud como un l¨ªder universitario. Ruth, su futura mujer, entrev¨¦ en su relaci¨®n con Samuel un mundo de ¨¦xito, donde ella entrar¨¢ en los sitios por la puerta grande. Ruth es en su juventud una chica estupenda, guap¨ªsima. Sin embargo, Ruth ve c¨®mo su marido se rinde, se adocena, se conforma con una vida m¨¢s vulgar. Y de esta decepci¨®n surge el rencor de Ruth hacia su marido. Samuel y Ruth se atacan con esa ferocidad que s¨®lo existe entre personas que viven juntas durante a?os", se?ala el novelista.
"La historia de su pareja es terrible, no tiene salida. Ruth piensa que todo es mentira. Samuel es una especie de fantasma. No s¨®lo en el sentido chusco de esta expresi¨®n, sino tambi¨¦n en el m¨¢s aut¨¦ntico", indica Prado.
El desastre de los padres sirve de p¨®rtico al de su hija. "Marta termina repitiendo el modelo de la madre. Se mete en la boca del lobo en su relaci¨®n con un novio que, incluso, le pega. Es un poco el mito de Caperucita, en el que el hombre es un peligro, un ser excitante con un componente acanallado que atrae a la mujer", agrega el novelista.
Prado ha publicado con anterioridad las novelas Raro, Nunca le des la mano a un pistolero zurdo y D¨®nde crees que vas y qui¨¦n te crees que eres. Prado es autor asimismo de varios libros de poes¨ªa.
Babelia
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