Washington ve "progresos" para llegar a un acuerdo con Mosc¨²

En Helsinki hab¨ªa ayer mucho optimismo, al menos verbal, entre rusos y norteamericanos, aunque no se detectaba a¨²n cu¨¢l pod¨ªa ser la "f¨®rmula m¨¢gica" que permitiese cuadrar el c¨ªrculo sobre la fuerza internacional antes de la cumbre del G-8 de ma?ana. Al t¨¦rmino de las conversaciones, el secretario de Defensa de EEUU, William Cohen, reconoc¨ªa anoche que se hab¨ªan registrado "progresos", aunque sin llegar a un acuerdo final. Cohen y el ministro de Defensa ruso, ?gor Sergu¨¦iev, se comprometieron a proseguir hoy las negociaciones. "A¨²n es demasiado pronto para hablar de resultados concretos", precis¨® Sergu¨¦iev. Rusia insiste en que no pondr¨¢ sus tropas bajo mando de la OTAN, en que s¨®lo acepta la autoridad de la ONU y en que exige el control de una zona de Kosovo, preferiblemente la de poblaci¨®n mayoritariamente serbia. En otro caso, al ¨¦xodo kosovar suceder¨ªa ahora el serbio, en lo que constituir¨ªa, seg¨²n Mosc¨², un nuevo episodio de limpieza ¨¦tnica.

Para la OTAN, en cambio, no es siquiera discutible que debe haber un mando unificado (el suyo), y tampoco la cesi¨®n a las fuerzas rusas de una zona propia, entre otros, por dos motivos: el riesgo de divisi¨®n del territorio y que Kosovo est¨¢ ya distribuido en cinco zonas, todas adjudicadas: a Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia y Reino Unido.

Cohen se reafirm¨® ayer en Helsinki en estos principios, aunque se?al¨® que se buscar¨ªa c¨®mo "atender a las necesidades rusas" sin "violar las normas fundamentales" de la OTAN. "Intentaremos ser creativos", a?adi¨®, en lo que podr¨ªa traducirse como que se har¨¢ lo posible para que Rusia salve la cara, con f¨®rmulas como la participaci¨®n de un representante ruso en la estructura de mando de la Kfor o la creaci¨®n de una "zona de responsabilidad" rusa en los sectores ya existentes.

Sergu¨¦iev no fue tan expl¨ªcito como Cohen y dijo que seguir¨ªa las instrucciones del presidente Bos¨ªs Yeltsin, quien sigue sin admitir p¨²blicamente que fue suya la decisi¨®n de enviar a los soldados rusos a Kosovo.