Las guerras del futuro tendr¨¢n su origen en la violaci¨®n de los derechos humanos

La intervenci¨®n de la OTAN en Yugoslavia demuestra que "las guerras del futuro, incluso si son a gran escala, no se parecer¨¢n a las del pasado", seg¨²n el informe anual del Instituto Internacional de Investigaci¨®n sobre la Paz de Estocolmo (SIPRI), publicado ayer en la capital sueca. Estos "nuevos" conflictos resultar¨¢n de la "violaci¨®n masiva de los derechos humanos y de las minor¨ªas, y de la depuraci¨®n ¨¦tnica cometida por pol¨ªticas nacionalistas agresivas", explica el informe, que indica que el a?o pasado se registraron 27 conflictos armados en 26 pa¨ªses.

Once de esas guerras se produjeron en ?frica, nueve en Asia, cuatro en Oriente Pr¨®ximo, dos en Am¨¦rica Latina y s¨®lo una, la de Kosovo, en Europa. "La comunidad internacional no podr¨¢ tolerar esas violaciones de los derechos humanos, pero sigue pendiente la cuesti¨®n de saber qui¨¦n estar¨¢ autorizado a obligar a un Estado a respetar derechos violados, incluyendo los de sus propios ciudadanos", agrega el libro. Tras subrayar que la integridad de los Estados debe constituir la base del derecho internacional, el SIPRI afirma que, sin embargo, su soberan¨ªa no es "absoluta", sino que tiene limitaciones. La fundamental de ellas es que no se ejerza contra sus ciudadanos y, en segundo lugar, que el Estado respete sus compromisos internacionales.

Ning¨²n Estado tiene el monopolio del ejercicio del derecho internacional y corresponde al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas decidir las medidas que deben tomarse con este fin, estima el SIPRI, en una clara alusi¨®n a la intervenci¨®n de la OTAN en Yugoslavia sin mandato de la ONU. Para justificarse, las intervenciones militares "deben ser ordenadas y legitimadas por una masa cr¨ªtica de Estados", seg¨²n el SIPRI, que cree que hay vac¨ªos en la ley internacional cuando se trata de intervenciones con car¨¢cter humanitario.

"En lo sucesivo hay que establecer un nuevo orden mundial que no s¨®lo haga suyas las declaraciones de respeto de los derechos y de las minor¨ªas, sino que defina tambi¨¦n mecanismos de restablecimiento de derechos violados", dice el instituto de Estocolmo.

Nuevo papel de EEUU

Seg¨²n el SIPRI, el actual contexto de seguridad internacional se caracteriza por el nuevo papel que juega en el orden mundial Estados Unidos, que, al disponer de una potencia excepcional, puede tener "la tentaci¨®n de realizar una pol¨ªtica de seguridad hegem¨®nica, donde la asociaci¨®n con otros pa¨ªses constituye una alternativa". La inestabilidad resultado de "la debilidad y el car¨¢cter antidemocr¨¢tico" de ciertos Estados, que es a menudo el origen de la internacionalizaci¨®n de crisis dom¨¦sticas, la globalizaci¨®n econ¨®mica y tecnol¨®gica y las armas de destrucci¨®n masiva que, como en el caso de India y Pakist¨¢n en el conflicto sobre Cachemira, pueden servir para objetivos distintos de los pol¨ªticos, son los otros elementos que definen hoy en d¨ªa el nuevo orden mundial. Por todas estas razones, la comunidad internacional debe buscar un nuevo sistema de seguridad que sea "com¨²n, universal y basado en la cooperaci¨®n". Este nuevo sistema lo imponen tres cambios fundamentales en las relaciones internacionales, explica el instituto. Entre estos cambios est¨¢ la globalizaci¨®n que demuestra que la potencia y la riqueza no est¨¢n ya s¨®lo determinadas por el territorio. Los derechos humanos y el Estado de derecho ya no son cuestionados, sino que se consideran valores comunes en los que se funda el orden mundial actual. Y, finalmente, la responsabilidad personal de los dirigentes puede cuestionarse actualmente en virtud de la ley penal internacional.

Gastos militares

El total de los gastos militares durante el a?o 1998 queda estimado en aproximadamente 700.000 millones de d¨®lares (unos 105 billones de pesetas) y, aunque la tendencia decreciente observada desde 1987 se interrumpi¨® en 1997, se estima que los gastos militares disminuyeron en un 3,5%. Esto es debido principalmente a que Rusia disminuy¨® en un 55% sus gastos militares, y Estados Unidos, en un 4% durante 1998. En cambio, China aument¨® notablemente dichos gastos.

La producci¨®n de armas se ha concentrado principalmente en unos pocos pa¨ªses industrializados y una estimaci¨®n de 1996 indicaba que los 10 mayores responden por el 90% de la producci¨®n, y de ella, la mitad correspond¨ªa a EEUU. Los proveedores de armamentos m¨¢s importantes durante el periodo 1994-1998 han sido: EE UU, Rusia, Francia, Reino Unido y Alemania. Taiwan y Arabia Saud¨ª, los mayores compradores durante ese periodo de tiempo.