"La fiscalidad vasca no ha da?ado la econom¨ªa del Estado o a empresas de otras comunidades"
Los incentivos fiscales a la empresas arbitrados por las Haciendas vascas siguen bajo el punto de mira de los tribunales y de la Comisi¨®n Europea. Jon Zabalia (Bilbao, 1942), portavoz para asuntos econ¨®micos del PNV en el Congreso, sostiene la necesidad de un pacto de Estado para evitar la judicializaci¨®n del Concierto Econ¨®mico. No obstante, considera que en ¨¦l las Haciendas forales no deber¨ªan obligarse a nada, porque sus normas fiscales, afirma, no causan perjuicios a la racaudaci¨®n tributaria del Estado ni a las empresas de otras autonom¨ªas. Pregunta. Ante las ¨²ltimas resoluciones judiciales y de la Comisi¨®n Europea sobre los incentivos fiscales, tanto el lehendakari como usted han abogado por un pacto de Estado para preservar el Concierto. ?En qu¨¦ consistir¨ªa? Respuesta. En estos momentos el Gobierno central se est¨¢ dando cuenta que, ante los movimientos europeos sobre la armonizaci¨®n fiscal, no conviene abrir frentes donde se ponga en cuesti¨®n sistemas fiscales internos, como los de las Diputaciones forales y Navarra. Lo que empez¨® como una inercia de la Administraci¨®n central y de otras comunidades de recurrir cualquier norma fiscal foral que se aparte de la estatal, no s¨®lo no es pr¨¢ctico (cuando hay sentencia, la norma ha deca¨ªdo y, adem¨¢s, los tribunales nos han dado casi siempre la raz¨®n) sino que crea al propio Gobierno una situaci¨®n desagradable ante la UE. Esto me hace pensar que hay que reconsiderar esta situaci¨®n. Adem¨¢s, en el acuerdo de investidura [del PNV con Aznar] una de las cla¨²sulas era que se iba a revisar todos los recursos pendientes. Empez¨® a hacerse, pero se ha paralizado. Esta actitud tiene que ir cambiando, porque la armonizaci¨®n fiscal en la UE no se va a producir a corto plazo. Al final, lo que quiz¨¢ se va a perseguir m¨¢s desde Bruselas son actuaciones de los gobiernos en el ¨¢mbito de la competencia. P. ?Han planteado ese posible pacto al vicepresidente Rato? R. Lo hemos comentado con Rato, con Costa y la gente de Econom¨ªa y Hacienda. Todav¨ªa no hemos tenido reuniones formales, pero en las conversaciones habituales con miembros del Gobierno hemos comentado estas cosas. La impresi¨®n que tengo de ellas es que no se ve demasiado sentido a este tipo de recursos, que pueden llegar a la curiosa conclusi¨®n de que los abogados del Estado que ponen aqu¨ª los recursos ante el Contencioso sean que nos acompa?an a defender las normas forales ante el Tribunal Europeo de Luxemburgo. P. Y en ese acuerdo, ?a qu¨¦ se obligar¨ªan las instituciones vascas? ?a una autocontenci¨®n a la hora de ajercer sus competencias? R. M¨¢s que de pacto, hablar¨ªa de que cada uno tuvi¨¦ramos muy claro cu¨¢l es el ¨¢mbito soberano del sistema fiscal. El pacto est¨¢ ya recogido en los cinco puntos de armonizaci¨®n que establecimos en la ¨²ltima revisi¨®n del Concierto. Lo que pasa es que tengo el convencimiento de que todo esto responde m¨¢s a posturas pol¨ªticas que a la defensa de unos intereses recaudatorios o empresariales concretos. Si yo recurro algo es porque considero que me est¨¢ perjudicando. Pero, por mucho que se diga, las normas fiscales vascas no han llegado a perjudicar a la econom¨ªa del Estado o las empresas de otros territorios. De hecho, si el Estado no hace lo mismo que nosotros es porque su margen de maniobra presupuestaria no se lo permite, no porque considere que sean medidas malas; de hecho, cuando ha podido, ha reducido la fiscalidad empresarial en el mismo sentido que nosotros. Por nuestra parte, independientemente de que se recurra o no, vamos a seguir desarrollando nuestra capacidad fiscal. Ya veremos lo que dicen los tribunales europeos. P. Pero, reconocida una compentencia, se puede ejercer de forma amplia o m¨¢s contenida. ?Porqu¨¦ dar un cr¨¦dito fiscal del 45% de la inversi¨®n y no del 20%? R. En Bruselas no se va a poner en cuesti¨®n el sistema, s¨ª quiz¨¢ la concesi¨®n de ayudas a empresas. Hay un movimiento que no est¨¢ muy claro. Ah¨ª est¨¢ [el comisario Mario] Monti intentando hacer un c¨®digo de buena conducta fiscal, pero es tan d¨ªf¨ªcil... Lo que est¨¢ ocurriendo aqu¨ª sucede en todos los pa¨ªses. Lo que pasa es que no hemos tenido capacidad de defender o presionar directamente en Bruselas. P. ?Pero de qu¨¦ valdr¨ªa que Gobierno no recurriera las normas forales si la Comisi¨®n Europea anula su aplicaci¨®n por ir contra la competencia? ?Hasta qu¨¦ punto se puede dar lo que t¨² quieras para atraer inversiones? Ah¨ª est¨¢ el caso Daewoo. R. Bueno, tampoco es dar lo que quieras. En otros niveles tambien se dan ayudas, y aqu¨ª mismo tenemos el caso del Ayuntamiento de La Carolina, que nosotros descubrimos hace casi un a?o. P. Pero no hay muchos casos de que a una empresa se le conceda recuperar v¨ªa impuestos el 45% de lo invertido, m¨¢s una importante reducci¨®n del impuesto de sociedades, m¨¢s una ayuda directa del 25% de la inversi¨®n, m¨¢s terrenos en condiciones favorables, como descubri¨® la CE con Daewoo. R. Es que estos casos son excepcionales. Una situaci¨®n tan grave como hemos vivido, en la que hay una necesidad imperiosa de inversiones, con una reconversi¨®n y unas tasas de paro impresionantes, porque adem¨¢s ten¨ªamos el problema de la violencia, requer¨ªa ayudas de todo tipo para traer una industria con capacidad tractora. Adem¨¢s, hay limitaciones para todos. Al final, las Diputaciones tienen que ingresar, y el margen tributario no es ilimitado. ?Qui¨¦n no dar¨ªa todo tipo de ayudas a una multinacional del autom¨®vil que viniera, sabiendo todo lo que genera alrededor? En momentos determinados podemos atraer inversiones dando unas condiciones excepcionales porque estamos en una situaci¨®n tambi¨¦n especial, pero tampoco se pueden generalizar a todas las empresas. Pedimos que Bruselas trate de la misma forma a todos los pa¨ªses que dan ayudas, y lo que vemos es que eso no ocurre, que nos toman como una especie chivo expiatorio porque no tenemos la capacidad de poder defendernos y presionar en Bruselas. P. Pero, al margen de la capacidada y la necesidad, ?no habr¨ªa que hacer un an¨¢lisis del efecto real que ha tenido esa bater¨ªa de incentivos fiscales? Despu¨¦s de tanto ruido, s¨®lo se ha conseguido atraer una empresa, que ha invertido 11.000 millones para hacer frigor¨ªficos. R. Hay dos posibles an¨¢lisis sobre esto. Uno es que, pese a dar todas esas ayudas, tampoco los proyectos empresariales vienen como las moscas a la miel. Las ayudas fiscales es un factor m¨¢s a la hora de invertir en un determinado lugar, y hay otros que est¨¢n muy por encima. Esto explica que no hayamos conseguido traer a una gran empresa del autom¨®vil, como siempre se ha querido. ?Y c¨®mo se puede medir el efecto? Es dif¨ªcil hacerlo en t¨¦rminos de PIB, pero s¨ª ha tenido un efecto que para nosotros era muy importante: demostrar que una empresa de fuera puede instalarse aqu¨ª a pesar de la situaci¨®n en que est¨¢bamos, rompiendo con la imagen que ten¨ªamos en el exterior y que actuaba como freno para otras posibles inversiones. Y esto se ha conseguido con Daewoo. P. Pero, desde el punto de vista pr¨¢ctico, ?no cree que el efecto real de esta sucesi¨®n de ayudas ha sido subvencionar inversiones que las empresas vascas iban a realizar en cualquier caso? R. Tener esa soberan¨ªa nos permite adaptar la fiscalidad a las necesidades de la econom¨ªa y las empresas vascas. La fiscalidad no tiene que estar enfocada s¨®lo a atraer inversiones, sino al propio sistema productivo; y no s¨®lo a las empresas en crisis, sino a las que van bien y tienen beneficios. El Pa¨ªs Vasco tiene una configuraci¨®n productiva diferenciada y, como tenemos capacidad de adaptar el sistema tributario a nuestra econom¨ªa, es lo que hacemos.
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