Fontcuberta fabula los interrogantes de la carrera espacial sovi¨¦tica

El fot¨®grafo Joan Fontcuberta viaj¨® poco despu¨¦s de la ca¨ªda del muro a la URSS con el objeto de localizar fotograf¨ªas de la Luna para una exposici¨®n. En su viaje se puso en contacto con una misteriosa Fundaci¨®n Sputnik, cuya puesta en marcha obedec¨ªa al deseo de mostrar transparencia en los logros y fracasos sovi¨¦ticos en la carrera espacial. A partir de esta f¨¢bula, el artista escenifica una incre¨ªble historia de la tripulaci¨®n del Soyuz 2 que presenta en el Museo Nacional de Arte de Catalu?a.

La exposici¨®n Sputnik: la odisea de la Soyuz 2, que desde hoy y hasta el 30 de agosto podr¨¢ verse en el Palau Nacional, ha contado con el apoyo de Fundaci¨®n Arte y Tecnolog¨ªa de Telef¨®nica. Como record¨® el director del MNAC, Eduard Carbonell, ¨¦sta no es la primera vez que la instituci¨®n se aparta de su habitual l¨ªnea. Sin embargo, sorprende ver en sus salas r¨¦plicas de naves espaciales, trajes de astronautas, fragmentos de meteoritos y fotograf¨ªas espaciales. El enigma principal de la exposici¨®n parece sacado de una pel¨ªcula de esp¨ªas en la guerra fr¨ªa. Seg¨²n la historia que se explica en la exposici¨®n, tras la muerte del cosmonauta Komarov al tomar tierra la nave Soyuz 1, el Gobierno sovi¨¦tico no quiso asumir su siguiente fracaso espacial. Se trataba de la desaparici¨®n en el espacio de los tripulantes de la Soyuz 2, el coronel Iv¨¢n Isochnikov y la perra Kloka. Tras recibir el impacto de un meteorito, no qued¨® ning¨²n resto de ambos, aunque se pudo recuperar la nave. Desde el Kremlin se ech¨® tierra al incidente con el argumento de que la nave estaba dirigida autom¨¢ticamente y que jam¨¢s hab¨ªa tenido tripulaci¨®n. De la previsible gloria, Isochnikov y Kloka pasaron al m¨¢s absoluto olvido. Para hacer desaparecer cualquier vestigio que recordara la existencia del cosmonauta se borr¨® de un plumazo su vida. Si esta historia parece poco ver¨ªdica, a¨²n es m¨¢s dif¨ªcil de entender, tal como cuenta la exposici¨®n, c¨®mo gracias a una fotograf¨ªa aparecida en una subasta de Sotheby"s se puso al descubierto el entramado. La fotograf¨ªa, cotejada con otra versi¨®n reproducida en una vieja enciclopedia rusa de astron¨¢utica, pon¨ªa en evidencia que se hab¨ªa hecho desaparecer a Isochnikov de un grupo de cosmonautas que se hab¨ªan retratado en medio de la plaza Roja de Mosc¨². Con este punto de arranque se puso en marcha toda la historia. Para su traslaci¨®n art¨ªstica, Fontcuberta se ha permitido ciertas licencias que enturbian el total verismo del tema. Para ofrecer un aliciente m¨¢s a la singular exposici¨®n, Fontcuberta ha planteado otros enigmas que el visitante tiene que resolver. De todos modos, la documentaci¨®n aportada y los elementos que pueden verse en la exposici¨®n permiten constatar el empe?o puesto en los a?os sesenta por la Uni¨®n Sovi¨¦tica para ir a la cabeza de la revoluci¨®n espacial.