El b¨²nker

MANUEL PERIS En su particular clasificaci¨®n de las mentiras, Mark Twain fij¨® una curiosa tipolog¨ªa: las mentiras, las mentiras abominables y las estad¨ªsticas. En su no menos particular lectura de los resultados electorales, la direcci¨®n provisional de los socialistas valencianos ha hecho uso de las tres. Mentira estad¨ªstica es la que durante estos d¨ªas Antoni Asunci¨®n y la gestora del PSPV-PSOE han deslizado, poniendo el ¨¦nfasis en el aumento de esca?os conseguido por los socialistas en estos comicios y no analizando la globalidad de los datos. Mentira sin m¨¢s es afirmar, como lo han hecho, que los resultados electorales son positivos para los socialistas y que se ha incrementado el porcentaje de votos, cuando lo cierto es que, a pesar del hundimiento de Esquerra Unida, dicho porcentaje apenas se ha movido (34,4 en 1999, frente al 34,3 en 1995) y han perdido 37.000 votos respecto a los anteriores comicios. Y mentira abominable es presentar a Asunci¨®n como salvador de los muebles del naufragio electoral al que supuestamente estaba condenado Romero, cuando lo bien cierto es que fue el propio Asunci¨®n, con la inestimable ayuda de Cipri¨¤ Ciscar en su papel de acorazado de Ferraz, el primero en lanzar sus torpedos en plena precampa?a contra la direcci¨®n y la candidatura de su propio partido, elegida democr¨¢ticamente en el ¨²ltimo congreso y en las primarias. No es cuesti¨®n de hurgar en las heridas internas del PSPV-PSOE y sacar conclusiones sobre por qu¨¦ la candidatura de Asunci¨®n ha reunido bastantes menos apoyos electorales que la conseguida por Rosa D¨ªez en la Comunidad Valenciana, o por qu¨¦ los votantes de Ana Noguera han superado a los de Asunci¨®n en la ciudad de Valencia. Se trata simplemente de constatar lo evidente, que el rey est¨¢ desnudo: que mientras los socialistas han subido en comunidades como Asturias o Extremadura, e incluso, aunque menos, en Cantabria, Arag¨®n, Murcia, las dos Castillas o Madrid y mientras han obtenido dignos resultados en los municipios de Catalu?a, Andaluc¨ªa y el Pa¨ªs Vasco, aqu¨ª han fracasado; que mientras los populares, en mayor o menor medida, se han debilitado en todas esas comunidades y han retrocedido en otras como Canarias, o Baleares, aqu¨ª, en la Comunidad Valenciana, el PP ha obtenido los mejores resultados de toda Espa?a, abriendo una brecha de 14 puntos respecto a la primera fuerza de la izquierda. Asunci¨®n y la direcci¨®n provisional de los socialistas valencianos pueden caer en la tentaci¨®n de mentir y autoenga?arse, en un intento de perpetuarse como administradores de la miseria. Asunci¨®n puede, incluso, intentar echar balones fuera como ha hecho en la indecorosa diatriba lanzada contra el ex rector Ramon Lapiedra. Puede hacer todo eso porque cuando un discurso pol¨ªtico no tiene ideas, el ¨²nico proyecto que le queda es aferrarse obsesivamente al poder por menesteroso que ¨¦ste sea. Asunci¨®n puede encerrarse en el b¨²nker autocomplaciente de la gestora e intentar prolongar lo que certeramente, en estas misma p¨¢ginas, Ricard P¨¦rez Casado ha calificado como "estado de excepci¨®n". Pero es m¨¢s que dudoso que a Cipri¨¤ Ciscar le permitan sus compa?eros de la direcci¨®n federal del PSOE falsear la realidad valenciana, aunque s¨®lo sea porque en ello les va una parte sustancial del pr¨®ximo espacio electoral en juego y porque otros socialistas han demostrado, con ¨¦xito, que en efecto hay otra forma de hacer pol¨ªtica.