El escultor catal¨¢n Jaume Plensa juega con la luz y el falso silencio en sus ¨²ltimas instalaciones
El escultor Jaume Plensa (Barcelona, 1955) expone desde el viernes en la galer¨ªa Altxerri (Reina Regente, 2) de San Sebasti¨¢n dos instalaciones que suponen una s¨ªntesis de sus obsesiones art¨ªsticas, junto a una muestra de obra gr¨¢fica que resume su trabajo como grabador. La exposici¨®n, la primera de Plensa en el Pa¨ªs Vasco, se presenta como una aproximaci¨®n muy personal al arte, revestida de preocupaciones del autor sobre la fragilidad humana, la incertidumbre ante el cambio de milenio y una concepci¨®n de la escultura como "dep¨®sito de la memoria".
Plensa ha convertido la galer¨ªa en un espacio para la reflexi¨®n, vertebrado a partir de la luz y el sonido. El artista catal¨¢n no busca deslumbrar con discursos o apolog¨ªas. Propone s¨ªmplemente dos instalaciones bajo una luz tenue que invita al recogimiento en medio de un silencio imposible. En la planta baja varias mesas blancas de nailon soportan esas l¨¢mparas infantiles que alumbran durante toda la noche para mitigar el miedo de los ni?os a la oscuridad. Es una llamada de atenci¨®n al espectador para penetrar en su mundo interior, sentirse a s¨ª mismo sentado en cualquiera de las estructuras y descubrir que nunca puede hablar de silencio. "En el fondo no existe, es una ambici¨®n, un anhelo", afirma el escultor. "El obst¨¢culo es nuestro propio cuerpo, supongo que es necesario morir para descubrirlo en estado puro". El espectador no encontrar¨¢ silencio en Altxerri. En ese refugio, aunque est¨¦ solo, atento a su propia sonoridad, le sorprender¨¢ el ruido de la otra instalaci¨®n: un recipiente en el suelo, sobre el que pende del techo un c¨ªmbalo, que recibe una gota de agua peri¨®dicamente y perturba la quietud de la sala. Esta pieza es la escenificaci¨®n de uno de los pensamientos de William Blake: "Una idea puede llenar la inmensidad". "El gong", dice Plensa, "ocupa el espacio con la energ¨ªa que produce la propia vibraci¨®n de la materia". Y resume su concepci¨®n sobre la escultura. "Es m¨¢s una cuesti¨®n de tiempo que de espacio. La escultura es un dep¨®sito de memoria brutal. Por eso creo en su proporci¨®n, pero no f¨ªsica, sino mental". Quiz¨¢ por eso busca renovarse constantemente, porque una de sus obsesiones radica en que esta disciplina art¨ªstica no se convierta en un ejercicio de estilo. Los trabajos de Plensa encierran siempre las mismas preocupaciones, buscan generar percepciones emotivas, pero desde una huida y un desprecio a la repetici¨®n. El escultor ha utilizado a lo largo de su extensa trayectoria internacional diferentes materiales, desde el hierro hasta el aluminio o el alabastro, el cristal y ahora, con m¨¢s insistencia que nunca, el nailon y, sobre todo, la luz. La delicadeza de la obra que presenta en Altxerri pretende servir de contraposici¨®n a la tradici¨®n de la escultura vasca, "siempre", dice, "ligada a lo duro, a lo fuerte". Exhibe adem¨¢s tres piezas de resina de poli¨¦ster que muestran en relieve frases en ingl¨¦s que recuerdan preguntas b¨¢sicas sobre el hombre y el universo. Altxerri propone adem¨¢s la aproximaci¨®n a distintas etapas de su trabajo de grabador. Plensa estuvo recientemente en San Sebasti¨¢n para supervisar la escenograf¨ªa dise?ada para la actuaci¨®n del Orfe¨®n Donostiarra y la Fura dels Baus en el Festival de Salzburgo en agosto.
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