Treinta a?os con Tusquets FERNANDO VALLS
?C¨®mo se convierte alguien en editor literario? Y, lo que es m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa, ?c¨®mo consigue sobrevivir 30 a?os en el oficio? La respuesta quiz¨¢ pase por aquello que llaman vocaci¨®n, algo de azar, mucha habilidad y perseverancia, sin olvidar el olfato y la suerte. En el caso de la editorial Tusquets, hay que a?adirle la rara habilidad de Beatriz de Moura y Toni L¨®pez Lamadrid para rodearse de buenos colaboradores, tan conocedores del oficio como discretos y atentos en el trato. Beatriz de Moura lleg¨® a Barcelona con 17 a?os, procedente de R¨ªo de Janeiro, cuando nombraron a su padre c¨®nsul general de Brasil. Desde peque?a so?¨® que si no pod¨ªa ser Shirley Mac Laine, para cantar y bailar en pel¨ªculas c¨®micas, se dedicar¨ªa a las letras. Se fue a estudiar idiomas a Ginebra, public¨® una novela, Suma (Lumen, 1974), que ella misma defini¨® como "muy autobiogr¨¢fica y muy vomitona", aunque en 1969, entre los efluvios de lo que se llam¨® la gauche divine, ya se hab¨ªa convertido en editora. Pero como estas cosas no ocurren de un d¨ªa para otro, hay que recordar que hizo un largo aprendizaje en Gustavo Gili, Salvat y Lumen. Repasar, aunque sea someramente, los 30 a?os de Tusquets es hablar de los Cuadernos ?nfimos, de los Marginales, alimento imprescindible durante los setenta; de colecciones como Andanzas, la Sonrisa Vertical (con el premio de narrativa er¨®tica, fundado en 1977) o de los vol¨²menes de poes¨ªa que componen la serie de Nuevos Textos Sagrados, que de la mano de Toni Mar¨ª cumple ahora 10 a?os. Sin olvidar el Premio Comillas y aquellas otras colecciones que llevan una vida m¨¢s pausada como Metatemas y Los cinco sentidos, en las que se encuentran joyas como La cocina cristiana de Occidente, de ?lvaro Cunqueiro. Pero quiz¨¢ lo m¨¢s importante es que uno sigue teniendo la sensaci¨®n de que los libros de Tusquets han sido elegidos uno a uno, con esmero, editados sin erratas y con dise?os atractivos. ?Y no es, acaso, un lujo contar con traductores como Carlos Pujol, Javier Albi?ana o Carlos Manzano?, por s¨®lo citar unos pocos nombres. Creo que autores como Samuel Beckett, Albert Camus (que deslumbr¨® a la editora cuando era una joven estudiante del Liceo Franc¨¦s), Marguerite Duras (El amante ha sido uno de los grandes ¨¦xitos de la editorial), Georges Simenon, Milan Kundera, Friedrich D¨¹rrenmatt, ?mile Cioran, Ernst J¨¹nger, Malcolm Lowry, Arthur Miller, John Updike, Woody Allen, Italo Calvino, Leonardo Sciascia, Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez (del Relato de un n¨¢ufrago se han vendido m¨¢s de 500.000 ejemplares), Adolfo Bioy Casares o Abilio Est¨¦vez, o los espa?oles Carlos Barral, Carlos Castilla del Pino, Jorge Sempr¨²n, Almudena Grandes, Luis Landero, Jos¨¦ ?ngel Valente, Juan Luis Panero, justifican una trayectoria editorial. Aunque siento especial debilidad por los ensayos de Herbert Lottmann y por la obra de Cristina Fern¨¢ndez Cubas. Hoy, superada la grave crisis de los primeros a?os ochenta, Tusquets tiene abiertas sucursales en M¨¦xico y Buenos Aires. Beatriz y Toni L¨®pez componen un d¨²o curioso que se complementa a la perfecci¨®n. Ella (a la que Garc¨ªa Hortelano tachaba de "deslumbrante"), con una risa tan f¨¢cil como contagiosa, se ocupa de la parte literaria. Y ¨¦l, que la apostilla siempre esbozando una media sonrisa de complicidad y escepticismo, lleva la parte financiera. A los que hemos tenido la fortuna de tener tratos con esta casa nos ser¨¢ dif¨ªcil olvidar el rigor, la amabilidad, generosidad, campechan¨ªa y buen humor de todas sus gentes. En fin, Tusquets, quiz¨¢ por sus dimensiones humanas, sigue siendo una editorial con algo de artesanal, en la que s¨®lo se publica lo que gusta a sus editores, lo que hoy en d¨ªa es todo un lujo. Pero quiz¨¢ lo que m¨¢s me satisfaga sea su respeto por los autores y lo que parece ser su objetivo primordial y su mayor acierto: la apuesta por la calidad literaria.
Fernando Valls es profesor de Literatura Espa?ola Contempor¨¢nea en la Universidad Aut¨®noma de Barcelona.
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