"Desmenuzar en pedacitos" el c¨¢ncer

Jes¨²s Gonz¨¢lez, un fornido guardia forestal de 41 a?os, entr¨® en el hospital La Fe de Valencia en febrero por un dolor que sent¨ªa en el pecho. Sali¨® 15 d¨ªas m¨¢s tarde con un diagn¨®stico de c¨¢ncer de pulm¨®n y "un gran despiste", una expresi¨®n tras la que oculta el desconocimiento que ten¨ªa sobre la enfermedad y la forma de combatirla: "Pens¨¦ que las paredes se ca¨ªan", asegura. Cuatro meses m¨¢s tarde, Jes¨²s participa junto a otros 23 pacientes -desde terminales a enfermos que acaban de tomar contacto con la enfermedad- y familiares en el programa Aprender a vivir con c¨¢ncer, unas sesiones de apoyo que coordina Mar¨ªa Dolores Soler, enfermera con 28 a?os de experiencia en oncolog¨ªa. "Se trata de una oferta complementaria al tratamiento de la enfermedad", se?ala con voz pausada. El curso, impartido en el hospital La Fe, es el resultado de un proyecto de investigaci¨®n iniciado en 1987 en la Unidad de Investigaci¨®n Cl¨ªnica de la Universidad de Lund (Suecia) dirigido por la enfermera Gertrude Grahn, aunque hasta 1997 no se comenz¨® a impartir en Espa?a, tras un proceso de adaptaci¨®n a la cultura local. A trav¨¦s de ocho sesiones -que eval¨²an detalladamente los pacientes- se les ofrece una visi¨®n global de la enfermedad que les permite entender qu¨¦ les pasa y les ofrece importantes instrumentos para combatirla, como el control emocional. En suma, "lecciones de adaptaci¨®n humana", en boca de Mar¨ªa Dolores. Para lograrlo los enfermos aprenden mediante un "acercamiento muy pr¨¢ctico" a distinguir las c¨¦lulas cancer¨ªgenas de las sanas a trav¨¦s del microscopio, identifican su tumor en una especie de puzzle en tres dimensiones de un cuerpo humano, atienden consejos sobre dietas, se ponen al d¨ªa sobre las ¨²ltimas l¨ªneas de investigaci¨®n y reciben clases de relajaci¨®n mientras comparten "sentimientos y experiencias". Jes¨²s ha pasado de la desorientaci¨®n absoluta a tener una relaci¨®n "normalizada con la enfermedad". Se queja de la "poca" informaci¨®n que recibi¨® de su m¨¦dico, un desconocimiento que ha compensado con las nociones que ha recibido, donde le han "desmenuzado en pedacitos" la enfermedad. Con gesto sereno, esbozando una sonrisa y luciendo la alopecia t¨ªpica de quien se encuentra en pleno tratamiento de quimioterapia, el curso le ha servido para "perder el miedo a lo desconocido" y tener una cosa clara ante el avanzado estadio de la enfermedad: "Hay que cur¨¢rselo".