"No hay reconciliaci¨®n si quien mat¨® no dice lo siento"
Jos¨¦ ?ngel Cuerda (Vitoria, 65 a?os) mira su futuro particular y no alcanza m¨¢s all¨¢ de las dos pr¨®ximas semanas. S¨®lo sabe que reabrir¨¢ su viejo despacho de abogado, m¨¢s como una excusa contra la inactividad que por un aut¨¦ntico deseo de retomar su casi olvidada profesi¨®n. Ha rechazado un puesto en Nicaragua como consultor de Naciones Unidas. Ha optado por seguir en el Pa¨ªs Vasco, a poder ser, ayudando a terminar el proceso de supresi¨®n de la violencia. "La paz no tiene precio", se?ala, mirando de reojo al ministro Mayor Oreja, "pero la legalidad penitenciaria y la justicia tampoco". Pregunta. ?Qu¨¦ no ha hecho bien el PNV en esta campa?a para no ganar? Respuesta. Ha habido dos elementos. Uno, que todo lo que ha ocurrido desde la tregua se ha interpretado desde una ¨®ptica del PP y PSOE como algo muy negativo y creo que el objetivo era el PNV. Frente a eso, creo que ha habido demasiados silencios por parte del PNV. No ha explicado su trabajo para conseguir la tregua, ni el pacto con Euskal Herritarrok, con la renuncia a m¨¦todos violentos que implica. El otro aspecto negativo es que la coalici¨®n con EA no ha funcionado. Ha habido aspectos negativos muy importantes. El PNV no ha ganado en ?lava por los serios problemas que ha habido con la coalici¨®n en el valle de Ayala. All¨ª hubo un enfrentamiento y se han perdido cientos de votos. Probablemente ha habido muchos sectores de ambos lados que incluso la han considerado [la alianza PNV-EA] negativa. P. La alianza con EH ha provocado un giro importante en el PNV. ?Cree necesario que ese pacto provoque una radicalizaci¨®n del nacionalismo? R. El problema es que todav¨ªa estamos en una democracia de confrontaci¨®n, que da lugar a estas cosas. No es lo correcto. Tenemos que pasar a una democracia de cooperaci¨®n, donde el pacto sea algo normal. Quiz¨¢ ha habido una radicalizaci¨®n por parte del PNV, pero tambi¨¦n en los dem¨¢s. Cada uno se ha refugiado en sus cuarteles de invierno y ha luchado contra el resto. Es una etapa que hay que superar, y eliminar los elementos de conflicto. En los ¨²ltimos meses no se ha hecho mucho. Todos tenemos que hacer autocr¨ªtica y evitar los frentes, tan artificiales como perturbadores. Puede que estrat¨¦gicamente sea ¨²til crear esas fronteras, pero a m¨ª me parece negativo. P. ?Puede aumentar esa confrontaci¨®n el que los ayuntamientos de las capitales y las tres diputaciones se hayan repartido equitativamente entre partidos nacionalistas y no nacionalistas? R. Todos tenemos que plantearnos qu¨¦ es eso de ser nacionalista. En s¨ª mismo el nacionalismo no es negativo, como tampoco el socialismo, aunque haya personas que hayan utilizado estas tendencias de forma atroz. Milosevic es el jefe de un partido nacionalista y socialista, pero por ello no hay que demonizar al nacionalismo ni al socialismo. Creo que el socialismo es la ¨²nica soluci¨®n que tiene este pa¨ªs. No se pueden olvidar las ra¨ªces marxistas, porque ser¨ªa muy peligroso, y tampoco caer en una mascarada con el neoliberalismo superpuesto al socialismo. Hay que negar muchos fundamentalismos, algunos tambi¨¦n democr¨¢ticos. P. Habla de di¨¢logo, de sensatez pol¨ªtica. Usted tambi¨¦n ha hablado muchas veces de v¨ªctimas. R. Ese tema es clave y no ha existido hacia ellas un reconocimiento social adecuado. El de las v¨ªctimas es un problema de compensaci¨®n no s¨®lo econ¨®mica, sino moral. Colocar a una v¨ªctima a la cabeza de una lista electoral no es una compensaci¨®n, sino una utilizaci¨®n. En la reconciliaci¨®n tiene que haber una actitud, y que quienes han matado est¨¦n dispuestos a decir "lo siento". Mientras eso no se haga ser¨¢ dif¨ªcil avanzar en la reconciliaci¨®n, tendr¨¢n que pasar generaciones. A personas que han cometido asesinatos no se les puede colocar como h¨¦roes. Aqu¨ª los partidos necesitan una renovaci¨®n importante, quiz¨¢ m¨¢s de ideas y actitudes que de personas. P. Desde la alcald¨ªa ha buscado f¨®rmulas para impulsar el proceso de paz. ?Pretende seguir participando a partir de ahora? R. Por supuesto, aunque nadie me lo pida. Si tengo alguna posibilidad de influir, lo har¨¦. He intentado todos los contactos al m¨¢s alto nivel. As¨ª me va, claro. Porque cuando alguien te recibe a cierta escala es con la palabra de que no se va a hacer p¨²blico. Las cosas tendr¨ªan que hacerse de forma m¨¢s natural, y no decir cosas como que 63 personas que estaban en prisi¨®n provisional han quedado en libertad. Digo yo que habr¨¢n sido decisiones de los jueces. ?O qu¨¦ pasa? ?Es que ustedes dicen a los jueces a qui¨¦nes hay que poner en libertad provisional? C¨¢llense, por favor. Puede haber interpretaciones, pero si una persona lleva 18 a?os largos metido en una celda 22 horas al d¨ªa, cuando salga de all¨ª no ir¨¢ a su casa, sino a un psiqui¨¢trico. Eso no es justicia, sino venganza. Esto debe superarse. P. ?Entonces, qu¨¦ le dir¨ªa a Mayor Oreja? R. Que la paz no tiene precio, pero la legalidad en materia penitenciaria y la justicia tampoco. Por dos veces el Parlamento espa?ol ha aprobado por unanimidad una proposici¨®n diciendo que tiene que haber un cambio en la pol¨ªtica penitenciaria. Pero se olvidan de ella. P. Y est¨¢ condicionado a los contactos con ETA. R. Estoy convencido de que ETA ha desaparecido. Lo que hace falta es propiciar que esa desaparici¨®n sea contrastada y un d¨ªa anuncie que se disuelve. ETA no tiene ninguna posibilidad de volver. Lo que ellos llaman tregua indefinida es el punto final. P. ?Dir¨ªa que Iturgaiz y Mayor Oreja son m¨¢s radicales que Otegi? R. No s¨¦, pero s¨ª manifiestan una radicalidad que para m¨ª es negativa. En este Ayuntamiento he o¨ªdo a Enrique Bert [portavoz de HB] decir: "Soy independentista, acepto sin ninguna reserva el resultado de unas elecciones si hay un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n". Luego les ha preguntado si ellos [PP, PSOE] aceptar¨ªan que ganara el independentismo. Nunca ha habido respuesta. P. Y est¨¢ la otra pregunta de los socialistas y los populares al nacionalismo: si ustedes aceptan el Estatuto y la Constituci¨®n. Tampoco hay respuesta. R. Claro, es que no hay buenos ni malos. Por parte de todos hay cierta indefinici¨®n y ambig¨¹edad. Yo acepto la Constituci¨®n, pero una Constituci¨®n es para los ciudadanos y no los ciudadanos para la Constituci¨®n. Hoy los siete magn¨ªficos har¨ªan otra Constituci¨®n. Tiene que evolucionar. Hay cosas impresentables en ella, y lo dicen los propios autores. Probablemente en el PNV ha habido una situaci¨®n ambigua y poco conveniente con la Constituci¨®n. Como tambi¨¦n la ultradefensa de otros partidos. P. Se puede ser, por tanto, un defensor del marco vigente y a la vez creer inevitable un debate sobre el modelo de pa¨ªs. R. Evidentemente. La organizaci¨®n pol¨ªtica de la comunidad no ha sido est¨¢tica nunca en la historia de la Humanidad. Lo que hoy conocemos como Estado-naci¨®n es un fruto de muchos siglos de proceso. Pero est¨¢ evolucionando. Dentro de unos a?os habr¨¢ desaparecido y ser¨¢ pura Historia, como lo son los reinos de Castilla, de Arag¨®n o de Granada. En este momento estamos en la fase de superaci¨®n del Estado-naci¨®n. No todo el mundo va al mismo ritmo. En Latinoam¨¦rica se est¨¢ en otro Estado m¨¢s atrasado, o m¨¢s a¨²n en ?frica. P. Usted no es un pol¨ªtico convencional. Ha buscado el consenso incluso a costa de no seguir estrictamente la doctrina de su partido. ?Hacen falta m¨¢s pol¨ªticos poco disciplinados? R. No, ser¨ªa al rev¨¦s. Hacen falta m¨¢s partidos que sean m¨¢s consecuentes con la l¨ªnea pol¨ªtica que se debe seguir. Yo tambi¨¦n soy el partido, luego la l¨ªnea pol¨ªtica tambi¨¦n la marco yo. Hace falta que en los partidos haya capacidad de autocr¨ªtica. Si son monol¨ªticos se acaban muriendo.
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