Clinton garantiza la ayuda a Macedonia y Albania, pero la condiciona a su democratizaci¨®n

El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, dedic¨® ayer seis horas a tranquilizar a los pa¨ªses vecinos de Yugoslavia. El plan de estabilizaci¨®n para los Balcanes debe ser, dijo, el motor de la regi¨®n y la esperanza para Macedonia y Albania. En su breve visita a la primera de estas rep¨²blicas, Clinton tambi¨¦n se dirigi¨® a los 10.000 refugiados albanokosovares que permanecen en el campamento de Stankovic I. A ellos, otro mensaje claro: que no les supere el sentimiento de venganza en su vuelta a Kosovo y, especialmente, que tengan paciencia y no regresen a casa hasta que el problema de las minas est¨¦ resuelto.

Bill Clinton lleg¨® a Macedonia, acompa?ado de su esposa, Hillary, procedente de Eslovenia. En Skopje, el presidente de EEUU habl¨® de un plan de estabilidad que ser¨¢ la base del progreso de Macedonia y Albania, los dos pa¨ªses m¨¢s pobres de la zona, pero condicionado a los esfuerzos de democratizaci¨®n y al respeto a las minor¨ªas. As¨ª se lo dijo a los presidentes macedonio, Kiro Gligorov, y alban¨¦s, Rexhep Mejdani, y a sus primeros ministros, Ljupco Georgievski, y Pandeli Majko, con los que se reuni¨®. "Para construir un futuro sin violencia ¨¦tnica debemos hacer que el pacto de estabilizaci¨®n sea un ¨¦xito. Debemos crear oportunidades para los ciudadanos", dijo Clinton en una intervenci¨®n ante el Parlamento macedonio.

En Skopje, el l¨ªder norteamericano tambi¨¦n aprovech¨® para agradecer a estos dos pa¨ªses su esfuerzo a lo largo de los ¨²ltimos meses acogiendo refugiados y fuerzas de la OTAN. En especial, Macedonia, pa¨ªs en el que recalaron unos 300.000 deportados albanokosovares y donde han tenido su base cerca de 20.000 militares aliados, a pesar de "los considerables riesgos que eso ha supuesto".

La visi¨®n de Clinton es clara y corresponde con lo que ya ha dicho en otras ocasiones: la Yugoslavia del futuro debe ser una Yugoslavia unida -"que mantenga su integridad territorial"-, con las mismas fronteras que tiene ahora, con un Kosovo aut¨®nomo pero no independiente, y con una libertad cultural "dentro de los est¨¢ndares europeos". As¨ª lo repiti¨® ayer despu¨¦s de insistir en la "responsabilidad de los aliados de la OTAN de ayudar a Macedonia a superar las penurias econ¨®micas que le impuso la reciente crisis" y decirle a Gligorov que sin su ayuda "los refugiados no estar¨ªan volviendo a casa en paz".

La llegada del h¨¦roe

A los contactos pol¨ªticos sigui¨® la visita a Stankovic I, uno de los mayores campamento de refugiados instalado en Macedonia desde el comienzo del ¨¦xodo albanokosovar. All¨ª, en Stankovic I, llegaron a albergarse 40.000 personas. Los que quedaban ayer recibieron a Clinton como un h¨¦roe y ¨¦ste les habl¨®, con mucha cercan¨ªa, para pedirles que no busquen venganza por lo ocurrido y que tengan paciencia.

"Ya hab¨¦is sufrido demasiado. Y no quiero que ning¨²n ni?o muera por culpa de una mina durante el regreso. Por favor, sed pacientes con nosotros [los aliados] y dadnos un par de semanas m¨¢s para que quitemos las minas y pod¨¢is volver a Kosovo seguros", dijo Clinton a los refugiados.

Despu¨¦s del discurso, ba?o de masas. Saludos, ni?os en los brazos del matrimonio presidencial estadounidense y conversaciones con los albanokosovares para dar ¨¢nimos y escuchar sus historias.

La seguridad que Clinton prometi¨® ayer a los refugiados en Macedonia no se podr¨¢ garantizar sin una Kfor (fuerza internacional de pacificaci¨®n) fuerte. As¨ª lo cree al menos el general Michael Jackson, el responsable de la Kfor. Ayer, en una entrevista telef¨®nica concedida a Reuters, Jackson dijo que ha pedido "a los pa¨ªses de la OTAN que aceleren la llegada de las tropas".

El general brit¨¢nico explic¨® que hasta el momento se han desplegado 17.000 soldados aliados, de los 55.000 previstos por la Kfor. Pero incluso cuando se alcance esa cifra "habr¨¢ sitio para m¨¢s". "Ahora, no hay tropas suficientes", dijo Jackson.

No hay tropas para garantizar la seguridad en una provincia donde las acciones de los francotiradores, las venganzas cotidianas entre antiguos vecinos, las minas o el desarme del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Kosovo aportan una tensi¨®n que se ha escapdo del control de la Kfor en m¨¢s de una ocasi¨®n en los ¨²ltimos 12 d¨ªas. Todo ello, en medio del regreso incontrolado de miles de albanokosares y la huida, igual de desordenada, de los serbios.

De hecho, hay zonas en el centro y el oeste de Kosovo (una provincia de s¨®lo 11.000 kil¨®metros cuadrados) donde todav¨ªa no han llegado los soldados aliados.