Otra vez un Bienvenida
Tras 25 a?os de no catarlo, los exquisitos paladares de los aficionados al toreo aut¨¦ntico, han podido gustar el sabor de la torer¨ªa de un Bienvenida. Se les ve¨ªa saltar por aqu¨ª y por all¨ª, aislados entre otras gentes ajenas al m¨¢gico rito. Esta noche no van a poder dormir. El feliz retorno del toreo de la escuela del Papa Negro lo ha protagonizado Miguel Bienvenida. Miguel es hijo de ?ngel Luis Bienvenida y ustedes no lo han visto torear nunca, porque anda muleteando a las finanzas en el despacho de un banco. Ayer sali¨® de la oficina para vestirse de corto. No cuaj¨® una faena redonda: su novillo andaba escaso de fuerzas. Pero sac¨® a relucir la torer¨ªa de la casa. Y la casta de la familia, puesta de manifiesto al seguir toreando tras sufrir una cornada. Verticalidad y la pasmosa naturalidad de su t¨ªo Antonio, perceptible, sobre todo, en la relajaci¨®n y colocaci¨®n del brazo que no torea. Un cambio de mano, despu¨¦s de una templada serie con la derecha, puso el vello de punta a los aficionados. Este Bienvenida, que al final super¨® los visibles nervios que sac¨® de salida y que le llevaron a ser cogido y a equivocar los terrenos m¨¢s de una vez, es un torero. No un oficinista.
Ramblas / Seis matadores
Novillos de Las Ramblas, arreglados para festival, desiguales, muy flojos, manejables. 3?, con hechuras de eral. 6?, pastue?o. Manolo Cort¨¦s: petici¨®n minoritaria y vuelta por su cuenta. Jos¨¦ Antonio Campuzano: oreja. S¨¢nchez Puerto: aviso con retraso y aplausos y saludos. Pepe Luis V¨¢zquez: silencio. Miguel Bienvenida: oreja. Fue atendido de una cornada en el muslo de pron¨®stico menos grave. V¨ªctor de la Serna: oreja. Plaza de Las Ventas, 24 de junio. Festival homenaje a las personas mayores. Casi lleno.
Hubo tambi¨¦n otras r¨¢fagas de sabor torero. Como las que sac¨® S¨¢nchez Puerto, frente a un eralote andar¨ªn y con la cara alta. El manchego le plant¨® pelea bajo un repentino aguacero y con un toreo de gran pureza, rematando siempre detr¨¢s de la cadera, termin¨® por someter al problem¨¢tico bicho. Ten¨ªa el novillete su miaja de picante y S¨¢nchez Puerto pas¨® alg¨²n apuro. Pero la ¨²ltima tanda de naturales, con la res totalmente entregada, tuvo mucha calidad.
Pepe Luis V¨¢zquez dej¨® unas leves gotas de aroma sevillano. Su novillo tardeaba y se quedaba cortito. La pl¨¢stica y la gracia de sus muletazos qued¨® malograda por las condiciones del astado. Aunque Pepe Luis, con una muletita como un pa?uelo, entreabri¨® el pomo de su aroma.
Campuzano anduvo a gorrazos con un novillo chico y flojito. Se apunt¨® a la moda actual del quite floreado y mezcl¨® chicuelinas, tafalleras y gaoneras. Con la muleta dio muchos y variados pases. Fue el diestro que m¨¢s lleg¨® al p¨²blico. Manolo Cort¨¦s hizo un toreo muy suave con el capote y con la muleta estuvo gracioso y pinturero. Por la falta de fuerzas del novillo, los muletazos no resultaron muy lucidos y s¨®lo cuando recurri¨® al toreo con el pico se sinti¨® m¨¢s seguro y dio largura a los pases. Siempre con torer¨ªa.
V¨ªctor de la Serna tuvo la suerte de v¨¦rselas con el novillo m¨¢s d¨®cil. Con ¨¦l estuvo decidido y con buena t¨¦cnica, y tambi¨¦n fr¨ªo y sin gustarse. Deber¨ªa echarle m¨¢s gracia y m¨¢s sal.
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