EEUU ofrece una recompensa de 800 millones por pistas que ayuden a capturar a Milosevic

En un espectacular golpe de efecto, Estados Unidos puso ayer precio a la cabeza de Slobodan Milosevic. El Departamento de Estado ofreci¨® una recompensa de hasta cinco millones de d¨®lares (unos 800 millones de pesetas) a quien d¨¦ pistas que faciliten la detenci¨®n de acusados de cr¨ªmenes de guerra en la antigua Yugoslavia y su traslado ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) que los juzga en La Haya. En Kosovo, mientras tanto, dos docenas de agentes del FBI comenzaron a investigar ayer matanzas cometidas al amparo de la pol¨ªtica de limpieza ¨¦tnica del r¨¦gimen de Belgrado.

La cinta amarilla de pl¨¢stico, con el lema "Escenario del crimen. No entrar" escrito en ingl¨¦s, deber¨ªa rodear todo Kosovo. Ayer, s¨®lo acordonaba 30 metros de la calle Milos Guilich -Ejup Cermjani, en alban¨¦s- de la localidad de Dakovika, en la zona bajo responsabilidad de la brigada italo-espa?ola de la Kfor. En medio de la manzana clausurada se encuentra la casa de Luezim Veysa. ?l y otros 19 miembros de su familia -12 ni?os y siete mujeres- fueron asesinados el pasado 1 de abril por paramilitares serbios. El TPI ha incluido esta matanza en el acta de acusaci¨®n contra Milosevic. Y Washington se ha apresurado a ofrecer una recompensa para su captura. "El dinero se dar¨¢ a quienes faciliten informaci¨®n que conduzca a la entrega de acusados de cr¨ªmenes de guerra [a los jueces de La Haya]", precis¨® el portavoz del Departamento de Estado, James Rubin.

Al mismo tiempo, el FBI empezaba ayer a investigar su primer caso en Kosovo, en la primera ocasi¨®n que act¨²a como pol¨ªcia judicial de un tribunal internacional. Dos decenas de agentes federales norteamericanos tomaron ayer por la ma?ana la vivienda de la familia Veysa. Llegaron en dos espectaculares Chevrolet de seis ruedas y remolque incorporado. Con uniforme de camuflaje, gafas de sol y gorras con visera, empezaron a descargar sus equipos: picos y palas, un grupo electr¨®geno, c¨¢maras fotogr¨¢ficas y grandes arcones met¨¢licos. Seg¨²n explic¨® David J. Shelfer, embajador especial para cr¨ªmenes de guerra de la Secretar¨ªa de Estado norteamericana, su misi¨®n consiste en reunir evidencias sobre la autor¨ªa de la masacre y elevar lo antes posible un informe preliminar al TPI de La Haya.

A este lado del cord¨®n militar, entre los curiosos, se encontraba un sobrino del difunto Luezim que regentaba un sal¨®n recreativo. Cuenta que salv¨® la vida porque la noche del crimen se ausent¨® de la casa y que dentro quedan todav¨ªa algunos cad¨¢veres calcinados. Nadie pudo ver a los asesinos, pero tampoco nadie duda de qui¨¦nes fueron: los chetniks (radicales serbios). A dos calles de distancia est¨¢ la vivienda de su cabecilla local, Iv¨¢n Chilic. Ahora la ocupa una familia de albanokosovares, ya que ¨¦l huy¨® del pueblo con las tropas yugoslavas.

R¨¦gimen de Belgrado

Shelfer asegur¨® ayer que la colaboraci¨®n del FBI con el TPI supone un hecho sin precedentes y "un desaf¨ªo muy serio" para la Oficina Federal de Investigaci¨®n de Estados Unidos. Reconoci¨® que es imposible vigilar todas las fosas comunes descubiertas en Kosovo, por lo que hay que centrarse en las m¨¢s importantes. En la misma Dakovika, admiti¨®, se han cometido m¨¢s masacres, aunque el Tribunal de La Haya les ha encargado que investiguen s¨®lo dos: la de la familia Luezim y otra perpetrada en la calle Ymergrezda, con seis muertos, todos varones, de diferentes edades. Son dos de los casos por los que han sido inculpados los principales dirigentes del r¨¦gimen de Belgrado. El embajador especial norteamericano reconoce que la detenci¨®n de los criminales de guerra es un asunto muy delicado. Las tropas de la OTAN en Kosovo no tienen mandato para capturarles y los mayores responsables, los instigadores, han buscado refugio en el "santuario de Belgrado". Pese a ello, est¨¢ convencido de que, a medida que avance la investigaci¨®n, se reunir¨¢n pruebas m¨¢s s¨®lidas y se ir¨¢ engrosando la lista de acusados.

De momento, los alrededor de 50 agentes del FBI que ayer llegaron a Dakovica a bordo de dos helic¨®pteros CH-46 de los marines, realizar¨¢n su informe sobre las dos matanzas en funci¨®n de los resultados de la inspecci¨®n ocular de los lugares, apoyada con fotograf¨ªas, y del an¨¢lisis forense de los restos humanos. A la vista de estos datos, el TPI decidir¨¢ si abre una investigaci¨®n m¨¢s profunda o encarga al equipo del FBI que se traslade a otro lugar.

Sin embargo, la prioridad de los organismos internacionales no son los muertos, sino los vivos. A la misma hora y en la misma ciudad donde investigaba el FBI, una multitud se arremolinaba en torno al cami¨®n del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas, que repart¨ªa cientos de barras de pan.

En la carretera que une Dakovika con Pec, los soldados italianos y espa?oles intentaban evitar que algunos albanokosovares se dedicaran a saquear e incendiar las casas de los serbios. Pero es como jugar al rat¨®n y al gato. Cuando se marchan los militares surge el fuego. Y, como dice un mando espa?ol, "no es posible estar en todos lados todo el tiempo".