Me estoy volviendo ateo
Me estoy volviendo ateo a pasos agigantados. Yo, que no soy muy creyente y poco practicante de la religi¨®n convencional que me ha tocado: el catolicismo, me sumerg¨ªa en las creencias en otros dioses, h¨¦roes, mitos y leyendas de todo tipo. Con el correr de los a?os, todos est¨¢n cayendo de su pedestal y dej¨¢ndome cada vez menos cosas en que creer. Como trabajador por cuenta ajena, m¨¢s bien de izquierdas, hubo un tiempo en que cre¨ª en el Estado de bienestar, la redistribuci¨®n de la riqueza y el pleno empleo. Pero con el orden econ¨®mico imperante, la econom¨ªa de libre mercado y la sacralizaci¨®n del beneficio empresarial sin l¨ªmite, me he dado cuenta que esos conceptos son pura ret¨®rica y que realmente no volver¨¢n a existir, si es que lo han hecho alguna vez, cosa que dudo seriamente.
Cre¨ªa seriamente en ideas como el socialismo democr¨¢tico. Pero, independientemente de los nefastos ejemplos de reg¨ªmenes socialistas que ha habido en el mundo y que, salvo contados ejemplos que a¨²n resisten, se cayeron con el muro de Berl¨ªn. Me he dado cuenta que el socialismo es impracticable porque la pela es la pela, y adem¨¢s, siempre la tienen los mismos, que no son socialistas.
Cre¨ªa ciegamente en la justicia, la ley y la ¨¦tica y llegu¨¦ a ser un mal estudiante de Derecho. Con lo poco que aprend¨ª en la facultad y lo que posteriormente he observado en la vida real, me pongo a llorar cada vez que pienso en esos temas. Procuro tener que ver poco con juzgados, jueces y abogados por si acaso me amargan la vida.
Hubo un tiempo en que cre¨ª en los pol¨ªticos, hasta que lleg¨® el enga?o de aquellos a quienes vot¨¦ en 1982 y dej¨¦ de creer. Actualmente voto cuando me toca, porque posiblemente todav¨ªa crea algo en una palabra llamada democracia, que los profesionales de la pol¨ªtica destrozan y envilecen continuamente.
As¨ª podr¨ªa seguir con varios cientos de mitos o peque?os dioses en los que he intentado refugiarme por mi falta de creencia religiosa convencional. Lo ¨²nico que me queda es refugiarme en aquellas peque?as cosas que todav¨ªa merecen la pena: mis familiares y amigos m¨¢s queridos, el cine, mis discos o mis libros m¨¢s entra?ables, pero con la idea clara de no volver a creer m¨¢s que en aquellos mitos que no lo sean, los tenga cerca y los ame de todo coraz¨®n.-
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