Un centenar de inspectores est¨¢n encargados del control sanitario de los alimentos en Euskadi La tasa de intoxicaciones alimentarias se ha reducido a 44 personas por cada cien mil habitantes
VIENE DE LA P?GINA 1 El sistema de control de los alimentos que llegan hasta la mesa de los consumidores vascos descansa sobre el trabajo de 99 inspectores en la calle y 15 en los servicios centrales y las subdirecciones, y comprende dos grandes campos de actuaci¨®n. Por una parte, la vigilancia de los propios alimentos. En este ¨¢mbito, Sanidad act¨²a con muestreos biol¨®gicos (manejo higi¨¦nico del alimento y presencia de agentes pat¨®genos que desarrollan las enfermedades), controla las muestras veterinarias tomadas en los mataderos y dispone del programa de Dieta Total, uno de los programas b¨¢sicos: los inspectores compran como cualquier consumidor, cocinan los alimentos y despu¨¦s miden sus niveles de plomo, de nitritos y de dioxinas. "Sabemos lo que contiene todo lo que come el ciudadano. Los alimentos que analizamos mensualmente se van guardando, de manera que si dentro de cinco o seis a?os aparece problemas con alg¨²n contaminante desconocido, podr¨ªamos ver el bote de cualquier a?o del mismo alimento", indica el jefe de programas de Salud P¨²blica. La presencia de residuos veterinarios en los alimentos es en la actualidad una de las grandes preocupaciones del Departamento de Sanidad. Las ¨²ltimas muestras certifican que ya no hay rastro del clenbuterol (anabolizante utilizado por los ganaderos para convertir parte de la grasa en prote¨ªna y obtener mayores rendimientos), pero la presencia de antibi¨®ticos y antimicrobianos se mantiene. ?stos se utilizan en la alimentaci¨®n animal para engorde y para eliminar la fiebre. Si se rebasan los niveles permitidos, cuando el consumidor come esta carne se va haciendo paulatinamente m¨¢s resistente al efecto de los antibi¨®ticos. La segunda gran ¨¢rea es el control de los establecimientos alimentarios, tanto de los que elaboran los productos (industrias) como de los que los manipulan (restaurantes) o los que los distribuyen (supermercados y minoristas). El Programa de Actividades de Mayor Riesgo, puesto en marcha el a?o pasado, permite seguir de cerca las condiciones sanitarias de los restaurantes. Adem¨¢s, tambi¨¦n se inspeccionan los sistemas de autocontrol de las industrias alimentarias. El control del alimento y de los establecimientos se complementan. "Si s¨®lo controlamos la industria el resto de la cadena se pierde. No podr¨ªamos saber, por ejemplo, el nivel de contaminaci¨®n por plaguicidas de las lechugas. Lo que hay que hacer es controlar toda la cadena: alimento, industria y establecimiento donde se manipula", precisa Garc¨ªa. Menos intoxicaciones A medida que se van evaluando los alimentos y las inspecciones son m¨¢s intensas van desapareciendo las malas pr¨¢cticas, lo que permite la dr¨¢stica reducci¨®n de las intoxicaciones alimentarias. En los ¨²ltimos a?os han registrado un descenso espectacular: por cada 100.000 habitantes del Pa¨ªs Vasco en 1997 hubo 44 personas afectadas por una intoxicaci¨®n, frente a las 147 que se contabilizaron en 1990. El ¨²ltimo apartado de la cadena de control lo forma el Sistema Coordinado de Intercambio R¨¢pido de Informaci¨®n, una red europea en la que, por una parte, el Gobierno comunica al resto de pa¨ªses los problemas de contaminaci¨®n alimentaria detectados en Euskadi, y, por otra, recibe informaci¨®n y alertas de lo que ocurre en el exterior. A trav¨¦s de este sistema lleg¨® el eviso para inmovilizar los productos belgas contaminados por dioxina.
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