La soluci¨®n de Costa Rica: "vender" sus bosques

Costa Rica ha elaborado una propuesta original para compensar la previsible incapacidad de los pa¨ªses occidentales de reducir sus emisiones de CO2: que paguen a los gobiernos del Tercer Mundo que se comprometan a mantener bosques capaces de absorber los excesos de su producci¨®n del gas venenoso. Con ese principio, y un poco de ingenier¨ªa financiera, nacieron los llamados "bonos de carbono", que, como otros mecanismos de este tipo, todav¨ªa en discusi¨®n, siguen adoleciendo de una falta de apoyo institucional para poder desarrollarse.

En concreto, se trata de lo siguiente: el CO2 se difunde en la atm¨®sfera, donde puede ser reciclado por las plantas, que, al realizar la funci¨®n clorof¨ªlica, lo absorben y desprenden ox¨ªgeno. Pero a los pa¨ªses desarrollados, que son los m¨¢s productores del di¨®xido, les falta vegetaci¨®n.

Para los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, el mantenimiento del bosque representa un coste econ¨®mico creciente. El Gobierno de Costa Rica paga, por ejemplo, a los particulares que renuncien a talarlo e incurre cada a?o, por ese y otros conceptos similares, en un gasto de al menos 30 millones de d¨®lares. Para los pa¨ªses desarrollados, la reducci¨®n de las emisiones de CO2 representa tambi¨¦n un coste importante, ya que requiere que se introduzcan tecnolog¨ªas m¨¢s avanzadas que las vigentes.

La oferta de Costa Rica se basa, pues, en el razonamiento de que los productores de CO2 encontrar¨¢n que pagar a su pa¨ªs porque mantenga las hect¨¢ras de bosque necesarias para absorber sus excesos de gas resulta menos caro que el cambio tecnol¨®gico.

Se calcul¨® el baremo de hect¨¢reas de bosque capaces de absorber una tonelada de CO2 y se redactaron los contratos por los que la empresa interesada se compromete a pagar a Costa Rica, cuando llegue la fecha de aplicaci¨®n del compromiso de Kioto, el coste de la extensi¨®n de bosque necesaria para absorber sus excedentes del gas. Ese compromiso de pago se transforma luego en un bono, que se puede negociar en Bolsa. Costa Rica ha firmado, de hecho, contratos de este tipo con varios pa¨ªses escandinavos por valor de dos millones de d¨®lares, seg¨²n inform¨® a este diario el viceministro costarricentese del Ambiente y la Energ¨ªa, Carlos Manuel Rodr¨ªguez Echandi. Los bonos derivados han sido incluso admitidos a negociaci¨®n en la Bolsa de Chicago, pero, hasta ahora, no se han comercializado.

El viceministro explica que el retraso en el lanzamiento se debe a que la convenci¨®n sobre el cambio clim¨¢tico no es coercitiva ni prev¨¦, por ello, una autoridad capaz de respaldar la validez de medidas compensatorias como los bonos y otras similares. Est¨¢ previsto que estas iniciativas, que favorecer¨ªan una transferencia de dinero de los pa¨ªses contaminantes del primer mundo a los del tercero, se debatan en pr¨®ximas cumbres.