Sorpresas
Fallaron los atl¨¦ticos. Estaban en Sevilla o ante el televisor. Aun as¨ª, Compay Segundo consigui¨® una estupenda entrada. Empez¨® con La bella cubana, obra del siglo XIX, y le siguieron n¨²meros de Compay ya conocidos, como Macusa, que Repilado present¨® como bolero-son, y que habla de su primera novia. Y de su traici¨®n. Con el fin de no dejar dudas explic¨® que no se trataba de algo importante: l¨¦ase que no le enga?¨® con otro. Lo de este artista es milagroso. Por sabidur¨ªa y entusiasmo. Puso cara de pillo para anunciar sorpresas. Y llegaron clarinetes. A punto de cumplir 92 a?os -el 18 de noviembre, como record¨®: no se olviden de mandar los regalos a la calle Salud, de La Habana-, ha sabido renovarse por medio de la t¨ªmbrica. La madera le da una distinci¨®n muy especial a sones como Amor gigante o al chachach¨¢ La enga?adora, de su ¨²ltimo disco. Ah¨ª est¨¢ esa Morir de amor, de Aznavour, que no pega con el resto del repertorio, pero en fin, todo el mundo la conoce, y se la aplaudieron igual.
Compay Segundo
Francisco Repilado (voz segunda y arm¨®nico), Hugo Garz¨®n (voz primera y maracas), Benito Su¨¢rez (guitarra), Salvador Repilado (contrabajo), Rafael Fournier (percusi¨®n), Rafael L¨¢zaro Inciarte, Haskell Armenteros, Rosendo Nardo (clarinete), Vionaika Mart¨ªnez y Mayel¨ªn P¨¦rez (voces). Palacio de Congresos y Exposiciones. Madrid, 26 de junio.
M¨¢s sorpresas: las voces claras del d¨²o Evocaci¨®n. "?ngeles ca¨ªdos del cielo", las llam¨® Compay. Est¨¢ tan embelesado con ellas que casi se olvid¨® de cantar. Un enigma: ?por qu¨¦ empe?arse en que la asistencia machaque las canciones a base de r¨ªgidas palmadas? Ya no basta con los espont¨¢neos, el cantante se dedic¨® a incitar al resto sin pudor.
Tocaron un Chan chan diferente, con dos voces femeninas y tres clarinetes. Es esta la ¨²nica forma de no entrar en competencia (y previsible derrota) con el que se escucha en Buena Vista Social Club. Y entre lo mejor de la noche, Orgullecida, en clave de charlest¨®n, que cualquier d¨ªa nos encontramos en una pel¨ªcula de Woody Allen. Compay Segundo es memoria viva de esa m¨²sica tradicional de Cuba, con la que comenz¨® el siglo y con el que ahora termina.
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