Brillo banderillero

Otra vez, como el domingo pasado y en una nueva tarde sopor¨ªfera, los mejores momentos los proporcion¨®, en el sexto, el brillo banderillero a cargo de un subalterno: los excelentes pares de banderillas de F¨¦lix Jes¨²s Rodr¨ªguez, asom¨¢ndose al balc¨®n y apoy¨¢ndose en los palos. Lo dem¨¢s, casi para olvidar. Y no crean que la corrida de Castilblanco, antes Antonio M¨¦ndez, no tuvo matices interesantes, a pesar de que algunos ejemplares blandearan en exceso, hasta el punto de que el quinto tuviese que ser devuelto a los corrales, circunstancia que tambi¨¦n deb¨ªa haber padecido el cuarto, igualmente inv¨¢lido. Pero el primero, con un buen pit¨®n izquierdo, fue a m¨¢s durante la lidia y el sexto result¨® encastado y desbord¨® a su matador. De los diestros anunciados el mejor corte lo mostr¨® Alberto Elvira. M¨¢s sosegado y templado que sus compa?eros, tore¨® muy bien al natural al primero y mostr¨® recursos y elegancia con el flojo cuarto. Trompez¨® con dos inconvenientes: el precipitado uso del descabello en el primero y la falta de fuerzas del cuarto.

Francisco Porcel comenz¨® muy bien, con la izquierda, la faena a su primero, pero el muleteo fue pronto a menos, aunque lo coronase con una excelente estocada. Al sobrero le pes¨® el exceso de kilos y Porcel mostr¨® voluntad y valor, aunque con alg¨²n efectismo para la galer¨ªa. El tercero se venc¨ªa por los dos pitones y An¨ªbal Ruiz anduvo mosqueado con ¨¦l. Estuvo bullidor, pero muy r¨¢pido y poco acoplado con el buen sexto, al que debi¨® poderle y mandarle, cosa que no hizo. Al final, lo que se recordaba eran los dos pares de F¨¦lix Jes¨²s Rodr¨ªguez.