Zarzuela fotogr¨¢fica
JOSU BILBAO FULLAONDO La segunda edici¨®n de PHotoEspa?a (PHE 99), desde sus 91 mostradores fotogr¨¢ficos, ofrece un amplio abanico de los distintos estilos y corrientes que procura el medio. De manera simult¨¢nea, museos, centros culturales, instituciones y fundaciones, galer¨ªas de arte y otros espacios, conforman esta macroexposici¨®n que busca lugar relevante en los circuitos internacionales del g¨¦nero. Bajo el t¨ªtulo Sangre caliente, que rememora una imagen estereotipada del pa¨ªs que con frecuencia no responde a ese dicho, se dice apostar por la emoci¨®n y la pasi¨®n fotogr¨¢fica. Un planteamiento admirable que se emborrona sin desearlo cuando se pretende demonizaran tendencias de las que dicen priorizar criterios de orden intelectual a los que no dudan en calificar de herm¨¦ticos. El presupuesto anterior puede resultar chocante cuando se hace un recorrido por un circuito tan original, establecido bajo criterios de l¨ªnea de metro. La obra as¨ª distribuida est¨¢ cargada de reflexi¨®n en su composici¨®n de formas, selecci¨®n tem¨¢tica, colores, tama?os, texturas, criterios s¨®lidos surgidos de un buen hervor cerebral. Forman parte de este men¨² las instant¨¢neas fotoperiod¨ªsticas, las poses concertadas con los modelos retratados y las arriesgadas tomas de Javier Vallhonrat en su chalet suizo. Axonom¨¦trica o las Dos orejas haciendo el amor de Mart¨ªn San Pedro. Dentro de este mismo paquete encajan las Distorsiones del vanguardista franc¨¦s Andr¨¦ Kert¨¦sz, en la actualidad todo un cl¨¢sico, o el esfuerzo experimental que destilan los catorce fot¨®grafos peruanos de Extensiones y met¨¢foras en la Casa de Am¨¦rica. La oferta es popular como la zarzuela, alcanza a un p¨²blico heterog¨¦neo y multitudinario, no solo para los c¨ªrculos de especialistas exigentes, que piden constantes innovaciones sin haber metabolizado el ¨²ltimo bocadillo ic¨®nico que merendaron. Adem¨¢s de presentarse nuevas propuestas en el complejo camino de la creaci¨®n art¨ªstica, se recuperan importantes aspectos del pasado. La Fundaci¨®n Telef¨®nica, de la mano de Naomi Rosenblum, presenta Photo League, el New York de los a?os 30 y 40. La Real Sociedad Fotogr¨¢fica recuerda a Jos¨¦ Ortiz Echag¨¹e. El C¨ªrculo de Bellas Artes en doble sesi¨®n arranca con Ram¨®n Masats, protagonista destacado en la renovaci¨®n documental de los a?os sesenta en Espa?a. El neorrealismo en la fotograf¨ªa italiana, ubicado en el Centro Cultural del Conde Duque, presenta con fuerza emotiva y una expresi¨®n convincente un estilo consagrado por el cine que recoge paisajes populares repletos de incitantes testimonios humanos. La Estaci¨®n de Nuevos Ministerios y Trenes de Cercan¨ªas, lugares de paso por excelencia, han prestado sus instalaciones para convertirlas en escenario para el arte, como pasillos de un grandioso museo. All¨ª, de manera c¨®moda, la expresi¨®n creativa se pone al alcance de los viajeros. Es propuesta para un alto en el camino donde los usuarios de estos servicios de transporte pueden disfrutar de aspectos culturales que de otra manera les resultar¨ªa dificultoso acceder a ellos. Son experiencias que se han ensayado en Bilbao, en Barcelona, y, sin duda, remiten a ¨¦pocas doradas del m¨ªtico metro de Mosc¨². Es en estos recintos donde Renfe presenta Im¨¢genes para la dignidad, el trabajo de 37 fot¨®grafos nacionales e internacionales en sus vaivenes por el mundo, que plantea la necesidad que hombres y mujeres miren de frente a los ojos del otro respetando su dignidad. Es un grito militante que propone, desde la solidaridad, aceptar sin temor realidades sociales diferentes para enriquecer nuestra sensibilidad humanista. Entre las muchas alternativas que se ofertan, no pueden pasar desapercibidas las descarnadas realizaciones de Weegee, el reportero de la noche neoyorquina, ni los retratos de escritores que la delicadeza e ingenio que el argentino Daniel Mordzinski ha sabido componer en sus mejores esencias. Todo un repaso a diferentes enunciados gr¨¢ficos que refresca la memoria y predispone a la b¨²squeda de nuevos objetivos.
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