Stevenson s¨ª es profesional
La tenista estadounidense gana la batalla por cobrar el premio que se adjudique en la 'catedral'
La estadounidense Alexandra Stevenson, una de las jugadoras que m¨¢s ha sorprendido en este torneo de Wimbledon, gan¨® ayer una importante batalla que estaba llevando a cabo contra el WTA Tour y frente a los organizadores de Wimbledon: la de poder cobrar el premio al que le d¨¦ derecho su clasificaci¨®n. No se trata, ni mucho menos, de una cuesti¨®n banal. Al contrario, Stevenson, de 18 a?os, elimin¨® a la francesa Julie Halard (11? cabeza de serie) en la tercera ronda y entr¨® en los octavos de final, lo que le da derecho a un premio de 6,7 millones de pesetas. Sin embargo, los responsables del circuito femenino (WTA Tour) aseguran que la jugadora inici¨® este torneo de Wimbledon siendo una jugadora amateur y que, como tal, no tiene derecho a percibir el premio. Este estatus s¨®lo le permitir¨ªa cobrar los gastos de desplazamiento y de estancia en Londres durante su paso por el torneo. Samantha Stevenson, madre de la jugadora y periodista deportiva del The New York Times -fue una de las primeras que entr¨® en un vestuario de la liga profesional de f¨²tbol americano-, anunci¨® a los cuatro vientos que iba a hacer una reclamaci¨®n judicial si no se reconoc¨ªan los derechos econ¨®micos de su hija en este torneo.
Y la respuesta de los responsables de Wimbledon lleg¨® ayer y fue muy clara. "Cualquier jugadora que se inscriba en nuestro torneo es considerada profesional si no establece lo contrario en su solicitud", explic¨® Christopher Gorringe, director ejecutivo de Wimbledon. "Stevenson no se registr¨® como amateur. Para nosotros es profesional y, por tanto, tiene derecho al premio que gane".
Stevenson, 86? mundial, lleg¨® este a?o a los cuartos de final en los torneos de Oklahoma y Birmingham donde obtuvo victorias sobre Marian De Swardt y Dominique Van Roost. Pero en su ¨²nica participaci¨®n en el Grand Slam (Open de Estados Unidos de 1998) perdi¨® en la primera ronda. Sus octavos de final de Wimbledon constituyen el mejor resultado de su a¨²n corta carrera. Y vislumbra la posibilidad de entrar tambi¨¦n en los cuartos, porque su pr¨®xima rival, Lisa Raymond es, aparentemente, asequible para ella. Si la gana, su premio pasar¨ªa a ser de 12,8 millones de pesetas.
Alexandra Stevenson concluy¨® sus estudios de grado medio en Estados Unidos el pasado 28 de mayo y decidi¨® dedicarse por completo al tenis durante los pr¨®ximos a?os. "Soy ya una tenista profesional, porque no voy a volver a la escuela al menos hasta los 30 a?os", proclam¨® la jugadora norteamericana. Desde los cuatro a?os, Stevenson recibi¨® clases de ballet y de jazz y ella misma certifica que pretende estudiar para convertirse en una actriz en el futuro. Su plan pasa por hacerse famosa con el tenis, luego dar un salto hasta Hollywood y acabar haciendo algo importante en Broadway.
Por el momento, se encuentra en la primera fase. Y su madre, pieza clave en la decisi¨®n de convertir a Alexandra en tenista, exige que, aunque sea negra, se trate a su hija con el respeto que merece. "El circuito femenino es un mal sue?o, porque las mujeres nunca han asumido realmente su papel en el deporte profesional", dice. Y agrega, ya con m¨¢s concreci¨®n, que su hija fue llamada "negra" por una jugadora a la que gan¨® en la fase previa de este Wimbledon, y que en el circuito existe racismo y lesbianismo.
"La forma c¨®mo algunas jugadoras trataron a las hermanas Williams cuando ¨¦stas llegaron al circuito fue racista", asegura. "Es dif¨ªcil imaginar los comentarios que me hac¨ªan las rivales de mi hija cuando yo estaba sentada en la pista durante sus partidos. Pero Alexandra es una persona fuerte y le gusta el circuito a pesar de estos aspectos negativos".
Stevenson, una de las cinco jugadoras menores de 19 a?os que este a?o se han clasificado para los octavos de final de Wimbledon, comenz¨® a jugar al tenis de la mano de Pete Fischer -el primer entrenador de Sampras- y tuvo siempre el apoyo del jugador Eric Basica, que viv¨ªa muy cerca de su casa en San Diego, California. El a?o pasado, Alexandra vivi¨® sus primeros dramas, cuando Fisher fue acusado de pederasta, falleci¨® su abuelo materno, y su amigo Basica desarroll¨® un c¨¢ncer que cambi¨® su vida por completo. "Aquello fue muy duro", reconoce la madre de la tenista. "Pero no cambi¨® en nada mi decisi¨®n de que Alexandra se dedique al tenis. Creo que este deporte puede ofrecer un buen entorno para el desarrollo una chica mestiza como es mi hija".
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