Colapso en la Complutense por las reclamaciones de selectividad

Las dependencias del vicerrectorado de alumnos de la Complutense, en el coraz¨®n de la Ciudad Universitaria, se convirtieron ayer en un m¨¢s que ingrato hervidero. Arrancaba el plazo para presentar reclamaciones a las notas del examen de selectividad -que se dieron a conocer el jueves- y cerca de 3.000 alumnos o familiares quisieron hacer constar su desacuerdo con las calificaciones obtenidas. Semejante aluvi¨®n de protestas tuvo consecuencias muy desagradables: la Complutense s¨®lo hab¨ªa dispuesto a nueve funcionarios para atender a este colectivo, que hubo de soportar apreturas, empujones y sofoquinas, con el mercurio subiendo hasta los 42 grados en el exterior. El horario para cursar la reclamaci¨®n se limitaba a s¨®lo cinco horas, desde las nueve de la ma?ana hasta las dos de la tarde, de tal modo que entre el p¨²blico se desataron los nervios y, en alg¨²n caso aislado, las lipotimias. "La universidad no nos puede tratar como si fu¨¦ramos borregos", resumi¨® una mujer.

Un portavoz de la Complutense explic¨® que el colapso se deb¨ªa a la excesiva concentraci¨®n de los reclamantes justo en el primer d¨ªa de plazo. "La universidad, por ley, marca cinco d¨ªas h¨¢biles para que puedan formular sus alegaciones todos los que est¨¦n en desacuerdo con sus notas. En consecuencia, hay todav¨ªa de margen hasta el d¨ªa 7 para entregar las reclamaciones", explic¨®. Algunos de los reclamantes desconoc¨ªan que dispon¨ªan de m¨¢s d¨ªas para hacer constar su malestar.

Repartir mejor Despu¨¦s de las aglomeraciones de ayer, el vicerrectorado de alumnos se comprometi¨® a buscar f¨®rmulas para evitar que el episodio se repita en a?os sucesivos. Una posibilidad es que se recomiende un d¨ªa concreto para reclamar, dividiendo al colectivo de alumnos por centros y tribunales. "S¨®lo podemos recomendar, y no imponer, porque cualquiera puede presentar la queja cuando lo prefiera, pero confiamos en que as¨ª haya un mejor reparto de las quejas entre los cinco d¨ªas", a?adi¨® el portavoz. En otra parte del edificio del vicerrectorado tambi¨¦n se vieron colas, aunque ¨¦stas se mov¨ªan con mucha mayor agilidad. Eran las ventanillas para entregar los sobres de la preinscripci¨®n, 4.000 unidades que ayer recogieron 14 personas, mientras otros siete funcionarios facilitaban informaci¨®n a los interesados. Y hubo colas de consideraci¨®n en las oficinas bancarias donde hab¨ªa que adquirir esos sobres.