Ataque a la privacidad
LA TRAMITACI?N en Estados Unidos de un proyecto de ley federal de reforma bancaria ha introducido un precepto seg¨²n el cual las empresas aseguradoras sanitarias podr¨¢n transferir los historiales m¨¦dicos de sus clientes, incluidos los datos que contengan informaci¨®n gen¨¦tica, a entidades de cr¨¦dito sin permiso de los afectados. La norma constituye un ataque a la privacidad de tales dimensiones que es muy probable que, aun aprobada por la C¨¢mara de Representantes, sea revocada por la comisi¨®n mixta Congreso-Senado encargada de unificar el texto legal definitivo. La incorporaci¨®n de ese precepto ya ha suscitado un amplio rechazo en las organizaciones estadounidenses defensoras de los derechos civiles, especialmente perplejas porque uno de los objetivos de la nueva ley era precisamente proteger la privacidad de los historiales m¨¦dicos. En Europa inquieta el riesgo de aplicaci¨®n de esta norma por el propio juego de internacionalizaci¨®n de las p¨®lizas de seguro. Por otra parte, sorprende que se aprueben leyes de este tipo en el pa¨ªs que pretende liderar la defensa de las libertades individuales.
En Espa?a, una legislaci¨®n como la que corre el riesgo de aprobarse en Estados Unidos no ser¨ªa jur¨ªdicamente viable. El art¨ªculo 18 de la Constituci¨®n protege la vida privada y, en aplicaci¨®n de su apartado 4, en 1992 se aprob¨® la Ley Org¨¢nica sobre Regulaci¨®n del Tratamiento Automatizado de Datos de Car¨¢cter Personal, que responde tambi¨¦n al Convenio Europeo de 1981 para la protecci¨®n de las personas respecto a dicho tratamiento de datos personales. Seg¨²n uno de los preceptos de la ley espa?ola, los datos de car¨¢cter personal objeto de tratamiento automatizado "no podr¨¢n usarse para finalidades distintas de aquellas para las que los datos hubieran sido recogidos". Dichos datos s¨®lo podr¨¢n ser cedidos "con el previo consentimiento del afectado".
Las entidades de cr¨¦dito tienen inter¨¦s en conocer el m¨¢ximo de datos personales de sus eventuales clientes. Pero ese inter¨¦s mercantil choca con el inter¨¦s general, consistente en preservar la vida privada de los ciudadanos, en l¨ªnea con lo que dispone el Convenio Europeo de Derechos Humanos, firmado en Roma en 1950: "Toda persona tiene derecho al respeto de su vida privada". Utilizar sin su consentimiento datos personales, con finalidad diferente de aquella para la que fueron recogidos, es un ataque a la privacidad.
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