El veterano Nederlands Dans Theater III prueba su fuerza en Granada

La fantas¨ªa del checo Jiri Kylian, uno de los m¨¢ximos creadores de la danza contempor¨¢nea, no acepta l¨ªmites. En 1991 se impuso el reto de demostrar que los bailarines mayores de 40 a?os son capaces de conservar toda la belleza expresiva. Con ese esp¨ªritu, el veterano Nederlands Dans Theater III mostr¨® el s¨¢bado en Granada, ante un p¨²blico asombrado que llenaba el teatro de los jardines del Generalife, que la emoci¨®n de los gestos y la sutileza del movimiento alejan el fantasma de la jubilaci¨®n.

Convirtiendo la madurez en una virtud m¨¢gica, la brillante actuaci¨®n de la compa?¨ªa holandesa, que present¨® tres coreograf¨ªas firmadas por Paulo Ribeiro, Hans van Manen y el propio Kylian, marc¨® la pen¨²ltima jornada del 48? Festival Internacional de M¨²sica y Danza de Granada, que se clausur¨® ayer entre un clima de serenidad y refinamiento. Como oportuno preludio al suntuoso concierto de clausura, ayer en el Palacio de Carlos V a cargo del cotizado Lorin Maazel y la Orquesta Sinf¨®nica de la Radio de Baviera (y con un programa con obras de Beethoven, Richard Strauss y Maurice Ravel), nada mejor que la renovadora fuerza visual del Nederlands Dans Theater III. Ellos cerraron la programaci¨®n de danza de un festival que este a?o ha explorado con ¨¦xito los l¨ªmites y extremos de la expresi¨®n musical y coreogr¨¢fica, en un curioso escaparate en torno al pr¨®ximo cambio de milenio. La apuesta dise?ada por Kylian deslumbr¨® precisamente por su af¨¢n renovador a partir de las experiencias de cinco bailarines con una larga vida profesional a sus espaldas.

Cuatro de los cinco bailarines que forman la compa?¨ªa, Gioconda Barbuto, Sabine Kupferberg, David Kr¨¹gel y G¨¦rard Lemaitre, abrieron fuego con la primera coreograf¨ªa del programa, New age, del portugu¨¦s Paulo Ribeiro sobre m¨²sica de John Zorn, estrenada en 1998 en La Haya (Holanda). Un eficaz trabajo lleno de buen humor que, como el resto del programa, conjuga con sabidur¨ªa y simplicidad teatral los recursos esc¨¦nicos y expresivos. Gran belleza coreogr¨¢fica, a medida de la experiencia y madurez de unos int¨¦rpretes que mostraron una forma f¨ªsica envidiable.

The Old man and me, el tercer d¨²o creado por Hans van Manen para la compa?¨ªa en 1996, se inspira en la m¨²sica de J. J. Cale, Stravinski y Mozart para dibujar una atm¨®sfera nost¨¢lgica que bailaron con soberbio virtuosismo Sabine Kupferberg y Gerard Lemaitre. Pero lo mejor lleg¨® con la tercera obra, A way alone, con el genial sello de Kylian. La pieza sorprende por su espectacular solidez y esa inimitable libertad creativa con la que el core¨®grafo reinventa el lenguaje del cuerpo. En un trabajo de incre¨ªble precisi¨®n, Gioconda Barbuto, David Kr¨¹gel y Egon Madsen exhibieron su maestr¨ªa en una pieza de estimulante poder comunicativo, que combina maravillosamente m¨²sicas de Morton Feldman, John Cage, Albert Ammons, Henry Dixon y las hermosas Variaciones Goldberg de Bach.

Diez horas antes de esta impactante cita coreogr¨¢fica que el p¨²blico aplaudi¨® con entusiasmo, la excepcional voz de la monja libanesa sor Marie de Keyrouz y el Ensemble de la Paix inundaron la catedral de Granada con la intensa espiritualidad de los c¨¢nticos de las iglesias cristianas del Mediterr¨¢neo oriental, en un concierto que forma parte del proyecto de la Unesco M¨²sica y paz.