Los populares arrebatar¨¢n a los nacionalistas la Diputaci¨®n de ?lava, pero gobernar¨¢n en precario
La gobernabilidad de las tres diputaciones vascas va a estar apoyada en formaciones de diferente signo. Aunque el PNV negocia con Euskal Herritarrok (EH) para asegurar la estabilidad durante cuatro a?os, sectores peneuvistas vizca¨ªnos no ocultan su deseo de repetir gobierno con los socialistas en la Diputaci¨®n de Vizcaya. La negociaci¨®n de un programa de gobierno con EH choca con visiones diametralmente opuestas en materia de Hacienda, Medio Ambiente, infraestructuras, etc¨¦tera. El PP, previsiblemente, arrebatar¨¢ la diputaci¨®n alavesa al PNV, pero al precio de gobernar en precario.
La elecci¨®n, el pasado s¨¢bado, de los regidores vascos y navarros ha estado marcada por la pluralidad. Esto ha hecho posible, por primera vez en la historia de la democracia, que las tres capitales de la comunidad aut¨®noma tengan alcaldes de tres partidos diferentes -Bilbao, PNV-EA; San Sebasti¨¢n, PSE-EE, y Vitoria, PP- y cada vez toma m¨¢s cuerpo la idea de que la conformaci¨®n de los gobiernos forales ser¨¢ tambi¨¦n gracias a alianzas de signo diferente. La coalici¨®n PNV-EA est¨¢ embarcada en una negociaci¨®n casi imposible con Euskal Herritarrok (EH). La marca electoral de Herri Batasuna, que no quiere ni oir hablar de entrar en el Gobierno vasco, se muestra, por contra, deseosa de incorporarse a los consejos de las diputaciones. El portavoz de la direcci¨®n peneuvista, Joseba Egibar, firme defensor de la alianza con los independentistas, cree que no ser¨¢ nada f¨¢cil acercar posiciones en numerosos aspectos clave de la acci¨®n de gobierno.
Egibar ha puesto como ejemplo varias materias en las que la conciliaci¨®n es imposible: en infraestructuras, las diferencias de criterio sobre la A-1 en Guip¨²zcoa; en Medio Ambiente, la oposici¨®n de EH al proyecto de incineradora de Zabalgarbi en Vizcaya, por no citar las cr¨ªticas de fondo que hist¨®ricamente han realizado los junteros de la coalici¨®n independentista al cupo vasco y a numerosas normas en materia tributaria e impositiva (IRPF, incentivos a las empresas...) o las diferencias en pol¨ªticas sociales. El propio Egibar se preguntaba la semana pasada, como si supiera la respuesta de antemano: "?Hay nivel para entrar en la intimidad pol¨ªtica del Gobierno con EH?". Pero, junto a estas razones program¨¢ticas, crecen en el PNV, sobre todo de Vizcaya, las voces de quienes prefieren como socio al PSE-EE, partido con el que han gobernado en las ¨²ltimas legislaturas. Se dir¨ªa que dichos sectores no tienen muchas ganas de acompa?ar a los junteros abertzales en la obligada y cansina marcha de EH hacia la democratizaci¨®n e institucionalizaci¨®n de su acci¨®n pol¨ªtica, cuando pueden, en cambio, compartir mesa y mantel con un partido con el que han aprendido a entenderse, incluso en los desacuerdos, en la ¨²ltima d¨¦cada. Tal vez por eso el PNV, cuya ejecutiva analizar¨¢ hoy en Bilbao todos estos asuntos, considere que "la coalici¨®n PNV-EA tiene holgura como para poder gobernar sola". "Es una opci¨®n", dijo Egibar, aunque todo aquel que conoce la acci¨®n de gobierno del partido que preside Xabier Arzalluz sabe que a los peneuvistas les gusta gobernar con red, es decir, con una mayor¨ªa suficiente en los parlamentos provinciales vascos (las tres Juntas Generales).
Y quiz¨¢ sea esa la baza que jueguen los socialistas vascos para evitar que una paradoja se haga realidad: quedarse fuera de casi todo el entramado institucional de la comunidad aut¨®noma pese a haber cosechado un buen resultado en los pasados comicios.
De momento, el PSE-EE se ha quedado sin la alcald¨ªa de Vitoria y previsiblemente dar¨¢ sus votos al candidato popular a diputado foral de ?lava, Ram¨®n Rabanera, en la sesi¨®n de investidura, tal y como reiter¨® ayer el l¨ªder de los socialistas vascos, Nicol¨¢s Redondo Terreros. Rabanera dif¨ªcilmente arrancar¨¢ mucho m¨¢s de los socialistas alaveses y tendr¨¢ que gobernar en precario con Unidad Alavesa.
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