Mantengo la esperanza

Desde hace siete a?os resido en Alemania. Durante este tiempo he comprado casi diariamente EL PA?S para mantenerme informado sobre la actualidad espa?ola. Quiero expresarles mi enhorabuena por la seriedad y la calidad del diario, sus excelentes reportajes y sus rigurosos an¨¢lisis. S¨®lo hay una secci¨®n que he dejado de leer desde hace ya mucho tiempo, y es la que concierne a la pol¨ªtica nacional. No me interesa absolutamente nada (por poner un ejemplo) si el "bar¨®n regional Menganito" apoya a Fulanito para ser el candidato a presidente del Gobierno, ni si este o aquel partido tiene problemas con un militante, ni que Pepito insulte a Joselito, ni que la direcci¨®n de un partido amoneste a su diputado Pelanito, etc¨¦tera. No creo que el politiqueo interno de los partidos y los constantes insultos a los dem¨¢s sean de inter¨¦s nacional, y desde luego no ayudan a que los contribuyentes, que son los que pagan los nada desde?ables sueldos de los diputados, se sientan representados por unos se?ores que, lejos de ilusionar con ideas y proyectos modernizadores para nuestro pa¨ªs, cada d¨ªa se alejan m¨¢s de su sociedad, perdi¨¦ndose en calumnias, disputas internas y ambiciones personales. En Alemania, las rivalidades entre partidos para ganar votos tambi¨¦n existen, pero la vida parlamentaria se centra sobre todo en temas de inter¨¦s com¨²n, como, por ejemplo, el paro, la ecolog¨ªa, la estrategia a seguir en temas de pol¨ªtica exterior, el sistema de IRPF... Todav¨ªa soy muy joven y no estoy de vuelta de todo; por ello mantengo la esperanza de que, tal vez en un futuro no muy lejano, tambi¨¦n los pol¨ªticos espa?oles vuelvan a ilusionarnos con apasionados y apasionantes debates y proyectos de aut¨¦ntico contenido y de verdadero inter¨¦s nacional.- . .