El 42% de las mujeres agredidas sexualmente no denuncian por miedo a la burocracia judicial
El 42% de las mujeres que han tenido que sufrir la tortura f¨ªsica y ps¨ªquica de una agresi¨®n sexual no presentan denuncia por miedo al proceso judicial. La Asociaci¨®n de Asistencia a V¨ªctimas de Agresiones Sexuales (Amuvi) present¨® ayer los principales datos de un estudio elaborado con las mujeres que acudieron a su cobijo. S¨®lo durante el a?o pasado pusieron bajo tratamiento a 124 mujeres que hab¨ªan sufrido alg¨²n tipo de agresi¨®n sexual, aunque en toda Andaluc¨ªa fueron muchas m¨¢s: los fiscales de las ocho provincias andaluzas atendieron el a?o pasado 1.723 casos.
Pilar Sep¨²lveda, presidenta de la asociaci¨®n, fue la encargada de ofrecer ayer en Sevilla una bater¨ªa de datos sobre las agresiones sexuales, sus v¨ªctimas y los propios agresores. Uno de los m¨¢s sorprendentes fue que un 42% de las mujeres no presenta denuncia "por miedo a la violencia ps¨ªquica" a la que creen que se van a ver sometidas si finalmente se sumergen en un proceso judicial. "Las v¨ªctimas suelen tener miedo a todo el proceso judicial, tienen poca confianza en la justicia y, en el caso de aqu¨¦llas que no han sufrido una gran violencia f¨ªsica durante la agresi¨®n, creen que no van a disponer de pruebas para demostrarlo", precis¨®. Este miedo a la burocracia es lo que se llama la "victimizaci¨®n secundaria", que Sep¨²lveda describi¨® as¨ª: "Hay personas que asumen mejor lo que es la violaci¨®n en s¨ª que la violencia institucional a la que se ven sometidas cuando se enfrentan al proceso judicial y de denuncia". Amuvi ha constatado un cambio de mentalidad "importante" en las v¨ªctimas, pese a lo cual muchas de ellas se siguen resistiendo a llevar a su agresor al juzgado por motivos diversos: "En muchos casos porque el agresor pertenece a su seno familiar y teme represalias o porque se trata de chicas que han sido agredidas despu¨¦s de un botell¨®n y temen que su padre se entere y las culpe de haber consentido el acto sexual". Peor en los pueblos No obstante, todav¨ªa es m¨¢s dif¨ªcil que una mujer de pueblo, del medio rural, se decida a llevar su caso a los juzgados. "Es que en esos ambientes el mero hecho de denunciar supone el descubrir la propia intimidad, porque todo el mundo se entera. Si quien la sufre es un ni?o, se denuncia r¨¢pido, pero si es una mujer, normalmente no se presenta", aclar¨® Sep¨²lveda. El estudio ha sido realizado con las 328 mujeres que Amuvi ha atendido desde su creaci¨®n. De estas mujeres, 149 estuvieron en tratatamiento durante el a?o pasado, 25 de ellas porque ya estaban bajo los auspicios de la asociaci¨®n durante 1997 y el resto porque llegaron a sus manos pidiendo ayuda en 1998. Estas cifras, no obstante, ocultan la verdadera dimensi¨®n del problema. Sep¨²lveda ofreci¨® los datos recogidos en la ¨²ltima memoria de la Fiscal¨ªa General del Estado, en la que se recogen 1.723 casos de agresiones sexuales perpetradas en Andaluc¨ªa en 1998. Por provincias, la m¨¢s conflictiva fue Sevilla con 436 asuntos; C¨¢diz, con 360; C¨®rdoba, con 255; Huelva, con 246; M¨¢laga, que sum¨® 126; Ja¨¦n, con 122; Almer¨ªa, doinde se contabilizaron 93, y Granada, con 85. Las responsables de Amuvi se extendieron en explicar los efectos psicol¨®gicos que producen este tipo de agresiones en las v¨ªctimas. Sandra Mill¨¢n, una de las participantes en la investigaci¨®n, explic¨® que las mujeres que han sido objeto de una asalto sexual callejero "son las que tienen mejor pron¨®stico o mejores probabilidades de recuperarse", mientras que aqu¨¦llas otras que fueron atacadas por conocidos o miembros de su poca familia son las que sufren mayores secuelas. "Las v¨ªctimas tiene mucho miedo a que se repita la experiencia traum¨¢tica que ha sufrido y tambi¨¦n tienen pavor a una represalia", puntualiz¨® Sep¨²lveda. Estas secuelas se traducen en alteraciones del sue?o y el apetito, cambios de humor, sentimiento de baja autoestima, humillaci¨®n, depresiones, estado de sobresalto continuo e incluso rechazo a sexo masculino. Los agresores, por otro lado, tampoco se distinguen por ninguna caracter¨ªstica determinada: son personas de aspecto normal, que no estaba embriagadas y generalmente solteras. Curiosamente, del total de personas atacadas, un 5% eran hombres, adultos o menores, atcados tambi¨¦n por varones.Dos "violadores en serie"
El estudio que ha elaborado Amuvi sobre abusos sexuales refleja que durante el a?o pasado se registr¨® un aumento de lo que se denominan "agresiones puntuales" -es decir, de violaciones o abusos sexuales sufridos por mujeres en plena calle, de manera espor¨¢dica-, frente a las agresiones sistem¨¢ticas y reiteradas. Pilar Sep¨²lveda explic¨® que este aumento durante el a?o pasado (el 35% de los asaltos fueron espor¨¢dicos y en la v¨ªa p¨²blica) se ha debido fundamentalmente a los ataques perpetrados en Sevilla por dos "violadores en serie". Uno de estos agresores, ya detenido y encarcelado, supuestamente perpetr¨® hasta cinco abusos sexuales a otras tantas chicas de una media de edad de 16 a?os. Antes de ser capturado, seg¨²n Amuvi, este violador en serie actu¨® por la zona sevillana de los Remedios, empleando gran violencia para amedrentar a sus v¨ªctimas, a las que amenaz¨® con cristales rotos o un arma blanca. El otro agresor sexual, que seg¨²n Pilar Sep¨²lveda todav¨ªa no ha ca¨ªdo en manos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, es el presunto responsable de los ataques ocurridos durante el a?o pasado en la zona sevillana de Nervi¨®n-La Buhaira. Este delincuente ser¨ªa el supuesto responsable de los abusos sexuales e intentos de agresi¨®n que han sufrido un total de cinco ni?as de entre 10 y 13 a?os. La descripci¨®n dada por estas menores ha llevado a concluir que su agresor es la misma persona.
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