El lugar de los m¨ªsticos

La cuenca del Guadalmellato, al noreste de la ciudad de C¨®rdoba, es una de las zonas m¨¢s desconocidas de la serran¨ªa de la provincia. Quiz¨¢ tenga que ver en ello el hecho de que no est¨¦ catalogada ni incluida dentro de ning¨²n parque natural. O bien las malas comunicaciones existentes, que dificultan el acceso hasta los puntos de monte m¨¢s distantes desde las poblaciones de la zona. Es en este lugar, en el centro de Sierra Morena, entre Adamuz y Obejo, donde se encuentra el paraje conocido como Los Conventos, punto culminante de la ruta propuesta. Sus impresionantes cabezos de roca, tapizados de monte mediterr¨¢neo por un lado, y desnudos por otro, justifican el paseo. El lentisco, los chaparros y el encinar luchan para no ser engullidos por un mar de olivos. Junto a ellos, una interesante fauna, que tiene su ejemplar m¨¢s preciado en el lince ib¨¦rico, y otros m¨¢s comunes y f¨¢ciles de detectar como los ciervos y jabal¨ªes, encuentran abrigo en estos montes, una de las zonas de Espa?a m¨¢s ricas en caza mayor. Antes de llegar al lugar propuesto, el viajero podr¨¢ observar desde su coche el enorme cambio que supone pasar de la vega del Guadalquivir, con cultivos de cereal, girasol y algod¨®n, a adentrarse en las faldas de Sierra Morena. En s¨®lo un kil¨®metro el paisaje cambia de manera brutal. El peaje a pagar es el abandono de la civilizaci¨®n, pero poco importa decir adi¨®s a la doble calzada -una carretera llena de baches- que conduce hasta Adamuz. Deliciosos los primeros kil¨®metros que discurren junto al Guadalquivir, que parece un r¨ªo distinto al que se divisa desde la autov¨ªa. Su ribera se llena de ¨¢rboles, los recodos dejan espacios abiertos para acercarse a las aguas. Lo m¨¢s domesticado que se encuentra en este tramo del r¨ªo son choperas, que aportan un hermoso colorido fundido con el verde oscuro de los olivos y las encinas que pueblan la zona, se?al inequ¨ªvoca de la cercan¨ªa de la sierra. Pasado Adamuz, en direcci¨®n a Obejo, se encuentra la indicaci¨®n hacia Los Conventos. Unos 14 kil¨®metros distan del final de la ruta: el embalse del Guadalmellato. El recorrido es ideal para hacerlo en bicicleta de monta?a, pero tambi¨¦n puede realizarse en coche. No obstante, es recomendable apartarse de la pista de asfalto y, a pie, adentrarse por caminos. De este modo, el viajero tendr¨¢ oportunidad de acercarse al monte m¨¢s denso, dejando atr¨¢s la legi¨®n de olivos que bordea algunos de los tramos del recorrido. En mitad del mismo, aparece el cortijo de San Francisco, bautizado en honor del santo bajo cuya advocaci¨®n fund¨® Enrique III un convento en el siglo XV, que da nombre a la zona. El rey eligi¨® el paraje siguiendo la pista de monjes moz¨¢rabes, que con anterioridad buscaron aqu¨ª refugio m¨ªstico para huir del ajetreo de la urbe cordobesa, capital del califato. La elecci¨®n del lugar por unos y otros da idea de lo tranquilo del mismo, as¨ª como de su riqueza paisaj¨ªstica. Acaso estropea el panorama la repoblaci¨®n de algunas zonas con pinos, ajenos a la vegetaci¨®n aut¨®ctona. Pero los amantes de la naturaleza se ver¨¢n recompensados. Prueba de ello, es el establecimiento de turismo rural que se construye en el cortijo. Una vez pasada la hacienda de San Francisco y ya cerca del pantano fin de trayecto, dos enormes promontorios rocosos rompen la l¨ªnea del horizonte. Junto a ellos, otros picachos menores ofrecen estupendas vistas, aunque para ello hay que caminar varios cientos de metros entre jaras y monte bajo. Finalmente para refrescar la vista - otra cosa no se puede porque el ba?o est¨¢ prohibido-, el viajero llega al pantano del Guadalmellato, que durante la estaci¨®n invernal acoge cormoranes y ¨¢nades reales. Datos pr¨¢cticos Para llegar hasta Adamuz, a 45 kil¨®metros de C¨®rdoba, se puede tomar la autov¨ªa a Madrid hasta el kil¨®metro 368 y all¨ª, el desv¨ªo a Adamuz. A dos kil¨®metros del pueblo, en direcci¨®n Obejo, est¨¢ la salida a Los Conventos, inicio de la ruta.