CiU y PP escenifican sus distancias ante las elecciones catalanas

"Se?or Pujol, los tiene as¨ª de gordos..." o "el presidente de la Generalitat malversa fondos p¨²blicos" son dos frases -la primera de ellas muy gr¨¢ficamente expresada- que han salido recientemente de boca de dos diputados del Partido Popular en plenos o en comisiones del Parlamento de Catalu?a. La imposibilidad de manifestar en votaciones la distancia entre Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU) y el Partido Popular lleva a afilar la ¨²nica arma que queda: la palabra. Los argumentos pol¨ªticos se acabaron en mayo del a?o pasado, cuando se cumpli¨® la totalidad de los pactos del hotel Majestic, que han ligado para bien y para mal a nacionalistas y conservadores durante toda la legislatura. Y ahora las elecciones catalanas est¨¢n a la vuelta de la esquina. "Hace seis meses pronostiqu¨¦ que este fin de legislatura ser¨ªa as¨ª", asegura el secretario general de Converg¨¨ncia Democr¨¤tica, Pere Esteve. "Entre CiU y el PP no hay voluntad de ruptura, seguimos apostando por los presupuestos", agrega Josep L¨®pez de Lerma, portavoz de Grupo Catal¨¢n en el Congreso de los Diputados. Pero los problemas existen. "En CiU entendemos mejor que en el PP la dial¨¦ctica entre estabilidad y discrepancia; ellos han sido capaces de dar alcald¨ªas de Catalu?a a la izquierda antes que pactar con nosotros y han votado contra nosotros dos en el Parlamento catal¨¢n, lo que nosotros no hemos hecho nunca con ellos en el Congreso de los Diputados", a?ade Esteve. Porque CiU no se permite la m¨¢s m¨ªnima alegr¨ªa contra sus socios parlamentarios en la C¨¢mara baja, aunque sean casos como el del caos a¨¦reo y el ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, o la investigaci¨®n parlamentaria sobre el ministro portavoz, Josep Piqu¨¦.

El portavoz adjunto del Grupo Catal¨¢n, Manuel Silva (UDC), afirma que: "No podemos generar una situaci¨®n de gran debate en algunos asuntos y votar a fin de a?o a favor de los Presupuestos Generales del Estado; la opini¨®n p¨²blica no lo entender¨ªa". CiU aspira a que el PP no produzca desde ahora y hasta fin de a?o proyectos legislativos que incomoden a la coalici¨®n nacionalista. "En Catalu?a es distinto, el PP se puede permitir posturas m¨¢s testimoniales sabiendo que no afectan la gobernabilidad de Catalu?a", manifiestan desde el Grupo Catal¨¢n.

La agresividad del PP catal¨¢n ha sido frenada en diversas ocasiones desde la calle de G¨¦nova o desde el propio Gobierno central. Aunque los populares catalanes lo niegan oficialmente, desde CiU se afirma que el propio vicepresidente primero del Gobierno, Francisco ?lvarez-Cascos, tuvo que parar a los populares catalanes en su intenci¨®n de sumarse a las fuerzas de izquierda del Parlamento de Catalu?a para pedir la celebraci¨®n de plenos durante todo el mes de julio. Los nacionalistas catalanes han expresado su malestar por la agresividad verbal que emplean los conservadores en el Parlamento catal¨¢n. Una agresividad que aumentar¨¢ a medida que crecen los nervios ante las elecciones auton¨®micas del pr¨®ximo oto?o y con un balance de las pasadas municipales francamente malo: el Partido Popular s¨®lo ha logrado en Catalu?a en las ¨²ltimas elecciones locales gobernar sobre 11.000 catalanes y 13 localidades, lo que le coloca por detr¨¢s de todas las dem¨¢s fuerzas parlamentarias.

Pero lo m¨¢s inquietante para CiU es que por vez primera se enfrenta a un competidor de la talla de Pasqual Maragall, lo que obliga a la coalici¨®n nacionalista a ocupar la totalidad del espacio que el PP y CiU comparten con fortuna desigual desde el fin de Unin¨®n de Centro Democr¨¢tico.