La fiel infanter¨ªa espa?ola
El pelot¨®n nacional gasta fama de disciplinado, pero tambi¨¦n de corredores que han renunciado a ganar en beneficio del jefe
El ciclismo espa?ol tiene sus se?as de identidad entre el pelot¨®n del Tour, su bien ganado prestigio. En ausencia de Indur¨¢in, se respeta a corredores como Olano y Escart¨ªn. Tambi¨¦n se reconoce a los equipos espa?oles como un ejemplo de disciplina al servicio de un jefe. Del gregario espa?ol alaban los directores extranjeros su predisposici¨®n a la renuncia personal. Todos saben que, cuando el l¨ªder necesita auxilio, los espa?oles no dudan en la tarea. Y se les usa de ejemplo: "Mira los holandeses o los belgas, cada uno hace la guerra por su cuenta, todos se creen grandes corredores", dice un periodista holand¨¦s. Pero una cosa es la disciplina y otra ganar carreras o maniobrar a la ofensiva. Han debido pasar seis etapas para ver a uno de los nuestros en un grupo de fugados. Un corredor se acerca a otro. "Oye, ?por qu¨¦ no le dices al director que voy a atacar hoy?". "D¨ªselo t¨²", responde su colega. El corredor en cuesti¨®n se deja caer del pelot¨®n y se acerca al coche del director, como para pedir permiso para probar la aventura.
-Hoy me veo con ganas de atacar.
-?Con ganas de atacar?, replica el director como simulando no haber escuchado bien.
-?Anda y vete palante!, ?no ves que han atacado ya? Diez corredores hab¨ªan formado un grupo de fugados el jueves y ning¨²n espa?ol hab¨ªa logrado ganarse un puesto en la fuga. Cuatro lo hicieron ayer y Francisco Cerezo logr¨® el objetivo. Era el primer escapado entre los nacionales. Muy poca chicha para ser el tercer pa¨ªs m¨¢s representado en este Tour, tras italianos y franceses.
Claro est¨¢ que la propia actitud de la mayor¨ªa de directores espa?oles explica esta falta de actividad. Sus planes para cada etapa son tremendamente conservadores y de ello dan fe cada ma?ana.
Por ejemplo, un d¨ªa como el de ayer. Una sencilla pregunta: ?Qu¨¦ planes tiene para hoy?.
"Salvar el d¨ªa", dice Jos¨¦ Luis Jaimerena, segundo de Unzue en el Banesto. Salvar el d¨ªa, en el argot de esta casa, es acabar la jornada sin incidentes, crear los menos problemas posibles a los dem¨¢s y confiar en que los dem¨¢s se comporten en la misma medida. Banesto no empieza su carrera hasta el domingo: han digerido el batacazo de Z¨¹lle y necesitan otro terreno para maniobrar a la contra. ?Planes para hoy?.
"No hay planes", responde Manolo Saiz, a cuyo equipo le interesa dejar las cosas como est¨¢n, para intentar el ataque al liderato el domingo. El ONCE no se planteaba utilizar el probable viento de costado. Tampoco ten¨ªa planes ?lvaro Pino, del Kelme, un tanto enfadado ayer con la prensa espa?ola, que no le pregunta por Escart¨ªn.
?Planes para hoy?. "S¨ª, tengo un plan, pero no est¨¢ bien contarlo por la ma?ana", dice orgulloso Javier M¨ªnguez, del Vitalicio. "Yo les re¨²no cada ma?ana y les digo las mismas tonter¨ªas. Puede que est¨¦n hartos de escuch¨¢rmelas". M¨ªnguez no est¨¢ muy contento con lo que est¨¢ pasando, porque no tiene las mismas aspiraciones que sus colegas: tiene un hombre para estar entre los diez primeros (Casero) y un colombiano para la monta?a (Buenahora), pero necesita m¨¢s que los dem¨¢s el triunfo de etapa.
?Planes para hoy?. Es Juan Fern¨¢ndez (Festina) quien responde: "Evitar las ca¨ªdas".
As¨ª que, reconocido este esp¨ªritu tan conservador, es f¨¢cil explicarse por qu¨¦ los nuestros no parecen haber estado en el Tour cuando hoy se cumple la primera semana. Pero, bajo el argumento de la estrategia de grupo, bajo el deseo de proteger al l¨ªder, ?es razonable aceptar esta falta de actividad?, ?no es m¨¢s ¨²til dedicar un par de corredores a intentar la aventura sin poner en peligro el objetivo principal?
El gregario espa?ol pasa por ser un hombre disciplinado. Tanto es as¨ª que una buena parte de ellos dejan pasar su carrera sin saber lo que es ganar una etapa; por ejemplo, en Banesto, ejemplo de equipo supeditado a un jefe, tres corredores no han ganado nunca una etapa y otros tres s¨®lo han ganado una. Tanto es as¨ª que Beltr¨¢n, fiel escudero de Olano y ahora de Z¨¹lle, vivi¨® hace unas semanas los d¨ªas m¨¢s felices de su carrera en la Volta a Catalunya: gan¨® dos etapas y la general, cuando todo su expediente se limitaba a una victoria en la Cl¨¢sica de los Puertos.
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