Final deslucido
Un calor considerable hizo en la primera novillada nocturna que el viernes se celebr¨® en Las Ventas. En un festejo que empez¨® de manera interesante, pero que se fue desinflando y poco a poco perdi¨® color y termin¨® harto deslucido. En fin, los abanicos aleteaban fren¨¦ticos y las meriendas-cenas pronto hicieron su aparici¨®n en escena tan apropiada. Noche, calor, bebidas refrescantes y una novillada en busca de nuevos valores.La presentaci¨®n de los novillos fue muy desigual, en cuanto a hechuras, y su comportamiento, aunque algunos embistieron un tanto, no fue encastado, sobre todo en el caballo, en donde hubo alg¨²n tercido lamentable, a cargo de los picadores, como en el segundo y sexto de la noche. Un mapa de picotazos en la piel de los novillos v¨ªctimas.
Sorando / Coelho, Roble?o, El Fandi
Dos novillos de Rom¨¢n Sorando, 1? y 5?; cuatro de Hermanos Sorando y un sobrero de Alejandro V¨¢zquez, que hizo quinto; desigualmente presentados, flojos, de juego irregular, varios deslucidos. Mario Coelho: ovaci¨®n y silencio. Fernando Roble?o, nuevo en esta plaza: aviso y oreja; aviso y ovaci¨®n. El Fandi: silencio y silencio. Las Ventas, 16 de julio (noche), media entrada. Final deslucido
Fernando Roble?o, que se llev¨® el mejor lote, fue quien demostr¨® mejores maneras y m¨¢s acierto a la hora de manejar los enga?os. Recibi¨® a su primero con una larga cambiada casi en los medios, y luego tore¨® por ver¨®nicas con cierto aroma y buen juego de brazos. En el turno de muleta sufri¨® un pitonazo sin consecuencias en los primeros pases de tanteo. Su faena transcurri¨® toda sobre la mano derecha, muletazos de mano baja en donde codille¨® un tanto.Los pases de pecho le salieron largos y templados.
Tanda de naturales
Roble?o, en su segundo, volvi¨® a manejar el capote con buen aire y enjundia. En el ¨²ltimo tercio no termin¨® de acoplarse al sobrero de Alejandro V¨¢zquez. Pero consigui¨® una tanda, ¨²nica, de naturales ayudados, y un cambio por delante, ligado al pase de pecho, que celebr¨® el respetable. Le falt¨® algo de medida a sus trasteos muleteriles.Mario Coelho recibi¨® de hinojos en chiqueros a su primero, un muy flojo novillo al que apenas pudo pasar de muleta, que utiliz¨® con pulcritud y aceptables maneras. Su segundo no humillaba y se quedaba corto por los dos pitones, y la faena de muleta no tom¨® nunca rumbo. Estuvo f¨¢cil con los rehiletes y puso alg¨²n par de banderillas espl¨¦ndido, pero abus¨® de recortes y pasadas en falso.
El Fandi, que, como Coelho, intercambi¨® banderillas en su respectivo primer burel con su compa?ero, se mostr¨® capaz y espectacular a la hora de clavar banderillas en el morrillo del astado. Y arrojado al saludar tres veces seguidas, junto a chiqueros, rodillas en tierra, a su primer novillo. Variado en quites, por chicuelinas o faroles invertidos. Y valent¨®n y dispuesto en el momento de plantarle cara, muleta en mano, a su primero, que se defendi¨® en ese ¨²ltimo tercio. Al incierto y parado sexto se lo quit¨® de en medio tras un breve macheteo y pases de castigo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.