Dormido bajo un manzano
Sabido es que los ajedrecistas de alta competici¨®n suelen tener alguna rareza. Una conversaci¨®n con Leko, que mide casi dos metros y es muy delgado, indica lo contrario, hasta que sale a relucir su peculiar costumbre: "Siempre que puedo, duermo bajo un ¨¢rbol, preferentemente un manzano. Me da mucha energ¨ªa".No es una man¨ªa gratuita, y tampoco se debe solamente a su ideolog¨ªa naturista, que le lleva a viajar con sus propios alimentos, de cultivo biol¨®gico: "Tras dormir por primera vez bajo un manzano, gan¨¦ una partida muy dura en s¨®lo 20 movimientos. Y no olvido que mi primer entrenador, que pesaba 105 kilos, perdi¨® 30 y recuper¨® mucha energ¨ªa tras visitar a un curandero, quien le aconsej¨® una alimentaci¨®n a base de verduras sin cocer. Decid¨ª cambiar mi estilo de vida. Y como los resultados acompa?an, no veo raz¨®n alguna para cambiar", explica.
Falta por saber si el estrellato malear¨¢ su car¨¢cter. De momento, muestra un altruismo admirable: "Uno de mis amigos dice que debo luchar con el fin de ser campe¨®n del mundo lo antes posible para retirarme entonces a un bosque y llevar una vida tranquila. Quiz¨¢ sea una buena idea, pero yo tengo otra: ayudar a la gente con una fundaci¨®n, o algo as¨ª".
En consecuencia l¨®gica, uno de sus defectos es lo que en la jerga del deporte se conoce como instinto asesino, ese deseo de vencer cada d¨ªa como si en ello fuera la vida. Gari Kasp¨¢rov lo tiene muy desarrollado; en Leko, si existe, resulta invisible. Pero el triunfo de ayer supone la culminaci¨®n de un progreso tan asombroso como precoz. Cabe subrayar que, durante su estancia en Dortmund, Leko ha dormido en una habitaci¨®n de hotel contigua a la de su entrenador, y no bajo un ¨¢rbol.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.