El "exceso" de d¨¦ficit fiscal de Catalu?a se reduce entre 50.000 y 330.000 millones, seg¨²n un estudio

La contribuci¨®n fiscal excesiva de Catalu?a al conjunto de Espa?a oscila entre 50.000 y 330.000 millones de pesetas anuales, seg¨²n un reciente estudio que se refiere al periodo 1991-1994. Estas cifras reducen ostensiblemente anteriores c¨¢lculos sobre los que el Gobierno de CiU hab¨ªa basado sus reclamaciones fiscales. Las nuevas cifras son muy inferiores a las de otras investigaciones relativas a ejercicios anteriores que fijaban entre 250.000 y 450.000 millones de pesetas anuales el exceso de d¨¦ficit fiscal catal¨¢n. Ello apunta que el exceso de d¨¦ficit fiscal se ha ido reduciendo.

El d¨¦ficit fiscal de Catalu?a (diferencia entre lo que aportan los ciudadanos por la v¨ªa de impuestos y lo que reciben del Estado en servicios) oscil¨® entre 610.000 y 840.000 millones de pesetas de promedio entre 1991 y 1994. ?stos son los datos de un trabajo elaborado por los economistas R. Barber¨¢n, N. Bosch, M. Espasa, F. Rodrigo y J. Ruiz-Huerta que ha dirigido el catedr¨¢tico de la Universidad de Barcelona Antoni Castells. Partiendo de esos datos, el profesor Castells ha elaborado un trabajo que pr¨®ximamente publicar¨¢ el Servicio de Estudios de Banca Catalana y en el que examina el saldo fiscal de Catalu?a. La diferencia entre 610.000 millones y 840.000 millones es consecuencia de los distintos criterios empleados para medir la distribuci¨®n del gasto p¨²blico. Si se tiene en cuenta exclusivamente el lugar donde f¨ªsicamente se realiza el gasto, es decir, si s¨®lo se considera el flujo monetario, el saldo fiscal resulta m¨¢s elevado (840.000 millones de pesetas). Pero si se parte del criterio de qui¨¦n se beneficia del gasto, los resultados son m¨¢s moderados: 640.000 millones de pesetas. En este sentido, por ejemplo, la inversi¨®n realizada en Soria y Guadalajara para la construcci¨®n del tren de alta velocidad tambi¨¦n beneficiar¨¢ a las empresas y los ciudadanos de Madrid y Barcelona. En resumen, seg¨²n los nuevos c¨¢lculos, Catalu?a pag¨® el 19,7% de los impuestos de todo el Estado y recibi¨® el 14,6% o el 15,5% de todo el gasto p¨²blico, seg¨²n se emplee el criterio de flujo monetario o el criterio del beneficio. Las anteriores cifras se han tomado como referencia teniendo en cuenta el d¨¦ficit del Estado en aquellos a?os (1991-1994). En el caso de un presupuesto equilibrado, el d¨¦ficit fiscal de Catalu?a ascender¨ªa a un bill¨®n de pesetas. ?Es excesiva la contribuci¨®n neta de Catalu?a al conjunto de Espa?a? Antoni Castells propone que una regla de juego adecuada ser¨ªa "pagar los impuestos en proporci¨®n al producto interior bruto, que es un buen indicador de la capacidad fiscal, y recibir el gasto p¨²blico en proporci¨®n a la poblaci¨®n". "Si aplicamos esta regla", contin¨²a, "Catalu?a deber¨ªa haber pagado el 19% de los impuestos en lugar del 19,7% y haber recibido el 15,5% del gasto total, cuando en realidad ha recibido el 14,6%, seg¨²n el criterio de flujo monetario, o el 15,5%, seg¨²n el criterio del beneficio". Por lo tanto, concluye Castells, "podr¨ªamos decir que el exceso de d¨¦ficit fiscal es de 330.000 millones (criterio de flujo monetario) o 140.000 millones (criterio del beneficio)". Comparaci¨®n con Europa Castells advierte de que si se admitiera un cierto grado de progresividad en el sistema fiscal, lo que supondr¨ªa imputar un porcentaje de impuestos algo superior al 19%, este exceso de d¨¦ficit disminuir¨ªa autom¨¢ticamente. Por otra parte, hay que tener en cuenta que peque?as diferencias en estas imputaciones tienen importantes efectos econ¨®micos. Un punto porcentual de diferencia en la imputaci¨®n de ingresos o gastos representa unos 200.000 millones de pesetas. El estudio propone otro punto de referencia. En comparaci¨®n con otras regiones europeas que tienen un nivel de renta relativamente similar al de Catalu?a en Espa?a, esta comunidad aut¨®noma tendr¨ªa un exceso de d¨¦ficit fiscal del orden de 35.000 a 50.000 millones de pesetas, cifras muy inferiores a las de los casos anteriores. En cualquier caso, el profesor Castells advierte de que la causa del d¨¦ficit fiscal excesivo no se debe buscar en la financiaci¨®n auton¨®mica, sino en el circuito propiamente estatal o central del presupuesto.