Clinton encabeza el duelo con una exaltaci¨®n de los valores nacionales
En un ambiente de luto anticipado por la desaparici¨®n de John Kennedy Jr., el presidente estadounidense, Bill Clinton, pidi¨® a los norteamericanos que se detuvieran un momento para reflexionar y unirse "como una familia nacional, por encima de lo grande y diverso que es nuestro pa¨ªs". "Podemos unirnos lo mismo en la alegr¨ªa que en la pena si ello refleja los valores que honramos, y ¨¦ste es uno de esos momentos", dijo Clinton.
Por esa raz¨®n, el presidente, rodeado de jugadoras de la selecci¨®n nacional de f¨²tbol -a las que recibi¨® ayer en audiencia-, afirm¨® que en la misma jornada coincid¨ªan "un momento de celebraci¨®n y uno de tristeza para EEUU". "Nuestros pensamientos y nuestras oraciones est¨¢n con la familia de John Kennedy y con la familia de Carolyn y Lauren Bessette", a?adi¨®.El presidente -que en numerosas ocasiones ha recordado que su carrera pol¨ªtica arranc¨® con la impresi¨®n que le caus¨® saludar al presidente Kennedy en la Casa Blanca, en 1962- tambi¨¦n evoc¨® la figura de John en la cena de gala en honor del primer ministro israel¨ª, Ehud Barak, el domingo por la noche. Despu¨¦s de afirmar que es "un momento duro para los que norteamericanos", Clinton aprovech¨® para convertir su homenaje al hijo del presidente asesinado en una reflexi¨®n geopol¨ªtica sobre el proceso de paz en Oriente Pr¨®ximo: "Lo que ha ocurrido nos recuerda una vez m¨¢s que la vida y sus posibilidades son ef¨ªmeras; que nosotros, mortales, estamos obligados a ser humildes y a dar gracias por cada d¨ªa que pasa y aprovecharlo al m¨¢ximo y que deber¨ªamos asumir la obligaci¨®n que tenemos de buscar la paz en Oriente Pr¨®ximo con un conocimiento claro de todo ello".
El primer ministro israel¨ª, consciente de la impresi¨®n que el accidente ha tenido en la opini¨®n p¨²blica estadounidense -y en la de Israel- tuvo tambi¨¦n unas palabras de recuerdo: "Compartimos la pena de Am¨¦rica", dijo Barak, y a?adi¨®: "El ni?o que fue el sost¨¦n de vuestra naci¨®n y del mundo en un momento de duelo se ha perdido en el c¨¦nit de su desarrollo". Los norteamericanos, mientras tanto, siguen d¨¢ndole vueltas a la tragedia, espoleados por el masivo despliegue de los medios, las inc¨®gnitas pendientes sobre las causas del accidente y la reacci¨®n de la familia Kennedy.
Sentimiento de simpat¨ªa
El sentimiento que predomina es el de simpat¨ªa, no el de tragedia. En la p¨¢gina web de la cadena de televisi¨®n CNN se ofrece la posibilidad de votar sobre esta pregunta: ?Se siente usted personalmente afectado por la desaparici¨®n de John Kennedy? De las 46.000 personas que a media jornada de ayer hab¨ªan expresado su opini¨®n, el 37% se sent¨ªa afectado, y el 63%, no.Tanto en las tumbas de John y Bob Kennedy del cementerio de Arlington, en Washington, como ante el apartamento que compart¨ªan John y Carolyn en Nueva York, continuaban ayer las muestras de recuerdo popular: rezos ante las tumbas, flores, velas, poemas, fotos y dibujos en el portal de la casa. A pesar de que la afluencia de gente fue continuada, siempre hubo m¨¢s c¨¢maras que ciudadanos.
Caroline Kennedy, 41 a?os, abogada y ¨²nica superviviente de la familia que formaron John y Jacqueline, no ha querido ir a Hyannisport con el resto del clan. La desaparici¨®n de su hermano le cogi¨® lejos de la costa este. Estaba en Colorado, en una excursi¨®n de descenso de r¨¢pidos. Volvi¨® a toda velocidad, pero a su casa de Long Island, de donde no ha salido desde entonces.
Los Kennedy, mientras tanto, rezan, reciben llamadas de pol¨ªticos y de amigos, hablan y se consuelan. Procuran mantenerse alejados de ventanas y espacios abiertos.
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