Divisi¨®n en la OMC

Lo mejor que puede decirse del acuerdo para repartir la direcci¨®n de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC) es que acaba con una larga, perjudicial e indecorosa disputa que nunca ten¨ªa que haberse producido. Eso es lo que hace tan lamentable el compromiso, que se ha originado ¨²nicamente por el temor de que se mantenga el bloqueo. Es una victoria sin gloria de la conveniencia pol¨ªtica sobre los intereses de la instituci¨®n a largo plazo.

Sin embargo, ahora debe considerarse prioritario hacer virtud de la necesidad y volver r¨¢pidamente al trabajo. (...) Si la OMC tiene que iniciar una nueva ronda de conversaciones, debe alentarse a los Gobiernos ¨¢ que acuerden una agenda y la impulsen pol¨ªticamente.

No va a ser f¨¢cil. La disputa entre el neozeland¨¦s Mike Moore y el tailand¨¦s Supachai Panitchpakdi ha dividido a la OMC en dos bandos. (...) Existe el peligro de que los partidarios de un candidato intenten manifestar su frustraci¨®n retirando su cooperaci¨®n al otro. Estas t¨¢cticas no s¨®lo obstaculizar¨ªan los progresos: tambi¨¦n pondr¨ªan en peligro la integridad de la OMC minando la confianza en el car¨¢cter de ¨¢rbitro imparcial de su director general.

Todos sus miembros tienen que comprometerse a colaborar estrechamente con los dos candidatos, y ¨¦stos tienen que demostrar desde el principio que no deben ning¨²n favor a los pa¨ªses que les han apoyado, as¨ª como, una vez abandonado el cargo, evitar comentarios sobre los logros del otro y evitar intervenir en los asuntos de la OMC.

Londres, 21 de julio