'Las meninas' de Vel¨¢zquez vuelve a ocupar el "lugar sagrado" del Prado
Nuevo montaje y decoraci¨®n de los 46 cuadros del pintor en cinco salas del museo
La brigada que se encarga de los traslados de los cuadros del Museo del Prado tard¨® ayer media hora en colgar Las meninas en la sala basilical, dentro de una nueva ordenaci¨®n y decoraci¨®n de las 46 obras de Vel¨¢zquez. Con dos elevadores, una escalera, un metro y cables de acero, el lienzo fue levantado desde el suelo, mientras sonaba la alarma, en una operaci¨®n espectacular y para las c¨¢maras en el coraz¨®n desde hace un siglo del Prado.
La sala basilical, como centro del museo con la obra de Vel¨¢zquez, cumple un siglo y coincide este a?o con el cuarto centenario del nacimiento del pintor en Sevilla. Las cinco salas de Vel¨¢zquez, que hoy ser¨¢n inauguradas por el presidente Aznar, presentan una nueva ordenaci¨®n, junto con otras salas dedicadas a la pintura espa?ola del siglo XVII, realizada por el director del museo, Fernando Checa, y el conservador Javier Port¨²s, y una decoraci¨®n dise?ada por el pintor Gustavo Torner. "Ahora puede verse la obra cumbre de Vel¨¢zquez con toda su riqueza y esplendor", declar¨® Fernando Checa, al presentar el nuevo montaje de "la mejor y ¨²nica colecci¨®n del mundo". La sala 12 fue comparada con la Capilla Sixtina, "un lugar sagrado para los amantes del arte".Sobre la sala 12, que ha contado con el patrocinio de Ferrovial, Checa destac¨® la "perfecta iluminaci¨®n" de la nueva arquitectura del techo, que muestra de manera uniforme obras de la primera etapa del pintor, en Sevilla y antes de su primer viaje a Italia, y junto a Las meninas, las pinturas de los bufones.
Juego de miradas
Javier Port¨²s se?ala que la nueva colocaci¨®n forma parte de una tradici¨®n de 180 a?os de colgar cuadros en el Prado. "Se ha reflexionado sobre lo que hab¨ªa y se han hecho otras propuestas, siempre respetuosos con la tradici¨®n. Todas las salas mantienen un discurso y cada cuadro est¨¢ en su sitio por un criterio pl¨¢stico y una mayor coherencia".Destaca de la sala 12 el "juego de miradas" entre el retrato ecuestre del Conde Duque y en otra sala vecina el retrato ecuestre del duque de Lerma pintado por Rubens, en una cercan¨ªa entre los dos pintores, que se conocieron en la corte de Madrid. Junto a Las meninas se han instalado cuadros como La adoraci¨®n de los Reyes Magos, Retrato de Felipe IV, Los borrachos y La fragua de Vulcano.
El recorrido de Vel¨¢zquez sigue por las salas 14 (con piezas de la decoraci¨®n de la Torre de la Parada), la 15 (obras sobre naturaleza y religi¨®n, como los dos Cristos y los dos de Villa M¨¦dicis), la 16, con cinco grandes retratos ecuestres y Las lanzas, para decorar el sal¨®n de Reinos del palacio del Buen Retiro, y la 15 a, con la producci¨®n de los ¨²ltimos quince a?os, con Las hilanderas, Mercurio y Argos, un retrato de Felipe IV anciano y La coronaci¨®n de la Virgen. Todas las salas tienen carteles explicativos, adem¨¢s de las cartelas.
La galer¨ªa central de la primera planta, con los dos tramos dedicados ¨²nicamente a Ribera y Murillo, tiene acceso tambi¨¦n a la sala 12. A la entrada se han colocado dos bustos de Laoconte y Antinoo, que se trajo Vel¨¢zquez entre sus compras en Italia, y los retratos de Felipe IV y Mariana de Austria. Enfrente, un gran lienzo de Herrera el Mozo que abre el barroco espa?ol. La iluminaci¨®n de la sala basilical, con una claraboya que tiene una parte central opaca que env¨ªa la luz hacia las paredes, ha sido una de las zonas m¨¢s conflictivas de las reformas de las cubiertas, que oblig¨® a modificar el proyecto de los arquitectos Dionisio Hern¨¢ndez Gil y Rafael Olalquiaga.
La iluminaci¨®n que llega a las paredes, con un entelado de oro viejo, seg¨²n Port¨²s, o de "beis que tira a dorado, con un dibujo antiguo", seg¨²n Torner, es una combinaci¨®n de origen natural y artificial para lograr la luminosidad uniforme sobre los cuadros.
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