Me rindo
He decidido que es mejor rendirse e irse a vivir a las afueras. Las ventajas de vivir en el centro son cada vez menores (hay cines estupendos en cualquier centro comercial de las afueras, por ejemplo) y los inconvenientes cada vez mayores.Hasta los intelectuales opinan que los vecinos del centro debemos soportar el ruido estoicamente, supongo que en aras de la extensi¨®n de la cultura a trav¨¦s de la extensi¨®n de los horarios de los bares hasta el amanecer.
Tambi¨¦n lo opinan, por supuesto, los due?os de las terrazas (la mitad en la ilegalidad, seg¨²n el propio Ayuntamiento), los due?os de los bares que utilizan la calle como parte de su local comercial, los due?os de los perros que utilizan las peque?as plazas del centro como aseo para sus animales y que los dejan ladrar durante horas a cualquier hora.
Me rindo, porque el raro soy yo. A mis vecinos del centro no parece molestarles. Si les molestara tanto como a m¨ª, probablemente el alcalde habr¨ªa perdido las elecciones (a lo mejor las ha ganado porque a los de la oposici¨®n les gusta todav¨ªa m¨¢s el ruido que al alcalde). Tristemente, es al ¨²nico al que puedo castigar sin caer en el C¨®digo Penal. Puedo dejar de votarle.
Pero no puedo matar con una escopeta al perro que lleva ladrando media hora a las tres de la madrugada ni arrojar alg¨²n objeto contundente sobre el que se pone a tocar el tambor para acompa?ar la actuaci¨®n del tragafuegos que ameniza a las dos de la madrugada a quienes toman una copa bajo mi ventana. Tampoco puedo pedir a punta de pistola que las terrazas (no ya los bares, como ocurre en todas las ciudades civilizadas) cierren a medianoche. Puedo intentar la v¨ªa jur¨ªdica y aprovechar la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea sobre el derecho a la intimidad y denunciar al Ayuntamiento por no impedir que el ruido en el centro de Madrid sea tan atroz.
Pero puedo hacer algo m¨¢s sencillo. Como tengo que estar los fines de semana en Madrid (muchos de mis vecinos, sencillamente, no est¨¢n ni en verano ni los fines de semana), me voy a comprar una casa en las afueras. Vender¨¦ la casa del centro. Dentro de unos a?os, en el centro s¨®lo vivir¨¢n los pobres, los viejos y los sordos, y todo lo dem¨¢s estar¨¢ ocupado por oficinas y por bares. Una forma un poco cara de zonificar la ciudad.-
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